
Bounty Bob Strikes Back se desarrollaba en una mina de la misma manera que Manic Miner. Sin embargo el origen de ambos juegos no podía ser más distinto. Bounty Bob Strikes Back era la secuela de un juego venido de Atari llamado Miner 2049er.
Un total de 25 pantallas que representaban pasillos y estancias de una mina hacían que el minero Bounty Bob se enfrentara a extraños mutantes que se convertían en roca. Si los tocabas te mataban pero si cogías cualquier herramienta la cosa cambiaba y con solo tocarlos desaparecían para alivio de los más sensibles. Algo al más puro estilo Pacman. Las «inspiraciones» ya estaban a la orden del día en los 80.
La misión era pintar todo el suelo de la estancia. En el momento de completar el objetivo se pasaba a la siguiente pantalla.
Ascensores, tubos y accesos de todo tipo componían el decorado. La estrategia era muy importante ya que si lo que querías era saltar a alguno de esos bichos estabas perdido.
La dificultad era elevada pero la forma de jugar tenía la capacidad de enganchar desde el principio. Era adictivo y sobre todo muy divertido. El secreto era conocer bien la estancia y ser preciso en los saltos. Había que ajustar al milímetro, de lo contrario era fácil caer desde alto para morir a continuación de forma irremediable.
El sonido era constante y muy arcade. Es ocasiones estridente, como en las muertes, que no hacía sino añadir sufrimiento.
Los gráficos eran correctos y me atrevería a decir que simpáticos. El movimiento era suave y milimétrico, algo en lo que pusieron especial esmero ya que la jugabilidad dependía de ello.
Destacar la presentación en la que unos pájaros trabajaban sin descanso para componer las frases transportando letra a letra y la música, de nuevo estridente pero pegadiza.
En definitiva, un juego divertido, más que correcto, que hará las delicias de los jugadores que quieren descubrir viejas propuestas poco conocidas para Spectrum.
Más información:WOSValoracion: 74% Firma: Alejandro Ibáñez
Juego muy entretenido, pero terriblemente difícil ¿Cómo iba yo a saber que cogiendo una maceta con flores los enemigos se volvían comestibles?
A éste juego le dí caña allá por el 85, más o menos. Me gustó mucho y me resulto adictivo en aquella época. Eso si, dió la puñetera casualidad que lo conocí antes que el Manic Miner y el Chuckie Egg. ¿Qué pasó entonces? Pues obviamente que me olvidé por completo de Bounty Bob y, creo, que no lo he vuelto a jugar nunca más.
…mensaje eliminado por expreso deseo de su autor…