
Nuevamente un juego que triunfa en los salones de arcades llega mediante una conversión a nuestro Spectrum. En esta ocasión de forma un poco tardía, porque no fue hasta 1988 cuando Imagine metió en nuestras vidas este simulador de carreras de la mano de su programador estrella Mike Lamb (autor, entre otros, del ultrafamosísimo Robocop), siendo el arcade original del 1986.
Konami intentó emular el tremendo éxito de Out Run enfocando la jugada desde el punto de vista de la simulación de carrera. La recreativa no intentaba plantear una carrera en sí sino una simulación de conducción de carreras combinando una cierta dinámica arcade, en la que tenemos que completar tres vueltas a un circuito esquivando oponentes. Todo ello dentro de unos límites de tiempo marcados para cada uno de los tramos (a la manera más clásica de los juegos de conducción de la época) y usando determinadas dinámicas de conducción que entroncaban con esa simulación que mencionábamos antes. Si bien el circuito no ofrece grandes sorpresas salvo algún cambio de rasante (es un recorrido bastante monótono de tres carriles uniformes) sí que resulta sorprendente lo trepidante de la acción y su velocidad, que exigirán de nosotros gran precisión de movimientos. En el arcade debemos combinar con acierto el uso de dos velocidades (a semejanza de Out Run), movimientos de volante contrarrestando el derrape, y ser capaces de dominar éste ya que reacciona a los movimientos del coche mediante un motor que simula vibraciones y resistencia a ser girado. El conjunto de arcade-cabina de conducción fue célebre en su día si bien no alcanzó la notoriedad de la cabina del Out Run, reina indiscutible de los juegos recreativos de conducción.
La versión doméstica de Spectrum tuvo el grandísimo acierto de reflejar precisamente la mayor virtud del arcade: la suavidad de movimientos y su ritmo vertiginoso. Wec Le Mans no resulta especialmente variado ni atractivo gráficamente. Es en este sentido hasta monótono y se aleja de la variedad de situaciones y escenarios de uno de sus “competidores” en el Spectrum en cuanto a calidad: el Enduro Racer. Sin embargo, Wec LE Mans depura su funcionamiento para convertirse en aquello que perseguía: una simulación suave, rápida y precisa de conducción donde el reto está en proporcionar al usuario un manejo preciso de su coche hasta despojarlo de excusas en caso de que meta la pata y se salga de la calzada. La respuesta del coche es tan inmediata que uno puede sentir cómo afecta cada pequeña decisión al cumplimiento milimétrico del trazado. El reto se transforma entonces en un mantenimiento de la atención durante cada curva, la memorización de cada centímetro de trazado y la optimización de la conducción para ganar cada segundo (segundo que sin duda nos faltará tarde o temprano en alguno de los puntos de control).
Casi podríamos asegurar que lo único que se queda por el camino respecto del arcade (más allá de las diferencias obvias) son los cambios de iluminación del trazado, que sí están presentes en C64 pero que no aportan gran cosa y que ni siquiera se echarán de menos a cambio de gozar de una versión francamente superior a la de la competencia doméstica. Mike Lamb ideó una rutina capaz de dibujar el trazado de manera muy ágil, simulando además perfectamente los cambios de rasante del circuito, de una forma nunca lograda en la máquina de Sinclair. El proyecto fue terminado por otro programador pero Mike dejó allí su impronta y su conocimiento de la máquina.
Los gráficos quizá no son lo más brillante que hemos visto en un Spectrum: el diseño del coche (muy «ladrillesco») está lejos de su equivalente por ejemplo en la versión de Amstrad, y los elementos del margen de la carretera no gozan de especial atractivo. Sin embargo estos se vuelcan en pantalla en una perfecta sincronización con el trazado de forma que la sensación de velocidad y de niveles de rasantes salen si cabe más reforzados. Mientras que el Amstrad CPC cuenta con la adaptación más atractiva gráficamente hablando, el viejo Spectrum se queda con la más suave y trepidante.
Mención especial para la música de Jonathan Dunn, un maestro de la música para máquinas de 8 bits y que aquí se descuelga con una espectacular melodía de 128k que aunque no sea de lo mejor que le hemos oído tiene su sello característico. En carrera, para nuestra desilusión, no existe ninguna melodía aunque para ser francos podría haber sido un factor de desconcentración.
En resumen, un excelente arcade-simulador de carreras, que si llega a ofrecer más variedad en su desarrollo podría haberse convertido en la quinta maravilla del ZX.
EMSValoracion: 89% Firma: Jesús Martínez del Vas
Dentro del género de carreras es uno de mis favoritos. Sólo Chase HQ obtuvo tan buen scroll 3D (a mi gusto sospechosamente parecido). Buena música, muy jugable, y como menciona el autor del artículo, muy suave.
Si, doy fe que Web Le Mans era un juego sumamente correcto, pero que quedó un poco eclipsado por otros títulos que ya empezaban a ofrecer "algo más" que una simple carrera.
Algo que podría destacar son los cambios de nivel en el circuito, algo que ya Out Run implementaba, pero como simples "lomadas" (y mucho más lento). En este caso, se puede ver el circuito entero bajar y subir incluso en las curvas.
Este juego era excelente, pero lo mejor era el Continental Circus, el detalle de que pudieras hacer la entrada a boxes por un roce y poder competir el campeonato mundial era grandioso, ademas muy bien realizado.
Para mi el mejor de este estilo es Enduro Racer, para mi gana en suavidad a WecLemans o ChaseHQ
menudo juegazo!
Aún recuerdo los piques con éste en un speccytour, en mi opinión, de los más divertidos y con toque más arcade de los juegos de coches del spectrum!
Yo lo recuerdo como uno de los juegos de coches más jugables para Spectrum. Dió para unas cuantas y adictivas partidas. Buen artículo Jesús ;D
Enduro Racer!
Un juego de carreras destacable.
Uno de los mejores aunque muchos otros fueron también dignos de nombrar.
Una vez más la mágia ha vuelto al Spectrum, ¿cómo naríces se pueden hacer conversiones de recreativas tan buenas a una máquina de 8 bits?
Creo que estamos ante uno de los mejores juegos de coches para Spectrum, por gráficos, por físicas del coche, por suavidad de los controles, por sonido y por la originalidad de basarlo en una carrera de resistencia tan legendaria como las 24 horas de Le Mans. Un juego especial, sin duda.
Lo primero que recuerdo de este juego es pensar: tenemos un buen juego, es de Ocean, se nota. Ha pasado su control de calidad. Pero a los 5 minutos de jugarlo parecía haber dado ya todo lo que tenía. Solo era más de lo mismo y más de lo mismo. Un encefalograma plano. Como sin aliciente. La simple implantación en la carrera de un momento crepuscular o nocturno, como en el arcade original (que ademas estuvo un tiempo cerca de mi casa), hubiera sido suficiente para emocionarnos un poco y expandir la idea metal del juego. Uno tiene la intuición de que el programador lo debía tener previsto y hasta medio hecho (dado que forma parte vital del espíritu del juego), y que las prisas por su publicación lo dejaron finalmente como lo recibimos. Te deja el regusto de entender que no les interesaba hacer nada más pulido, aun pudiendo hacerlo, porque esto del Spectrum estaba llegado a su fin y ya no necesitaban promocionarse ni invertir en sí mismos ni en su reputación. No iban a echar a perder su nombre, eso estaba claro, pero ya solo trabajaban para pescar en un caladero asegurado y en proceso de extinción. Para mi este juego refleja eso. Y todo esto no quita para que pasara mis buenos ratos con él. Aunque eso de tener el arcade original cerca y verlo todos los días…. umm… no se si, en este caso, pudo favorecer mucho la generosidad y comprensión con la que asumíamos la relación con nuestro Spectrum… un buen juego, no cabe duda,.
Al final muchas veces esto es cuestión de gustos o sensaciones pero lo que es seguro, ignacio73 es que tus valoraciones siempre son interesantes. 😉