
Una de las recreativas clásicas que forman parte de nuestro “hall of fame” particular es el Bomb Jack (1984, Tehkam). ¿Quién no se ha dejado dinero en los 80 manejando a esta especie de super-ratón adicto a las bombas a punto de explotar?.
Elite realizó en 1986 una serie de conversiones para 8 bits, siendo la de ZX Spectrum la mejor parada por su extraordinaria jugabilidad (junto con la de Gameboy de 1992, realizada además por un equipo español). El equipo responsable de su creación había intervenido ya en adaptaciones muy fieles como la de Tapper (US Gold), por lo que con este programa lograron quizá su mejor trabajo.

El juego consta de cinco pantallas con fondos muy cuidados (Egipto, el Partenon, un palacio centroeuropeo, una ciudad y una metrópolis iluminada de noche) en las que nuestro héroe debe recoger 24 bombas para pasar de pantalla. Al recoger la primera, se encenderá una bomba de las disponibles en pantalla, y si somos capaces de recoger todas las bombas encendidas recibiremos una jugosísima bonificación (de hecho, esa es la manera de lograr las mejores puntuaciones). Por supuesto, más de una vez nos veremos acosados de muñequitos psicópatas que quieren acabar con nosotros, y fruto del agobio recogeremos las bombas estén como estén con tal de pasar de fase. Cuando pasemos las cinco pantallas, volveremos a empezar pero con las bombas colocadas de otra forma.
Los enemigos en un principio serán una especie de muñecos andarines que irán cayendo hasta el fondo de la pantalla, momento en el cual se convertirán en pelotas que rebotan buscando nuestra pobre cabeza, bichos cornudos que nos persiguen incansables, o platillos volantes que terminarán de darnos la puntilla. Y luego, desde el principio, está el persistente pajarillo que a su ritmo va cruzando siempre la pantalla hasta el punto en el que nos encontramos, llegando a ser un incordio.

Afortunadamente están los iconos: la famosa “P” que nos permite transformar a los enemigos en monedas que podemos coger, la “B” multiplica la puntuación y la “E” nos da una valiosa vida extra.
Como hemos mencionado, la jugabilidad y adictividad de esta versión es brutal, y es de esos programas que han envejecido tan bien que sigue siendo un placer hoy día desahogarnos con una partidita. El control de nuestro personaje es muy preciso y podremos hacer virguerías con él: iremos de un lado a otro a base de grandes saltos, nos desplazaremos casi en horizontal descendiendo lentamente, haremos paradas en seco mientras subimos disparados, etc… La detección de colisiones es perfecta, y en conjunto la sensación de diversión es incluso mayor que en la recreativa, muy exigente cuando estamos próximos a un enemigo y que a la mínima nos penalizará con una vida perdida.

Tan sólo el punto negativo del sonido, que se reduce al “chirrido” de los saltos de nuestro personaje, aunque seguramente ni lo notaremos cuando estemos inmersos en la noble tarea de recoger bombas. En determinadas ocasiones las bombas (y sobre todo sus mechas encendidas) pueden confundirse con los fondos, y la fase nocturna dificulta aún más la visibilidad, pero en general son fallos menores y seguramente inevitables dadas las limitaciones del hardware.
En resumen, una brillante adaptación de Elite (especializada en conversiones de arcade) y uno de los clásicos imprescindibles de ZX Spectrum que mejor ha aguantado el paso del tiempo.
Una de las mejores conversiones de arcade para Spectrum
Gráficos - 84%
Movimiento - 97%
Sonido - 76%
Jugabilidad - 99%
Adicción - 98%
91%
TOP EMS
Una brillante adaptación de Elite (especializada en conversiones de arcade) y uno de los clásicos imprescindibles de ZX Spectrum que mejor ha aguantado el paso del tiempo.
Una versión muy buena , solo le faltó la música para ser perfecto pero, aun así, es tan viciante y fiel en la esencia que se le perdona.
Un juego divertido aunque yo ya lo jugué ne CPC por su colorido que era la «pega» del ZX Spectrum, que estaba bien realizado pero le faltaba eso. Aún así me quedo con la continuación el Bomb Jack 2 que me pareció mucho más entretenido que este primero.
De todas formas es un excelente juego y tan divertido que ni me fijé en la música… pero ¿me he fijado alguna vez en eso? jejeje saludos
Se puede extrapolar lo que hablábamos hace unos días acerca de Comando, esto es, un juego no demasiado brillante en cuanto a gráficos, pero que su buen movimiento y jugabilidad lo hacen terriblemente adictivo. Es verdad que el sonido parecía la flauta afónica de un afilador. Merece la pena recuperarlo y seguro que nos costará quitarlo.
De este me acuerdo que me lo compre de pura chiripa porque me costó 5 euros por error del que me lo vendía(en vez de los 12 eurazos que costaban los juegos por aquellas época). Me tenía tan viciado que me despertaba prontísimo para darle cañita al juego 😀
Muy buen juego aunque la segunda parte me enganchó más
Para mi este juego fue el novamás de la jugabilidad. Era un adicto a la máquina recreativa. Me sabia de memoria el orden en que se encendian las bombas de un monton de pantallas, y por consiguiente obtenia los 50.000 puntos de bonus en un puñado de ellas. Como por aquella época uno estaba siempre a dos velas de pasta, me consolaba con mi spectrum e invitaba a los amigos a jugar a dobles. Recuerdo por aquella época que hasta soñaba con el juego, y que a veces se le iba la olla a mi spectrum y de repente mostraba mas de dos colores por caracter y el juego era calcado al de la máquina. Cosas de la infancia. Un clasicazo indiscutible y aún muy jugable.
Otro juegazo superdivertido del spectrum, una buena conversion de la recreativa, ademas un juego que ha envejecido muy bien y al que de vez en cuando siguo echando mis partiditas y pasando un rato muy entretenido, no es brillante graficamente pero su jubabilidad lo suple con creces, por cierto no sabia que habia sido realizado por programadores españoles, una prueba mas del gran nivel que habia en esa epoca en España, saludos
Estoy de acuerdo con Sorceneger. Quizá sus gráficos no fuesen un derroche de colorido (aunque los fondos no estaban nada mal), pero para tratarse de un juego de Spectrum, consiguieron que fuese igual de trepidante y adictivo que la recreativa. Fue uno de mis juegos preferidos de Spectrum, con el que pasé horas y horas de pique junto a mis hermanos.
Uno de los imprescindibles del Spectrum. Menuda conversión para la época. Divertidísimo a tope, maravilloso, genial, inigualable, trepidante, adictivo. Joder!!! Parezco Jose Luis Moreno!!!
Uno de los juegos que, como mínimo, es igual de bueno que el arcade original (otro caso parecido sería 'Green Beret').
Increíblemente adictivo.
este juego me trae buenos recuerdos, lo ponia mi hermano mucho.
Un juego genial, yo empece jugando a la segunda parte. La segunda parte la disfruté más y no hay muchas referencias a ella.