
Hola a todEs. Os ruego que me permitáis un inciso, que dará pie al pasatiempos que os ofrezco a continuación.
Hace bastante que no escribo ni aquí, ni en público, al margen de algún grupo de wassap en el que sobre todo hay puñaditos de amigos indulgentes con mis tonterías. Como deben ser los amigos. La última vez que escribí exponiéndome al azote o a la indiferencia -bendita indiferencia- de cualquiera, publiqué una novela que me dio muchas alegrías.
Pero el mundo siguió girando… y de qué manera. Si ya estaba el ambiente bonito, por no extenderme, pasaron: Trump, una pandemia, un bisonte en el congreso de los EEUU, volcanes y la «Putinada» que llevamos encima; que ya veremos si no acaba peor. Nuestras lenguas también han cambiado, válgame el Señor juzgar esto pues creo que mi opinión no vale nada, ni es asunto de nadie aparte de mí mismo.

Las ordas del pensamiento único están en armas, hirviendo como el planeta, y es absolutamente imposible unir dos letras en un folio o en la pantalla de un ordenador, sin ofender a nadie. Malos tiempos para la lírica. Cada uno reacciona al estrés a su manera. En mi caso los malos tiempos me han producido, además de un jodido acúfeno, una involución de ciertas partes del cerebro primero a los noventa, y luego a los ochenta. Así que perdonadme si en adelante olvido de vez en cuando esto del “todEs”, que no es por maldad sino por ignorancia, y por bruto que es uno. Soy un borrico pero tengo buen fondo.
Total que con una parte de mi cabeza involucionada en 1988, como el chavalín de 11 años que fui, de vez en cuando le doy al Spectrum. Pero las teles de ahora son mucho mejores, dónde va a aparar. O por lo menos más grandes, eso lo tiene que admitir hasta el más talibán. Y aquí entran en juego dos factores importantes: el ingenio y que ya no tengo prohibido andar con juguetes peligrosos, como el soldador de estaño.
En 1988 llegó a casa el primer ordenador que pude tocar. Tenía una zona de conectores con mil posibilidades, pero ni se me ocurría enchufar un cable de más. Uno de los enchufes, redondo y con ocho agujeritos pequeños, decía “RGB”. Lo vi la primera vez, incluso llegué a enterarme de que servía para monitores o algo así, y simplemente lo borré de mi memoria. Si ya tenía colmadas mis ansias de ordenador jugando al Fernando Martín, ¿para qué arriesgarme a estropear lo que ya era perfecto?… y hasta 2022 ni volví a reparar en ese extraño manojo de agujeros, la verdad.
Los últimos coletazos de mi afición por el Spectrum ya habían producido algunos juegos en AGD, “Chiquito, Pecador de la Pradera” está del carajo, por cierto, y me apetecía probar algo: fabricarme mi propio cable RGB-Euroconector para conseguir el milagro de unir en condiciones una televisión plana moderna con el viejo Spectrum. Había visto ese cable en otros sitios, se vende y no es demasiado caro, pero yo quería hacer algo diferente.
Cuando uno empieza de cero en algo tiene que plantearse qué está probablemente a su alcance y qué no. En ocasiones te puedes equivocar en parte, y tirar de ingenio; este fue el caso. Lo primero fue localizar las especificaciones técnicas del conector RGB del Spectrum. La sorpresa fue descubrir que se trata de un conector usado en consolas, como la Sega Megadrive, y que no todos los modelos de Spectrum funcionarán con el mismo cable. Así que tengo ya en mente un conector universal, que, con interruptores u otro sistema más o menos rudimentario me permita usarlo en varios aparatos. Pero esa es otra historia; prometo compartir el esquema si lo consigo acabar.
El conector es un DIN de 8 pines tipo 45326. Os paso un pdf con las especificaciones y más información útil. El Spectrum lleva el hembra y necesitamos comprar uno macho para el montaje del cable. Al otro lado necesitaremos el euroconector, que tiene 21 lineas; 20 de ellas son las conexiones propiamente dichas. Mientras seguía dándole vueltas al otro invento, y sigo, monté un cable rgb-euroconector de 3 metros. Era un objetivo secundario al principio, pero viendo que lo primero se me iba a complicar y que los resultados del cable largo fueron espectaculares… pues contento con lo conseguido hasta el momento.
Como os comento, varios aparatos llevan este tipo de conexión DIN 8 pines. La diferencia entre ellos es que cada pin porta una señal, principalmente las de video y sonido, en su lugar propio y específico de cada ordenador o consola. Al otro lado el euroconector es un sistema común, hasta lo que sé sin diferencias entre televisores. En este caso he probado el montaje en una tele plana moderna y en otra de tubo con 30 años y va de maravilla en ambas.
El cable debe tener 8 líneas internas; con 7 es suficiente. No vamos a utilizar los 21 conectores del euroconector. Yo me limité al modelo +2A/+3, pero los 128 o el +2 Gris llevan sus propias “recetas” de conexiones, que podéis consultar en el pdf que os paso. Además necesitaremos dos resistencias de 330 Ohm, que se pueden comprar en tiendas de electricidad por pocos céntimos. La mía, aquí en Sevilla, me da la factura en euros y en pesetas y eso me inspira confianza; ya veréis vosotros si os queréis arriesgar en otros sitios.


Ahora un poco de ingenio. Soldar cables minúsculos en los pines de la conexión DIN no es nada fácil. Lo intenté y me salió fatal. Ya había previsto esta dificultad, de modo que había encargado previamente por Aliexpress un cable de 50cm macho-macho DIN 8 pines tipo 45326; cuesta entre 2 y 3 euros. Sencillamente lo corté por la mitad y abrí el árbol de cables que llevaba dentro. Con el polímetro, colocando en el conector uno de los lápices de testeo y en los cables el otro lápiz, fui haciendo el mapa de color del cable / pin correspondiente. No sé si los colores son un estándar; me da la impresión de que cada fabricante lo hace como lo parece. Son 8 cables internos para pines, y suele añadirse una “masa” que va al marco del conector.
El euroconector funciona de manera similar, pero con 21 cables (20 para conectores+1para masa). Se puede hacer uno el mapa de los cables/conector con un poco de paciencia. No es difícil. En mi caso sí conseguí soldar en un euroconector “virgen”, sin cable montado previamente. La primera experiencia, por otra parte, la hice con un euroconector completo que corté y “desguacé” para hacer el mapa de sus cables/conectores. Suena complicado, pero es cosa de echarle un poco de paciencia.
Dentro del euroconector “virgen” que conseguí soldar, pude ocultar las resistencias de las tres señales de vídeo R, G y B. Pero la primera vez puse esas resistencias más arriba, en el cable.
Os dejo la receta de las conexiones para un +2A/+3. Yo soldé con estaño, retorciendo antes los extremos de cobre con cuidado y soltando una gotita encima, pero sé que existen pastas de soldadura en frío que, a modo de pegamento, conducen perfectamente la señal. Finalmente rodeé con un poco de cinta aislante las uniones, en cables y pines. Si hubiera realizado soldaduras perfectas seguramente no habría sido necesario encintar los pines soldados, ya digo que en el DIN 8 me resultó imposible y acabé tirando del plan B, pero no doy para más.


¿Qué más puedo decir?. Ah, el coste: alrededor de 6 a 7 euros; mi euroconector era metálico y me puse en los 7. La primera experiencia la hice con un euroconector de plástico barato que no resistió mi ímpetu, y se cascó. No es electrónica profesional sino amateur; este pasatiempos no es más que eso, un buen rato de cacharreo con el que eché un par de tardes estupendas, y el resultado es el que véis. Así que niños: no hagáis esto en casa si la supervisión de un mayor experto.

¡Saludos Spectrumeros!
Firma: Manu Sevilla
Accede aquí a la segunda parte del taller práctico Cómo hacer un cable Euroconector para Spectrum (Parte II).
No todo va a ser software. Este tipo de artículos siempre son interesantes.