
No puedo comenzar esta crónica de otra manera: dedicaré una enorme ovación para los valientes y sufridos miembros de la asociación Sevilla Retro. Cosas de mi vida, sólo pude ir a verles el domingo, después de que un vendaval de gente y de emociones vividas los días previos hubiese arrasado con sus fuerzas. Pero esta gente no se cansa nunca y continuaban al pie del ratón, (digo, cañón). EMS estuvo allí de la mano del gran Juanfra, gracias al cual muchos aficionados pudimos contemplar en persona, e incluso tocar, los frágiles plásticos de un Sinclair C5 en estado prácticamente impoluto. EMS cedió para la ocasión, además del C5, los polémicos teclados de Elite -el Recreated- y el Spectrum Vega para deleite del público. Mi participación fue muchísimo más modesta. Hice algunas fotos, husmeé como buen sabueso y cargué con unas cuantas bolsas de comida para Asupiva de parte de todos.
Retrosevilla comenzó mucho antes de abrir sus puertas, cuando una nota de prensa de Europapress llena de tronío y polémica, la anunció como «…la mayor muestra de Retro Videojuegos de España». A ver, me puede el cariño por mi tierra, pero creo que en todas partes se puede hacer en cualquier momento «la mayor muestra de Retro Videojuegos de España», siempre que se ponga el entorno adecuado, el esfuerzo, el material de coleccionista, el talento y el buen rollo necesario. Como dijo un sabio: los records son para superarlos.
Y no enumero estos ingredientes por capricho. Ya comenté el año pasado que el Centro Cívico La Almona de Dos Hermanas es un entorno privilegiado y lleno de historia. El esfuerzo se mide en horas y cómo van quedando las caras después de tanto trabajar; alguno de los miembros del staff, corredor para más señas, tenía dolores en las caderas el domingo por la mañana, y aun le quedaban horas al evento. Juan Ventura, era pá verlo.
El material de coleccionista resultaba simplemente espectacular. Pero no se trataba sólo del nivel, en el que destacaban algunos clones de spectrum rumanos, polacos o rusos de los que habrá un puñado en todo el mundo, sino la generosidad de los tipos que prestaron sus máquinas para el evento. Paseaba yo entre la muchedumbre -sí, muchedumbre; la gente arremolinada como en una bulla de semana santa. Había hasta «raberos» al lado de las recreativas, lo juro- y contemplaba a los niños chicos aporreando viejos msx o spectrum. En ese momento recordé las palabras de Juanfra, con el que había tomado un cocacola horas antes en la zona universitaria de Sevilla. Él tiene mucha más experiencia que yo en eventos retro y ya me comentó que rara vez se veía tanto material a disposición del público en una feria. Sinceramente, no os podría decir si creo que es bueno o malo dejar expuestos al gentío ordenadores tan frágiles. Desde el punto de vista del visitante, que vio un Amstrad por última vez hace treinta años y ahora hasta es posible que su hijo juegue, la experiencia puede resultar conmovedora. Pero si eres un aficionado que siente cariño por esos vejetes, la verdad, las emociones se encuentran. Sin duda, de cualquier forma, el abundantísimo material a disposición de la gente es otro punto a favor de esta Retrosevilla.
¿Cómo describiros el talento que se respiraba por allí?. Sólo pude estar un momento y me perdí muchísimo de lo que allí sucedió. Así y todo, volví con tantas historias en el zurrón que me cuesta ordenarlas. Si se trata de talento hay que nombrar a Pedja y a Spidey, que se hincharon a vender libros hasta agotar los que tenían previstos. No pude asistir a la charla del día previo, pero me contaron que fue estupenda. También me relataron una anécdota digna de película de Fellini: en cierto momento se coló alguien a quien le dio por jalear los pechos tan bien pintados y coloreados por Royo, que exponían a tamaño pantalla mientras iban hablando. Pedja hacía esfuerzos por concentrarse, pero un tipo soltando «¡oles!» cuando veía a Gremla, era difícil de obviar. Lo dicho: todo un personaje de Fellini.
Eso no fue todo ni mucho menos. Asistí al que puede ser el rescate de cierto juego inacabado, realizado en los ochenta por Ángel Jiménez, uno de los programadores de El Capitán Sevilla. Él tenía previsto terminar su obra después de jubilarse, pero apuesto a que no faltará gente que le anime a hacerlo mucho antes. Algunos de los detalles del juego pronto estarán a disposición de todos, pues las charlas serán publicadas por la organización. Pero cuando pensaba que el ponente era un monstruo, apareció uno de los dos españoles, entre el equipo internacional, que mantiene WOS. Es un tipo discreto, de apellido Soler, al que me encantó conocer.
Os cuenta esto alguien que se perdió la proyección de «No nos gusta el Capitán Morcilla» y el coloquio con el equipo que produjo Capitán Sevilla. Juanfra pudo asistir a alguna de las charlas del sábado. A ver si le convencemos para que desembuche algo.
Y para próximas ediciones ya se planean cosas. Ya sé que potenciarán el tema de los clones rusos, algo que en EMS nos va gustando cada vez más, por poner un ejemplo.
Os he intentado hacer un dibujo de lo que se ha cocido en Sevilla, pero las palabras siempre resultan sosas cuando se trata de eventos organizados con tanto cariño. Yo no sé si se puede decir objetivamete que esta es «la mayor muestra de Retro Videojuegos de España», pero estoy seguro que sus organizadores comparten mi opinión: me importa un pepino la objetividad. Para los amantes de la polémica, recordar que aquí se cortan orejas y rabos cuando hace falta, y espero que eso no se le haga más nunca a un toro. Esta ha sido tan cojonuda que para muchos ha sido la mayor, y más divertida, muestra de Retro Videojuegos de España. Ojalá en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Málaga, Algecíras o en cualquier otro lugar acaben con el regustillo que dejó esta, a queremos más, a algo bueno de cojones, a «esta es la mayor y la mejor». Y si eso ocurre, vive Dios que lo será.
Saludos Spectrumeros (y pronto más material sobre esta segunda Retrosevilla) 😉
El rabero!!!! No podía faltar 😀
Me he reído bastante al leerlo.
Buena crónica, Manu, como siempre.
He leído bien? Clones polacos?
Se impone ya la necesidad de llevar al Rabero al mundo del videojuego. Desarrolladores, ¿¿a qué esperáis insensatos?? XD
Una gran crónica, para mí, lo mejor de esto es ver a un niño disfrutar de una máquina de estas, es una sensación que yo viví en Valencia Va de Retro. Qué cara pondría un padre viendo a su hijo disfrutar con la misma máquina que él disfruto, pero 30 años antes?
Un abrazo
Se sabe cuando estaran disponibles la grabacion de las charlas?