
¿Te gustaría tener este Spectrum 100% tuneado y único en su especie? Se trata de un Recreated con Raspberry Pi integrada pensado para ser un Spectrum moderno con hdmi, bluetooth y usb. El software que incluye permite seleccionar entre una selección de juegos con videopreview para que sepas de cuál se trata.
Este regalo de José Ramón es un trabajo personal y artesanal único que esperamos algún día pueda estar a la venta a pesar de sus enormes dificultades para producirlo. Quizá nuestro regalo más valioso puede ser tuyo siempre y cuando hagas lo siguiente:
Envíanos un texto breve entre 100 y 200 palabras contándonos cómo fue tu primer contacto con el Spectrum. Si antes de que te lo compraran pudiste probarlo en casa de un amigo o un vecino queremos que nos lo cuentes. O si tu primer contacto fue cuando lo desembalaste, también. Publica tu texto en esta misma entrada, mándanoslo a la cuenta de correo elmundodelspectrum@gmail.com o mándanoslo por Facebook. Si lo pones en esta entrada te recomendamos escribir el texto previamente en otro sitio para pegarlo a continuación en la caja de comentarios. Recuerda que has de ser un usuario registrado para que podamos contactar contigo.
En el próximo podcast leeremos los que más nos gusten y daremos el ganador. Tenéis de plazo hasta entonces. Avisaremos con antelación en la web y en las redes sociales.
Sólo lo había visto en revistas. Era la máquina favorita del fotógrafo de Micromanía que nunca ponía fotos de mi Amstrad CPC. Era ese ordenador del que no paraba oír hablar y no había visto. Hasta que llegaron las navidades y a mi prima le regalaron un 128k. Acostumbrada a las películas ella lo cogió y escribió directamente: "Dime la capital de España" y la respuesta que obtuvo hizo que el ordenador pasara a mis manos, que fueron muchas más agradecidas.
Una de las mejores cosas de nuestro Spectrum era la experiencia compartida (físicamente compartida). Usarlo, en un teclado pequeño, usualmente en pantalla pequeña. Programando colaborativamente alguna tontería o jugando. Turnándonos las teclas o en la misma pantalla, o en innovadoras pantallas partidas. Arremolinados, clavándonos los codos para apretar las teclas de dos extremos de teclados sin cursores ni teclados numéricos aún. Los joysticks llegarían mucho después en la comunión si tenías algún pariente con más poderío económico. No es casual pues que el primer contacto (una partida de muchos miles que le seguirían) fuera en casa de mis queridos primos, donde mi primo mayor me cambió la vida para siempre. Fui de los pocos que al llegar al instituto tenía claro a qué me dedicaría, a la informática, y ese ha sido mi camino vital desde entonces. Gracias, primo, gracias Sir Clive.
Rondaba 1985 cuando me compraron mi Spectrum. Era un flamante plus, con teclado profesional, para poder "estudiar". Yo tenía 13 años por supuesto no podía estar más ansioso por cargar mi primer juego.
Los instalamos enchufado a una tele en blanco y negro de 12" (que les había tocado a mis padres en una rifa), apoyado sobre el mueble de la máquina de coser.
El ordenador venía sin juegos, así que los primeros días disfruté de la cinta Horizontes que venía incluida y me eché mis primeras partidas al juego del muro. Ese mismo fin de semana acompañé a mi padre al rastro de madrid, y por 125 pesetas cada uno me compré mis primeros juegos, el ghostbusters y el kokotoni wilf.
Como mis padres trabajaban, era mi abuela la que me preparaba la merienda, y mientras tanto yo utilizaba el radiocasete donde ella escuchaba el programa de Elena Francis para cargar mis juegos.
Esa semana me la pasé disfrutando de mis flamantes nuevos juegos (con portada fotocopiada). Nosotros no teníamos muchos deberes (que yo recuerde) y como mi colegio estaba lejos de casa no tenía amigos, así que mis tardes me las pasaba jugando.
Para mi el spectrum sabe a bocadillos de chorizo con mantequilla y suena como el programa de Elena Francis.
Mi primer contacto visual por que no me lo dejaron tocar, con un spectrum 16K, fue en casa de mi tío Joaquin donde le vi en su estudio de arquitectura, haciendo unos planos con la ayuda de un spectrum, antes de hacerlos en la mesa de dibujo. Después de eso lo pude disfrutar en Tarifa donde otro tío mio y su hermana (mi tía) le dictaba código maquina para meter unos pokes para un juego. Los primeros juegos que pude jugar fueron el pinta rayas y el Horace goes Skiing, el Horace and the Spiders, Jet Pac, cookies y el Pssst. Todavía los conservo.
Lo primero darte las gracias por tu gran dedicacion a este mundo tan dificil de la informacion totalmente gratuita.
1977 es mi año de nacimiento , y ya soñaba con la informatica dentro del vientre de mi madre. Osea que cuando pude tener la edad para saber tocar un ordenador personal de mas de 1k les pedi a mis abuelos, que eran los que no se resistian a nada que me salia de la boca a comprarlo , que me compraran un Zx Spectrum 48k y asi hicienron , trabajaban en las islas canarias por motivos de construccion, y cuando vinieron a una visita en navidad me lo regalaron , recuerdo el momento de conectarlo como si fuera hoy mismo, sin lector de cinta, solamente con el libro de codigo y poco mas . Hasta el dia de hoy que me considero en loco denl tecnologia. Podria seguir escribiendo y redactar un libro de mas de 1000 paginas vicidas con mi zx spectrum pero paro para no hacerme cabsino. Un saludo y suerte a todos pero presiento que el regalo me va ha tocar a mi . Zx spectrum forever !!!
Pues ya mi memoria no alcanza a relatar los hechos con exactitud, pero creo que el verano del 85, donde iba a veranear, mi tio me enseñó un 16k con un juego que juraría que era como un nemesis pero no es ese por el año. Quedé asombrado de lo que acababa de ver con 5 añitos.
A raíz de ahí la insistencia en mis padres se hizo continua para que me compraran un spectrum. Pero no fue hasta las navidades después de mi comunión, que me regalarón un +3. No se como lo hicieron, siendo una familia muy humilde, pero allí estaba con sus juegos en disco; phantomas, game over, camelot warriors y uno para pistola que me fascinaba, el bullseye.
Luego vinieron los intercambios con cintas y un comuptone que luego cambiaría por un sony tcm-818 para poder cargarlos.
Aquello supuso la semilla para que su hijo trabajara de mayor como administrador de sistemas.
Mi primer contacto con el Spectrum lo tuve en casa de un amigo de mi hermano mayor, un verano, allá por 1984. Tenía yo unos 14 añitos.
Nosotros solíamos ir a su casa a jugar con él y una tarde allí estaba, un Spectrum 48K, un gomas.
Me quede flipado, no entendiía muy bien como conseguía pasar de un texto (un simple listado en BASIC) a un paisaje con un avión con solo pulsar una tecla de aquella "maquina de escribir".
Estaba copiando un listado del Microhobby y lo lanzaba a ejecutar. Pero casi me caí de espaldas cuando va y me carga el Scuba Dive y veo que el tío es capaz de manejar el buceador como le parecia.
A mi me parecio el no va mas, eso de poder ser tú el protagonista de tus propios dibujos animados. Poder controlar al protagonista de forma total.
Esas Navidades, mis padres nos compraron mi primer Spectrum, un Plus. Trsa mucho darles la brasa accedieron y yo recuerdo estar “entrenando” con el teclado en una foto de una revista del Spectrum.
Mi primer contacto con el spectrum fue en casa de un amigo. Me pilló tarde, soy del 79, y ya había máquinas más modernas por aquel entonces pero a mí me encantó ese +2A de Amstrad con cassette incorporado. Aún sin tener el mío propio, compartía con mi buen amigo Rafa la lectura de las revistas Microhobby, y con su hermano Paco un inicio a la programación en Basic. Mi familia pasaba problemas, y nunca llegaba la hora de que yo tuviese mi propio ordenador. Me conformaba con admirar las máquinas de mis buenos amigos del colegio… el gomas de 48k de Alfonso… el Amstrad CPC 464 de Fran o el increíble Amiga 500 de Gaspar, pero ninguno como ese Spectrum, peor, y a la vez mejor que la mayoría de máquinas de mis amigos. Incluso mejor que la Master System de importación de Raúl porque… ¿Podías programar tu propio juego en una Master System?. Finalmente, con casi 13 años mi Spectrum llegó. Viví los años de su canto de cisne… fue comprarlo y a los 6 meses cerró la mítica Microhobby. Pasé unos años estupendos exprimiendo esa máquina que aún conservo intacta, y os aseguro que ninguna de las otras que vinieron detrás… tanto ordenadores como consolas, me hicieron sentir tantas cosas como ese ordenador oscuro con ese teclado tan chungo.
Mi primer contacto con el spectrum fue en casa de un amigo. Me pilló tarde, soy del 79, y ya había máquinas más modernas por aquel entonces pero a mí me encantó ese +2A de Amstrad con cassette incorporado. Aún sin tener el mío propio, compartía con mi buen amigo Rafa la lectura de las revistas Microhobby, y con su hermano Paco un inicio a la programación en Basic. Mi familia pasaba problemas, y nunca llegaba la hora de que yo tuviese mi propio ordenador. Me conformaba con admirar las máquinas de mis buenos amigos del colegio… el gomas de 48k de Alfonso… el Amstrad CPC 464 de Fran o el increíble Amiga 500 de Gaspar, pero ninguno como ese Spectrum, peor, y a la vez mejor que la mayoría de máquinas de mis amigos. Incluso mejor que la Master System de importación de Raúl porque… ¿Podías programar tu propio juego en una Master System?. Finalmente, con casi 13 años mi Spectrum llegó. Viví los años de su canto de cisne… fue comprarlo y a los 6 meses cerró la mítica Microhobby. Pasé unos años estupendos exprimiendo esa máquina que aún conservo intacta, y os aseguro que ninguna de las otras que vinieron detrás… tanto ordenadores como consolas, me hicieron sentir tantas cosas como ese ordenador oscuro con ese teclado tan chungo.
Si bien mi memoria siempre está deseosa de jugarme malas pasadas, puedo recordar la primera vez que vi un ZX Spectrum. Fue en casa de una tía de mi madre. Su hijo, bastante más mayor que yo, tenía en su habitación un flamante Spectrum 48K.
Ese día cargó un juego a través de la cadena de música que poseía y que también le servía para hacerse “copias de seguridad” con facilidad. El título en cuestión no era otro que el clásico de Dinamic conocido como “Freddy Hardest” y, como no podía ser de otra manera, se trataba de una copia pirata.
Recuerdo ponerme delante de la pequeña televisión CRT y apoyar mis manos sobre ese delicado teclado para jugar. Me había configurado las teclas y no tuve más opción que utilizarlas. Salto a salto, partida tras partida, esa misma tarde superé la primera carga. Sí, tuve suerte para ser un título español, ¿verdad? 😉
La verdad es que no recuerdo exactamente cuándo fue mi primer contacto con un Spectrum. Aunque yo nunca tuve uno en propiedad, siempre había algún amigo o compañero de colegio que tenía uno y nos invitaba a su casa para echarnos nuestros primeros "vicios". El "gomas" era un buen reclamo para los que, cansados de jugar al fútbol en los recreos, nos quedábamos hablando con el afortunado poseedor de uno para que nos contase cuál era el último juego o, lo más importante, cuándo podíamos pasarnos por su casa a jugar largo y tendido a ese Spectrum 48K…..
Pues mi primer contacto con un spectrum fue una vez -hace mucho- que un amigo de la familia trajo a casa el suyo y pasamos una tarde agradable jugando al Cookie y como poco después iba a hacer mi Primera comunión pues mis padres me regalaron uno (snif, snif).
Mola la iniciativa! Allá va mi experiencia.
Mi primer contacto con un Spectrum fue en casa de Rafael, un amigo de mi padre. Yo tendría más o menos unos 5-6 años y me pareció muy intrigante ese pequeño artefacto (era un gomas) conectado a la tele. El juego que estaban poniendo era el Fred, lo tengo grabado en la mente.
El cachondo de Rafael me convenció que había un chino dentro de la tele y transmitía los movimientos del personaje desde gomas a la tele. Pero… ¿y le dáis de comer? Ains, inocencia infantil xD
Al cabo de un par de años tuve mi propio Spectrum, un modelo 48k+ y uno de los primeros juegos que tuve fue el Fred. Desde entonces siempre ha sido mi juego favorito (con el Batman Caped Crusader, of course). Lo que nunca sabré es qué habrá sido del chino de dentro de la tele…
Mi primera emoción asociada al Spectrum fue de miedo. Sí, en serio. Yo nunca tuve un Spectrum. Me tocó un Dragon 32 que compró mi padre en El Corte Inglés. Mi contacto con el ZX fue en casa de mi tío y de mi tía en Requena (Valencia). Todos los veranos acudíamos a verles unos días y allí contacté con el ordenador de Sir Clive. Supongo que sería el año 84/85.
Recuerdo esperar unos segundos para que arrancara el juego y de golpe, ese ruido de chirridos electrónicos. Me asustaba. Cuando ya me había acostumbrado a esa peculiar tonadilla, de repente, se iba formando alguna imagen. Recuerdo la del Alchemist y la del Atic Atac. Mundos extraños y con unos seres del inframundo. Recuerdo estar cagado de miedo antes algunas imágenes pero emocionado por estar a punto de dirigir “algo” en una televisión. Esa experiencia se veía agravada porque cuando quería ir a jugar tenía que ir a una habitación que estaba al fondo de un largo pasillo, oscuro y alejado del núcleo familiar. Recuerdo pasar corriendo a través de él.
Sin embargo, y pese al miedo que me generaba, no pasaba un solo día que me largara a jugar con el ZX Spectrum de mis tíos.
Mi primer contacto con el Spectrum (48K) fue antes de que pueda recordar; mi padre se hizo con uno en los primeros años tras su lanzamiento, cuando yo tenía sólo dos o tres años. Recuerdo probar con él muchos títulos de MicroHobby que aún tengo en casa y de otras publicaciones periódicas, como VideoSpectrum y Software Magazine. Los juegos comerciales tardaron más en llegar a mi casa, no sin antes introducirme, gracias a mi padre de nuevo, en el mundo del BASIC, por medio de libros didácticos de código, empezando así (supongo) mi afición por la informática y la tecnología en general.
Mi primer contacto con un 16K fue años más tarde, en casa de un amigo, probando el juego Mythos, que nos sorprendía que pudiese ser ejecutado en esa máquina.
Los +2 y +3 (me salté los intermedios) ya sería cosa cercana a los 90, en casa de un segundo amigo, a donde por fin pude llevar esas cintas que mi 48K no podía correr.
Mi primer contacto con un Spectrum fue bastante tardío, a finales de los ochenta. Hasta ese momento, el primer ordenador al que tuve acceso fue el MSX2 de un vecino. Al suertudo le habían regalado el ordenador y un lote importante de juegos, y a pesar de que tenía títulos más “impresionantes”, nos enganchamos bastante a Freddy Hardest.
En 1989, mi hermano mayor –que por aquel entonces ya se había independizado- se compró un Spectrum +2A, y recuerdo perfectamente el primer juego que probé: Bloody. No era una maravilla, pero se me quedó grabado, igual que las revistas Microhobby y Micromanía que me fui comprando en aquella época.
Como era de esperar, y después de suplicar a mis padres durante unos meses, esas Navidades me regalaron un Sinclair Action Pack. Por fin pude jugar con Freddy Hardest tranquilamente en mi habitación… cuando me cansaba de pegar tiros a los soldados de Operation Wolf 🙂
Mi padre nos lo compró a mi hermana ya mi, allá por el 87, el +2a, con el pack de Dinamic (Phantomas 1y2, Camelot Warriors, Army moves, Nonamed, Game over) como éramos pequeños (mi hermana 11años y yo 8) el chico de la tienda de electrodomésticos nos lo dejó instalado con "Phantomas", me impactó. Desde entonces le tengo un cariño muy especial a ese juego. Recuerdo la ambientación medieval que me transmitía Camelot Warriors, la de tardes jugando a dobles con mi hermana al "mario bros" y cuando iba a tomarme un colacao mientras Abu Simbel se iba cargando.
Una tarde nos llevamos el +2 al campo de mi tía y después de agotar los juegos que entonces teníamos, mi tío, que sin tener ni idea, tecleeó en unas 2 horas en basic el "rebotes" que sale en el manual (un arkanoid básico y superadictivo). Estuvimos hasta las tantas jugando, todos queríamos probarlo!!! y lo peor de todo fue que no pudimos grabar el juego por falta de tener una cinta virgen, (teníamos que haberlo previsto antes y no a las 23h de la noche después de tanta sesión de juego!!) XD
Martes, 23 de abril de 1985. Podía parecer una fecha sin más para cualquier otra persona, pero sin duda no lo era para mí: aquel día cumplía 14 años. Para ser sincero, no me desperté poseído por aquellas mariposas que revolotean en tu estómago cuando presientes que algo muy bueno te va a suceder. Tampoco pasó nada excepcional en el colegio, ni en el comedor, ni siquiera mientras volvía por la tarde en el autobús.
Además, mis padres me habían advertido que últimamente no andábamos sobrados de dinero, por lo que mis esperanzas eran escasas cuando llegué a casa sobre las seis. 33 años después aún se me hace un nudo en la garganta al recordar el torrente de emociones que me provocó la visión de aquella caja negra que contenía el mayor de mis deseos: un flamante ZX Spectrum+.
No tardamos en conectarlo a la TV en color y cargar la cinta de demostración. Ahí estaban, por primera vez, las líneas de colores zumbando en el borde de la pantalla, el mítico pitido de carga, los minutos de espera, y por fin, mi primer juego en 8 bits, un clon del Breakout. La era de la informática había comenzado.
Chicos, os recuerdo que sólo serán válidas aquellas entradas que se hagan desde un perfil registrado. ¡Ánimo!
Navidades de 1984. Mi querido hermano mayor me lleva a una tienda de "Decomisos" donde veo aquel flamante Spectrum+ tan deseado por ambos. Siempre habíamos anhelado un ordenador y aquel fue el primero, nuestro gran amor. Aun cuando vinieran después muchos otros…
SINCLAIR RESEARCH LTD 1.982 Jamás olvidaré aquel mensaje de arranque y el cursor en pantalla esperando esa orden que nos condujera a un nuevo mundo.
Recuerdo la carga, después de mucho esperar, con las piernas junto al brasero en la mesa camilla con la faldilla subida por la cintura… de mucho esperar por culpa del radiocasete que estaba medio escacharrao. Finalmente consiguió que cargase nuestro primer casete, el programa VU3D. No digo nada cuando de madrugada (era sábado por fortuna) y con mi madre protestando apareció en pantalla el abrumador Manic Miner.
Existe la magia. Aquel día lo constaté, una magia que nunca olvidaremos los que la vivimos y que todavía podemos sentir en nuestro pecho con calidez.
30 de Diciembre de 1987. Mi padre acababa de cobrar la venta de unos corderos que habíamos vendido unos días antes. Después de más de 3 años dándole la tabarra para que comprara un ordenador, que me serviría para aprender informática (fue el germen sin duda de lo que ahora es la forma de ganarme la vida) mi padre, cuando llegó ese día a comer, me dio, no sin antes decirme con un poco de desdén que ya tenía lo que tanto ansiaba, seis mil duros, en billetes de 5000 pesetas. Hasta el día 2 de Enero de 1988, no pude ir a la única tienda de ordenadores que existía en Albacete en aquellos tiempos a comprar mi ansiado Zx Spectrum +2. Mi sorpresa fue cuando me dieron un Zx Spectrum +2A (que no sabía que habían sacado tan solo unos meses antes)
No recuerdo haber pagado después algo con tanta ilusión como aquel día. Entregué todos aquellos billetes y me devolvieron una moneda de 20 duros. Recuerdo que conseguí, no sin mucho suplicar antes, que me regalaran un juego. Phantis. Ese fue el primer juego que cargué en mi primer ordenador, al que tanto añoro, ya que muchos años después, alguien, me lo birló. Muchos años después, y gracias a EBay, he conseguido varios Spectrum (gomas, plus, plus 2 y plus 2A) pero aquel primer ordenador, del que tantos buenos recuerdos tengo, ya no lo podré tener. Mi Rosebud particular.
Gracias sorceneger
Ahora registrado!
Una tarde como otra cualquiera mi padre volvió de trabajar. Sin embargo aquella vez trajo consigo un Spectrum de 48k acompañado de un manual anaranjado que acabé leyendo de cabo a rabo, y de un puñado de juegos como Jet Pac, Chequered Flag o Maziacs. Poco imaginaba yo que aquella tarde sería un antes y un después en mi vida. A diferencia de lo que sucede hoy con las consolas, el Spectrum unió más a mi familia permitiéndonos compartir muchos ratos de ocio, ¡pues hasta mis padres jugaban con nosotros! Más adelante empezaron también las intensas tardes de juego con mis amigos. La verdad es que yo no sería la misma persona si mi padre no hubiese traído el ordenador a casa aquella tarde memorable.
Mi primer contacto con un ZX Spectrum fue sobre el año 1983, yo era radioaficionado en aquella época y un amigo con el que solía hablar todas las noches, una tarde muy excitado me dice ”Coge el coche y vente rápidamente para mi casa, que acabo de llegar de Lorca y me he comprado un Ordenador” . Yo que no había visto un ordenador en mi vida, aparte de los que había visto en algún banco cuando llegue y vi el “Gomas” no me podía creer que eso tan pequeño que parecía un estuche de colores fuese un ordenador, pero cuando lo conecto al televisor y lo puso en marcha quede alucinado, un año después tras ahorrar 42.000 pesetas de la época me compre el ZX Spectrum + lo usaba a escondidas que mi padre decía que eso no servia para nada y que se podía estropear la TV…
Mucha suerte a todos chicos. Ahí va mi historia:
"Dicen que la historia es la vida de las personas escrita por otras personas, y que a veces, la realidad puede distorsionarse o girar como lo hace una imagen a través de una lente. Es posible que tres lustros antes el hombre diera sus primeros pasos sobre la Luna, así se cuenta la historia, pero el vivo recuerdo que nadie podrá robarme jamás y que me acompañará hasta el final de mis días, es que aquel sábado de esa mágica primavera de 1984, por fin, el hombre había llegado a Marte."
Mucha suerte a todos, este fue mi primer contacto con el speccy:
Todos de niños hemos sufrido esa pregunta de la gente mayor tan repetida durante generaciones y generaciones:
– Que quieres ser de mayor?
Pués bien la primera vez que me encontré con esa rara máquina de escribir negra con teclado de goma y franja multicolor supé sin lugar a dudas que de primeras quería ser astronauta.
Corrían los meses finales de 1984 y mi padre por motivos de su trabajo viajaba bastante a las llamadas islas afortunadas, no sólo por lo envidiable de su clima sino que por aquellos años ochenta se podían encontrar auténticos chollos en cuanto a gadgets electrónicos, era el abay o el wallapop de entonces.
-Traigo algo nuevo, me han dicho que es un ordenador personal, nos servirá para llevar las cuentas de casa y ayudara a tu hermano mayor en los estudios.
– Y estas cintas son demostraciones y juegos que me han dado, algunas de regalo junto al aparato.
Y comenzó a sacar una serie de cintas aparentemente de música con dibujos multicolores y nombres que evocaban mundos desconocidos: Horizons, Pssst, Cookie, Tranz Am, Horace Hoes Skiing, Horace and The Spiders, Manic Miner, Ant Attack…
– Cual cinta probamos primero? – preguntó mi hermano mayor, Mira Papa esta que pone Chequered Flag es algo de coches o que tal esta que pone Chess a ti que te mola el ajedrez?
Pero el peque de la casa ya se les había adelantado y cogí esa maravillosa cinta con aquel viajero espacial disparando su arma laser multicolor y la meti en el reproductor casio y le dije a mi hermano que pusiera eso tan raro que ponía en el manual:
Load ""
Beeeebbbbbbbiiipp
Program : JETPAC
Llego mi padre como todos los dias a las 4 de la tarde del trabajo, con una caja en el interior de una bolsa, de repente mis hermanos se revolucionaron, con una alegria desmesurada, a mis 7 años no comprendia que pasaba, arrebataron la bolsa a nuestro padre y nos fuimos todos a la habitacion. Fue en ese momento cuando un flamante Zx Spectrum+ aparecio en mi vida para quedarse. Tras montar el speecy en la television en blanco y negro nos llevamos la primera en la frente, el radiocasete hacia ruidos, pero no cargaba nada, tras dejarme claro mis 2 hermanos mayores que no tocase nada, bajaron un tramo de escaleras a casa del vecino que ya tenia un gomas para consultarle por que la cinta de usuario no cargaba. Subieron con el vecino con su "Datarecorder", lo conectaron, acto seguido empezaron a oirse unos ruidos (hoy los considero musica celestial) y a salir unas rayas. El primero que pusimos fue el del laberinto que habia que ir pintando el recorrido, creo que fue en ese momento cuando me enganche de por vida al Spectrum. La fecha fue en Junio del 85 ya que al dia siguiente compramos el primer micromania en el kiosco.
Me gustaria tener una imagen nitida de como se me ocurrió comprar mi primer Spectrum, pero es que no me acuerdo ni de lo que comi ayer.. jeje… Bueno, más o menos creo recordar que mi vecino me dijo que un familiar suyo se habia comprado una maquina bestial de juegos así ue le pedí por favor de poder ir a verlo, la cuestión es que lo que más recuerdo es ver el Camelot Warriors y ese juego se me quedó grabado.
Asi que ya sabia que queria un Spectrum a toda costa!!, por aquellos años rondaba el año 85 y yo tenia unos 10 añitos, en Mataró donde resido si querias conseguir algo similiar tenias que salir a la aventura a la capital catalana, Barcelona, asi que fuí a la aventura. Eso sí, unas de las cosas que si tengo un grato e inolvidable recuerdo es verme con mi madre, subidos al tren que va camino de Mataró a Barcelona, yendo hacia el Puerto de Barcelona, y luego volviendo con mi Spectrum 48k+ (versión inglesa). Gracias Mamá, no sabes lo feliz que me hiciste!!!!!
Poco a poco fui consiguiendo mis primeros juegos y mis mejores recuerdos los tengo de pequeño gracias a este ordenador inolvidable.
“El Spectrum es magia, y por eso entro en casa el día más mágico del año.
Fue Baltasar el que esa noche cambio mi vida, y lo hizo, dejando una maravillosa máquina oculta tras la cafetera de la cocina. Como todos los años, ese día me levante muy temprano, y alucine con todos los regalos que esos tres reyes me habían dejado, pero lo mejor estaba por llegar… Solo cuando mi padre insistió en que preparase el café del desayuno pude sentir esa emoción de descubrir que “el gomas” estaba en casa.
Las comidas familiares de ese día retrasaron el estreno, pero a las ocho de la tarde llego mi momento: mi salón, mi televisión, mi Spectrum, y mi primer juego, el Jetpac. Teclee Load “”, y escuche esos pitidos que eran para mi como música celestial. Pero el sonido acababa una y otra vez, y esos bordes de colores seguían en la pantalla, ¿que ocurría?, ¿estaba mi nueva máquina estropeada?….NO !!!, simplemente que, con mi inexperiencia y mis nervios, no sabía que existía un cable, negro y gris, que conectaba mi casete con el EAR y el MIC de mi ordenador.
A pesar de esto…, fue un día mágico…, y lo sigue siendo treinta y tres años después. Gracias Spectrum.”
Mediados de 1985, como chica entonces adolescente, mi primer contacto fue por culpa de mi hermano el pequeño.
Yo tendría unos 15 años y era la típica chica que le gustaba pintarse, arreglarse, jugar a la cuerda, cosas de chicas y algunas también para chicos, quería tener novio como algunas de mis amigas.
Un día a mi hermano le regalaron una cosa cuadrada negra que parecía una calculadora pero que hacia un ruido parecido a una canción de Los Ramones.
Al ser yo la mayor y después de decirme que esto no era para chicas, aprendí como cargar los juegos pese a mi hermano, pense que serian juegos también para chicas, pero me di cuenta que no, eran otros tiempos.
Mi primer juego era horrible y venia con el ordenador, no recuerdo el titulo pero la portada era aun peor. Un compañero de clase "seguramente para ligar", me dejaba cintas de 60 con su mejor sonrisa, probando juegos, sin yo saberlo empezó a gustarme cierto genero de juegos, de plataformas con enigmas que resolver.
Era buena estudiante y lista, y los famosos juegos de "Wally" me encantaron, sin ayuda de revistas incluso terminé alguno de ellos, gracias a esa caja negra aprendí mucho, un mundo "difícil" para chicas, eran los inicios de la informática y por lo menos yo no me quedé atrás.
Por cierto odio el "Tetris", no es un juego para chicas,
Mi hermano se olvido de la caja negra, no se que pasó con ella ni con los juegos, me casé y me mudé.
Nunca olvide esos juegos y gracias a paginas como esta, un día de estos volveré a jugar a los " Wally ".
Gracias “Pedro” por dejarme tus cintas de 60, donde quieras que estés, te mando un beso.
Gracias “ Caja negra”, y tu verdadero nombre:
“Sinclair ZX-Spectrum“
Año 1985. Mi hermano y yo (10 y 12 años) repartíamos nuestro tiempo de ocio entre la Atari 2600 y la sala de recreativos. Un día nuestro padre nos ofreció acompañarle a una exposición con el sugerente nombre de FISEX. “Está dirigida a un público adulto y empresas del sector, pero puede que encontréis algo interesante”, especificó. Asentimos al unísono, los ojos como platos, sin salir de nuestro asombro. Mi padre siempre fue un hombre de mente abierta, pero lo cierto es que por aquel entonces aún no habíamos tenido “la conversación” y nos pareció que se estaba saltando algunos pasos. Durante el trayecto, recuerdo susurrarle a mi hermano, entre risas nerviosas: “prepárate, que esto va a estar mejor que la sección del fondo del videoclub”. Nada más pisar la entrada, la decepción: un sobrio cartel anunciaba la Feria de Informática y Servicios a las Empresas de Extremadura. Sin embargo, el desengaño inicial pronto se convirtió en una voluptuosa experiencia cuando en un stand descubrimos un suntuoso ordenador con teclas de látex, digo… de goma. En la pantalla, unos gráficos despampanantes (los del Atic Atac) nos descubrían un nuevo mundo de sensaciones. Así de maravillosa fue nuestra “primera vez”.
En 1984 yo ya conocía las maquinitas de los bares y las pequeñajas de bolsillo, e incluso había jugado con la Atari de unos amigos, pero no tenía muy claro qué era ni para qué servía un ordenador. Me fascinaban, y me imaginaba que con ellos podías hacer lo que quisieras con sólo teclearlo.
Recuerdo como si fuera hoy el día en que mi padre trajo la primera Microhobby (¡qué portada!), que leí una y otra vez a pesar de no entender casi nada de lo que ponía. Acababa de conocer a un amigo que me acompañaría sin falta cada semana, quincena o mes.
Una de las cosas que más me gustaba era el curso de Basic por entregas, que separábamos con la idea de encuadernarlo. Pues en este curso salía una foto a doble página de un precioso cacharro con un montón de botones con cosas rarísimas escritas, que inmediatamente se convirtió en mi primer ordenador. Gracias a él pude ser espía, astronauta, ladrón de bancos…
No mucho después, en las navidades de ese mismo año, ocurrió algo mágico, y es que mi ordenador de papel se convirtió en uno de verdad. Y me enamoré.
Siendo muy niño, una tarde de paseo junto a mi padre,
me llevó frente a un gran escaparate de cierta juguetería
y me dijo ke eligiera mis reyes. No sé por ké, pero de
akella cantidad inmensa de juguetes de todo tipo, mi vista
y mi deseo aterrizó sobre una cosa negra con muchos botones.
Mi respuesta fue inmediata; "kiero eso", sin dejar de señalar
akél engendro ke me fascinaba. No, no era un z80, pero algo
en mí había empezado a germinar.
Pasados los años cayó en mi mano un catálogo de juegos para
ordenador. Fantaseaba escudriñando akéllas carátulas mágicas
ke en mi cerebro desencadenaban en mil y una aventuras.
Después de unos días, ya sabía ke micro conseguiría… un
Spectrum. Hasta el nombre era mágico. Poco tiempo después
pude disfrutar de una k7 llamada Horizontes, frente a mi
flamante Inves+. Desde ese día me considero felizmente casado
con la informática… aunke un tiempo después conocí a otro
amor llamado Amiga… pero eso es otra historia. XD
Mis padres me regalaron un + cuando tenía 10 u 11 años, no recuerdo con exactitud.
Sí que recuerdo que lo compramos en el decomisos que había antiguamente en la calle Arenal, en Madrid.
Recuerdo también que estuvimos a punto de comprar un QL!! no sé cuál fue el motivo, pero al final nos decidimos por el Spectrum.
Nada más llegar a casa lo conectamos al televisor y a un radio cassette que teníamos por casa y cargamos uno de los juegos que venían, el Panama Joe. Siguiendo las instrucciones del librito que venía con el ordenador, tecleamos aquello de LOAD "", y magia, en la televisión comenzaron a aparecer unas lineas extrañas y a sonar unos pitidos hipnotizantes.
Después de unos minutos interminables empezamos a jugar y nos tiramos hasta bien entrada la madrugada consiguiendo llaves y saltando serpientes.
La verdad es que diría que mi vida cambió a partir de ese día, mi pasión por los ordenadores se la debo a esa cajita negra con botones y a mis padres, por supuesto.
Principios de los 80 y los primeros juegos aparecieron en las cafeterías, el primero en blanco y negro donde tenías que defender la ciudad de los meteoritos o misiles que caían con fuego anti-aereo, manejando con un trackball, luego el destructor que tenía que destruir con cargas de profundidad las flotas de submarinos que le venían por izquierda y derecha…
Cuando mis padres abrieron una cuenta de ahorro en el banco de Bilbao, que por un depósito de 200.000 ptas te regalaban una motocicleta o un Spectrum 16k, yo elegí el Spectrum para sorpresa e incredulidad de mi padre, que insistió durante varios días con la motocicleta hasta que desistió viendo que el niño no entraba en razón. El niño nunca había visto el Spectrum antes, fue un flechazo, amor a primera vista. Aún recuerdo con cariño la primera tarde que pasé con él, dibujando cuadrados de colores en la televisión, probando la cinta Horizontes con los juegos de el Muro y los Pulpos…
Pasaba horas tecleando código de la revista Microhobby para jugar un rato, algo impensable hoy en día, incluso con juegos grabados se tardaba entre 10-15 minutos en cargar si todo iba bien y no había que volver a empezar, pero ideal para familiarizar a un niño con ese código que se convertía en magia.
Casualidad o no, el Spectrum llegó a mí con apenas 12 años y desde entonces supe que quería dedicarme a los ordenadores, terminé estudiando informática y sigo teniendo mi Spectrum guardado como un tesoro, tesoro que no funciona porque un funesto día el transformador se rompió y al llevarlo a arreglar le debieron meter más amperaje y aún tengo el olor del plástico quemado que salía de mi primer ordenador.
Mi primer contacto con el Spectrum fue también mi primer contacto con mi amigo Gil, otro inadaptado que se sentaba detrás en clase y que me recibió con una chincheta en la silla porque yo repetía 2º de EGB y estaba en un nivel inferior (si cabía), al poco tiempo ya estaba en su casa cargando cassettes y cogiendo ese joystick incómodo negro de botones rojos, todo lo compárabamos con la cabina de Afterburner que era lo más desarrollado en el momento.
Al instante quise tener un microodenador y estuvimos en casa para conseguirlo como un año o tal vez dos, nos compraron un Amstrad CPC464 a lo que Gil me respondíó… bah, el mío tiene 128k.
Mi primera experiencia con el Gomas es uno de esos lugares a los que mi mente se escapa sin remedio para revivir una noche mágica de 1984.
Era viernes, invierno, las ocho de la noche en la urbanización de Alicante donde vivíamos. Mi madre, mis hermanas y yo esperábamos impacientes que se hiciera la hora del “Un, Dos, Tres”. Y sin embargo el mundo, mi mundo, cambió en cuanto entró mi padre por la puerta con una caja repleta de sorpresas que un técnico de su trabajo en Rank Xerox le había vendido: ¡¡Un Spectrum 16k!! con unos cuantos programas y revistas… Magia hecha pixel.
No teníamos ni idea de cómo cargar los programas, y mi hermana mayor tuvo que llamar a un amigo para que le indicara la palabras mágicas: LOAD”” ENTER.
Ni nos acordamos de la Ruperta ni de los Sufridores en Casa, se nos hicieron las tantas de la madrugada jugando los programas de Investrónica: El Pintor, Winged Avenger, Cowboy (High Noon), Tiro al Blanco y Horacio Esquiador. Esa noche volví a nacer gracias a que mi padre entendió (como decía la canción de Radio Futura) que “el futuro ya está aquí”. ¡¡Gracias Sir Clive!!
Recuerdo cuando un vecino tenia un 48k y ver esos juegos y esos pixeles moverse en pantalla me llamaron la atención lo suficiente como para estar casi todas las tardes en su casa, pero supongo que no seria solo verlos, también escucharlo, recuerdo el juego de manic miner con su musiquilla mientras se jugaba, todo un encanto.
unos meses más tardes, mi padre me regalo para la comunión un Spectrum +2, no es el que tenia mi vecino pero me venia con 6 juegos que fueron suficientes para comenzar cogiendo cariño a una de las maquinas con más encanto que conservo.
No estoi registrado, y con tantas historias, no creo que la mia sea la vencedora….Pero la contare.
En aquellos tiempos en que apenas llegabán productos a las tiendas, y a precio prohibido, tenia un amigo alemán que sus padres le comprarón un zx spectrum 48k, era la envidia de la barriada, todos quedabamos en su casa para jugar, me llamo la atención el juego mitico " Atic Atac " por primera vez, jugandolo en su casa.
La envidia era maxima, pero que se podia hacer….De viaje a andorra, consegui comprarme uno y pasarlo, no existián los envios internacionales como hoy en dia, ni drones….Que gozada al llegar a casa, conectarlo y poner el juego de casette " Sabre wulf ".
Increible que con solo 48k se disfrutara más que hoy en dia con los smartphones y consolas de ultima generación, erán juegos adictivos, tenias la maquina recreativa en casa.
Lo unico malo, era que a veces…Al terminar la cinta…Error….Pero eso ya es otra historia, de muchas batallas entre el casette y el zx spectrum !!!!
Suerte al ganador o ganadora!!!! Se llevara una maquina para dar envidia a los colegas de antaño!!!!
Bye!!!!
Mi padre fue informático.
Esa frase puede sonar normal ahora, pero para alguien que nació en el 41 en un pequeño pueblo de Granada fue todo un logro.
Amaba su profesión y yo, casi desde la cuna, seguí su camino.
Con seis o siete años jugaba con los PCs de la oficina y aprendía la diferencia entre constantes y variables. Con ocho, gracias al dinero de la Comunión, llegó por fin el Spectrum. Probablemente fue un febrero del 85.
Aún tengo en mente la imagen del área de tecnología del Carrefour de San Pablo de Sevilla, a la que llegamos mi padre, mi hermano, y yo, a buscar un gomas. En su lugar nos llevamos una flamante caja con un nuevo Spectrum que ahora se llamaba Plus.
Pasamos meses (o a mí me lo parecieron) en los que nuestro universo lo conformaban la cinta Horizontes y los listados del manual, que tecleábamos a ocho manos entre todos los hermanos.
Poco a poco llegaron los juegos: Skool Daze me enseñó un colegio donde por fin encajar, Jet Pac me enseñó a volar, y tras estos llegaron muchos otros mundos, que a día de hoy aún sigo descubriendo.
Tenía 4 años cuando llegó a mi casa ese aparato, se lo regalo un amigo a mi padre, me quedé prendado de las carátulas de panama joe, chequered flag, pssst, jet pack, flight simulator,si, habeis leído bien, pedazo portada, nunca supe jugarlo.
Al principio era como un objeto de culto y apenas me dejaban jugar con el, principalmente porque a esa edad eran muchos cables y demasiada conectividad, además dejaba sin tele sharp del salón a toda la familia, luego aprendí a cargarme yo sólo los cassettes y conectar el aparato, así que cuando estaba sólo o mis padres a sus cosas… jugaba a todo lo que podía menos la media hora de carga de los juegos. También recuerdo haberme comprado el rambo, y muchos para 128 k que tenía que devolver, muchas visitas a la tienda comprando según el dibujo de las portadas haciendo caso omiso a su compatibilidad , buenos tiempos
Mi primer contacto con 48k fué en verano del ‘84.
Queríamos que nos compraran un video vhs.No recuerdo porqué cambié de idea.Y al llegar a casa le dije a mi madre que teniamos que comprar un ordenador. Siempre he pensado que fué por la compra de un número de la revista ZX.
La cuestión es que mi madre, harta de mis indecisiones no quería ni oir de comprar un ordenador sin ponerme aprueba. El hijo de una amiga suya había puesto una tienda de informática en el pueblo.
Así que una tarde me llevo a la tienda y le dijo al chico que antes de comprar el ordenador quería saber si aquello era otro caprico.
Durante aquella semana iba por las mañanas a la academia con una libreta y el libro de “Basic para niños” que había comprado allí.
Yo daba clases con un gomas y los deberes los hacía en casa con la libreta.Al otro día lo tecleaba para ver lo que había hecho y los corregía el profesor.
Mi madre pagó las clases y le preguntó al chico si me había visto con interés.
-”Lola tú hijo lleva esto en la sangre- Le dijo y continuó- Tú haz lo que quieras”.
Mi primer contacto con un Spectrum fue en el verano de 1985, en concreto con el de 48k.
Durante el curso escolar que acababa de finalizar había conseguido arrancarles a mis padres la promesa de que, si tanto mi hermano como yo llevábamos buenas notas, nos comprarían el ordenador.
Antes de eso soy incapaz de recordar haberlo probado en casa de algún amigo. Probablemente opté por ese porque era el que tenia la gente, porque era la marca que mi padre arreglaba y de precio estaba muy bien.
Así que en sábado por la mañana nos fuimos al Continente a buscarlo toda la familia y lo que recuerdo de ese momento es a mi madre preguntándome en el coche a la vuelta "¿pero además de para jugar para qué sirve?". Yo evidentemente fui muy sincero y le contesté la respuesta de rigor "para estudiar".
Venia con un pack de 6 juegos de entre los cuales nos atraparon "chequered flag" y "panama joe" al que aun hoy en dia me echo alguna que otra partida.
Todos tenemos unos recuerdos imborrables que perduran en el tiempo. el primer día de colegio, aquel viaje irrepetible, la primera chica… pues bien, yo también tengo grabado el primer día que vi un spectrum. Era verano de 1986, me disponia a ir a casa de mi amigo de la infancia, Raul, para ir a jugar al balón, llamé a la puerta y salió su padre. Le pregunte por él y me dijo que estaba en el salón, pasé y..¡¡¡¡¡que era esooo!!!!! un monigote moviendose por el televisor a través de una selva multicolor!!! y se manejaba con unas teclas de gomasss!!! impactado me quedé, era el "sabre wulf" el primer juego que vi y que nunca olvidé…a día de hoy, 32 años después, aun echo alguna partida. el spectrum no solo marcó una época, también marcó momentos, los mejores momentos.
(posdata: lo tengo cargado ahora mismo en el gomas escuchando la música mientras escribo esto jejej) un saludo amigos.
Yo tendría unos 13 años, y un día mi padre nos llevó a mi hermana y a mí a la tienda de "electrodomésticos Aragón" en plena Corredera, y tras las explicaciones del dueño tales como " esto es como un ordenador para empresa" o " tus hijos no sólo podrán jugar a los juegos si no que también podrán hacerse los suyos propios" , el susodicho subió al almacén y tras unos minutos bajó con una caja negra y la foto del Spectrum48K bien reluciente . Caja que aún conservo como uno de mis más preciados tesoros.
Traía el pack de juegos de sinclair ( jet pack, cookkie … ) ….
Y a partir de ahí fueron los mejores años spectrumeros , deseando que se fueran todos de la casa para poder utilizar la tele en color de salón, y luego relegado al sótano de mi casa con las teles en blanco y negro que me iban dando familiares o amigos, con esas pantallas que se volveaban cada ciertos munitos jejej.
Pronto me pedí por correo un "transfer" y ya pude pokear los juegos y ya la locura …..
…
y luego con los emuladores y gente como vosotros y esta maravillosa página todas ilusiones de la adolescencia han vuelto a tener sonidos de pitido de carga "load "" " …
Muchos veranos han pasado ya pero recuerdo perfectamente el primer día que fui a casa de un amigo y vi por primera un Spectrum 48k. "Vamos a probar el Hypersports" me dijo. 13 años tenía. Me impactó sobremanera el sonido de carga y esas rayas de colores mientras no parábamos de hablar y gritar. Y luego esos gráficos, esos sonidos… irrepetible.
Hasta que después de muchas presiones y "buenas notas" tuve esa preciosa caja delante de mí. El corazón latía fuerte. "Papá, enchufa esto. Esto dónde va?"… y después de ese mi primer LOAD "" empezó una época de esas que recuerdas con verdadero cariño.
Esa sensación en las yemas de los dedos de ese teclado aún lo guardo en la memoria y mas de una vez hoy en día y sin saber cómo, me veo jugando al mismo juego en un emulador en el pc con esa sonrisa en la boca, la misma de hace tantos años.
Mi primer spectrum lo tuve con 6 años. Un 48 Kb. Con letras de goma. Mi padre, el pobre, junto conmigo, diccionario en una mano y en la otra el manual, intentando echarlo en marcha. Finalmente conseguimos aprender a lanzar juegos y a hacer pequeñas programaciones en basic. Menudas tardes nos tú rábanos con el ordenador!!! Jamás olvidaré el chirrido de los juegos en cinta al cargar. Load "manicminner"
Mi Primer y unico Spectrum lo tuve con 15 años, yo tenia un fantastico Dragon 32 pero no habia muchos juegos asi que queria comprarme un Spectrum pero no habia dinero, Solución? vender mi Precioso Dragoncito y comprarme mi Flamante Spectrum +2 , desde entonces hemos pasado imnumerables horas jugando a juegos de todo tipo, Ajedrez, Deportes, Arcades, hemos matado miles de Zombis, ganado montones de Pârtidos, destruyendo Alienigenas y muchas cosas raras que ni se que eran , han pasado ya muchos años , aveces demasiados pero nunca olvidare mi felicidad cuando saque ese pedazo de Ordenador, todavia lo conservo con mas de 400 juegos y todavia lo utilizo pues eso eran ordenadores, eso eran juegos adictivos, eso si Tb hecho de menos mi Dragon que no he podido recuperarlo.
Corría el otoño del año 1983, y tenía 13 años. Yo ya llevaba un año con mi consola Atari 2600 VCS, y pensaba que tenía lo mejor del mundo! Y entonces lo vi, junto con un amigo, en una tienda de Sinclair Store de la calle Fuencarral, en Madrid: en el escaparate, conectado a un TV, con un juego de un astronauta que entraba en un rover, moviéndose por la superficie lunar (Lunar jetman!). Qué gráficos! comparados con la VCS, no había color! Desde ese momento se convirtió en mi pequeña obsesión: iba los sábados a El Corte Inglés de la Castellana, allí tenían muchos ZX Spectrum 48K en mesas, conectados a una TV, para que los chavales como yo se sentaran y se tirasen toda la mañana tecleando los programas de las revistas ZX y Microhobby, y tuviéramos nuestra 1era experiencia informática… Así esperé hasta las navidades del año 1984, en que recibí EL REGALO! Y hasta hoy no he dejado de seguir foros del Spectrum, ir a Retroparties y demás… porque el ZX Spectrum siempre será nuestro 1er ordenador…
Mi primer contacto con el ZX Spectrum pudo ser también la última. En serio. Fue en 1985, en casa de un compañero del colegio del que sólo recuerdo su apellido, Santamaría. Yo tenía una consola Philips Videopac G7400, pero soñaba con tener un Spectrum (poco tiempo después lo conseguí :). Él lo tenía y me invitó a jugar a su casa. Después de pasar un buen rato con Gift from the Gods, quisimos cargar Wriggler, pero se nos cortaba la carga continuamente porque el cable del casete estaba roto y la corriente se interrumpía cada dos por tres. He aquí que se nos ocurrió la brillante idea de cortar el cable, separar los cables a ambos lados (dejándolos con forma de Y) y mantenerlos unidos a mano mientras se cargaba el juego. Funcionó bien durante un buen rato, pero pasados 30 ó 40 segundos, lo siguiente que recuerdo es un tremendo “boom” que me cegó, la luz de la casa yéndose y yo marchándome de allí con las piernas temblando. Para habernos matao.
Yo venía ya de trastear con un Spectravideo SVI 328, anterior al MSX, con el que disfruté mis primero juegos (con cinco años o por ahí de edad), pero que en seguida se me quedó corto porque no era compatible con los juegos de MSX y había muy pocos juegos y poca gente lo tenía. El Spectrum lo veía en todas las tiendas de los bazares y fui a muerte a por él. Fue más difícil convencer a mis padres porque estaba más orientado a jugar que a programar y trabajar. Finalmente lo conseguí unas navidades, como tiene que ser con todo lo que es especial, junto con una TV de 14" Sony Trinitron en la que los colores se veían increiblemente chillones y convencí a mi hermano cuatro años mayor de que en habitación era donde tenía que estar. Con aquel ordenador me hice polvo. Cada cumpleaños o efeméride caía un juego original (¡recuerdo el Navy Moves cuando me operaron de fimosis!) y con una doble pletina en casa era un no parar. Los mejores recuerdos.
Corría el año 1984 yo tenía 8 años, un día mi hermano me comento de hacer campana (pellas) al cole e ir al corte ingles a ver unos cacharritos que se llamaban ordenadores, ya sabía de ellos puesto que en casa ya teníamos algunas microhobbys que mi hermano había ido comprando, pero claro, si no recuerdo mal nunca había visto ningún ordenador en marcha, en casa únicamente habíamos tenido las clásicas game&watch o consolas tipo pong.
Así que entre una divertida tarde de colegio o una excursión caminando más de 40 minutos desde hospitalet (barcelona) hasta el corte ingles de diagonal decidí optar por la caminata.
Cuando al fin llegamos y por primera vez vi el Spectrum 48k quede prendado de aquel “juguete” de teclas blandas, no es lo mismo verlo en las revistas que tenerlo delante, me llamo mucho la atención todas las instrucciones del BASIC escritas en diferentes colores en todo el teclado, aun a día de hoy creo que es el ordenador más bonito de la época.
Aquella tarde la pasamos haciendo pequeños programas en BASIC, bueno yo mayormente mirando embobado como aquella maquinita movía pequeños gráficos o emitía estridentes pitiditos desde su speaker.
Pues no recuerdo el año. Mi padre, profesor de Física y Química, ya había traído a casa un zx81 del colegio para probarlo. Genial. Nos vio a mi hermano gemelo y a mí tan entusiasmados que más adelante nos sorpendió una tarde con el spectrum. ¿del colegio? le preguntamos. No, es nuestro. Y suscripción por un año a ZX. No recuerdo la fecha, quizás mi hermano la recuerde, yo soy de memoria más ligera. Cinta Horizontes casi gastada, y diseño de banderas que hicimos a tutiplén, libros de Basic…. Que bien que hace unos meses zapeando os vi en RTVE y aquí estoy. Con el spectrum recuperado tras cambiar la membrana y cargando juegos desde el móvil. Muchas gracias por vuestra pasión.
Mi primera experiencia fue un tanto peculiar y recuerdo perfectamente que paso, os cuento:
Nos regalaron el Spectrum a mí y a mis 2 hermanos, el día 5 de reyes de 1985.
Aunque habíamos oído hablar maravillas del "aparato" a un hermano de mi madre que también le iba a regalar uno a mis primos no lo habíamos visto ni probado nunca.
Nada mas levantarnos el día de reyes procedimos a desembalarlo y a conectarlo a la TV y tras conseguir conectarlo todo procedimos a poner la primera cinta en el radiocasete que teníamos por aquel entonces, tras seguir las instrucciones que acompañaban a las cintas y teclear el clásico LOAD "", comenzamos a oír el típico ruido de carga y las rayas de la pantalla, pero aquello no hacía nada más, y la cinta se iba acabando, por lo que pensando que era como las cintas de música y que solo se podía jugar mientras sonaba el sonido y aquello se iba acabando, procedimos a parar la cinta y probar con otra.
Entre los nervios y las ganas de hacer aquello funcionar, probamos todas y cada una de las cintas que venía con aquel maravilloso Gomas 48K, todas hacían el mismo ruido extraño y las rayas en la pantalla pero allí no salían ni juegos ni nada, definitivamente llegamos a la conclusión de que aquello NO FUNCIONABA
Pensando que el funcionamiento era igual al de las cintas de música que cuando se acababan tenías que darle la vuelta y solo se podían escuchar mientras estaban pasando no dejábamos que se acabara de cargar ningún juego, a punto estuvimos de ir a devolverlo a la tienda pensando que estaba roto, y si no lo hicimos era porque al ser el día de reyes estaba cerrada y teníamos que esperar al día siguiente, por lo que a base de probar y probar, y seguramente porque en algún momento dejamos la cinta puesta y nos fuimos, al volver el juego se había cargado y teníamos el juego en pantalla.
A partir de ahí, entendimos el proceso de carga y desde entonces sigo liado con los ordenadores…..
No recuerdo un primer encuentro ni desempaquetado por aquello de era demasiado pequeño, pero si recuerdo las horas y horas y más horas que le metimos mi hermano y yo al Zx Spectrum 48 plus que mi padre nos compró, y las trifulcas del… ahora me toca a mí, no!! a mí y así peleas tras peleas por ver quien jugaba más tiempo, también recuerdo ir a casa de los vecinos y jugar con ellos en un gomas 48k y un +2, y en casa de un primo donde vi por primera vez un +3, que ya era otro nivel…. Hoy en día con 38 tacos tengo un +2 el cual desempolvo y me traslada a aquella bonita época de mi infancia.
Mi primer contacto con un spectrum fue su sonido del Basic al teclear. Yo tenía unos 6 ó 7 años y algunas noches, ya en la cama, escuchaba aquellos sonidos que procedían del salón. No sabía lo que era. Mi padre (más joven en aquel momento que yo ahora) se había comprado un gomas y por las noches, con los niños ya acostados, se ponía en el salón a practicar Basic con la enciclopedia RUN. Supongo que estaría tan viciado que ya pasó a poner el spectrum por la tarde. Le pregunté una tarde que qué era aquello. "Un ordenador" me dijo simplemente. "¿Y eso para qué es, papá"?. Y ahí empezó mi eterna amistad con el spectrum. Poco tiempo después me apoderé yo del ordenador 🙂 Pero eso es otra historia.
Pues mi primer contacto con el Speccy fue fallido. Lo compró mi padre en un verano del 84, tendría yo la edad de unos 12 años más o menos y lo llevó al pueblo…y no conseguimos poder visualizar en la vetusta TV en blanco y negro el canal adecuado para poder probarlo. Unos meses más tarde, ya en Madrid (largos veranos de aquella época, quien los pillara ahora), pudimos por fin probarlo. El ordenador venía con el pack de JetPac, Psst, Cookie, Chess, Reversi, Backgammon, Chequered Flag y un machacaladrillos…típico de la época…recuerdo que enseguida me empezó a picar el gusanillo de la programación…llegué a enviar un programa a microhobby (una conversacional de nombre Signus que no fue publicada y se habrá perdido para siempre)…el caso es que gracias al Spectrum decidí que me quería dedicar a ello profesionalmente…estudié la carrera, y ahí, sin querer dejar de programar. Otra vocación encontrada gracias al tito Clive, y a mi padre, que ya dislumbraba en la época que esto de la informática tenía futuro.
A principios de los años 80, Portugal seguía siendo un país tecnológicamente atrasado, como resultado de unas décadas de dictadura que había terminado recientemente. Muy pocas personas tenían computadoras, incluso porque eran consideradas artículos de lujo en mi país.
Afortunadamente tenía un primo mayor apasionado por las nuevas tecnologías, que había comprado en 1983 un ZX Spectrum, en la altura sólo con 16K, y que amplió poco después a los 48 K. Como pasábamos vacaciones juntos en la casa de nuestros abuelos, pasaba horas a verlo jugar con su padre Football Manager. Como era muy joven, no me permitían hacer más que unos pocos juegos (nunca un campeonato completo), pero fue suficiente para despertar mi pasión por la informática. Tanto que en 1985, en mi cumpleaños, recibí un Timex 2048 (clon de ZX Spectrum), siendo uno de los días más felices de mi vida. Junto con la computadora vinieron cuatro juegos inolvidables: Formula One, Frankie Goes To Hollywood, Rally Driver y Moon Alert.
Nunca he dejado esta pasión, que me llevó incluso a crear el blog Planeta Sinclair, apostando en la recuperación de juegos dados como perdidos.
Allí se encontraba, sentado en un incómodo sofá mientras su amigo Rafa conectaba un extraño aparato electrónico a la televisión.
Pitidos estridentes e hipnóticas rayas azules y amarillas precedían la puesta en escena de curiosos personajes inexpresivos que parecían moverse con torpeza, de forma brusca, sin saber bien qué hacer o donde dirigirse. Cambio de juego. Error de carga. Cambio de juego.
La tarde pasaba rápida e infructuosa y Javier pensó que aquello no era tan divertido como había pensado… hasta que aparecíó aquel juego:
– ¡Puede volar y disparar!- exclamó Rafa
– Sí, pero… ¿qué hay que hacer?, espera, he cogido una pieza de… ¡un cohete!
Después de todo, quizá aquel ordenador mereciera una segunda oportunidad.
Una mañana más de lluvia y de nuevo esa sensación… gris. Javier aún despertaba cuando, súbitamente, su mirada chocó contra la pared: la figura de un astronauta que lanzaba un extraño rayo multicolor absorbió por completo su pensamiento, transportándolo de nuevo a la casa de su amigo Rafa…
De repente, una voz dulce e infantil lo rescató de aquella visión, devolviéndolo a la realidad:
“No te preocupes, papá, si quieres esta tarde jugamos a ese juego del astronauta que tanto te gusta”
Tenía yo 9 años y había elegido como extraescolar informática porque era la más guay, no tenía ni idea aún, RANDOMIZE USR 0, pero conocía los recreativos y, si tenía que ver con eso, tenía que molar.
Llegué a las 16:48 y la profe abrió la puerta, NEW.
BORDER 7:PAPER 7: CLS
Mis ojos fueron ellos solitos AT 10,15; sonaba una agradable melodía en los 3 canales del AY…
BREAK! Mi cara está INK 2: BRIGHT 1: FLASH 1.
El primer INPUT fue un desastre, creo que respondí algo alfanumérico.
VARIABLE NO DEFINIDA.
Mierda.
RUN. ENTER.
-Hola me llamo María, que tal? Sabes ya algo de informática? Tranquilo aquí vas a aprender.
Madre mía, todo lo que iba a aprender ahí… Delante: el menú del +2A, sobre mi hombro derecho: CIRCLE 80,100,35: CIRCLE 150,100,35.
Jolín se ha copiado mal, lo repito:
Tenía yo 9 años y había elegido como extraescolar informática porque era la más guay, no tenía ni idea aún, RANDOMIZE USR 0, pero conocía los recreativos y, si tenía que ver con eso, tenía que molar.
Llegué a las 16:48 y la profe abrió la puerta, NEW.
BORDER 7:PAPER 7: CLS
Mis ojos fueron ellos solitos AT 10,15; sonaba una agradable melodía en los 3 canales del AY…
BREAK! Mi cara está INK 2: BRIGHT 1: FLASH 1.
El primer INPUT fue un desastre, creo que respondí algo alfanumérico.
VARIABLE NO DEFINIDA.
Mierda.
RUN. ENTER.
-Hola me llamo María, que tal? Sabes ya algo de informática? Tranquilo aquí vas a aprender.
Madre mía, todo lo que iba a aprender ahí… Delante: el menú del +2A, sobre mi hombro derecho: CIRCLE 80,100,35: CIRCLE 150,100,35.
Por algún motivo faltan palabras y no se puede editar, sorry 🙁
Siempre he dicho que yo fui el primero en tener un Spectrum en este país, y es que mi padre lo trajo de un viaje a Londres cuando todavía no se vendían en España.
Aquel gomas 48K estuvo un par de semanas en un cajón bajo la prohibición de siquiera mirarlo, pues era un aparato muy caro y tremendamente tecnológico que se podía estropear con respirar cerca de él. Hasta el momento en que mi padre tuvo un fin de semana completo para dedicarme y nos pusimos los dos, mano a mano, a enchufar aquello a la tele y a comenzar a teclear, palabra por palabra, el primer ejemplo que traía el manual de instrucciones. Recuerdo que se me iluminaron los ojos como los faros de un camión cuando el artilugio me saludó (de forma personalizada) desde la pantalla; entonces ni se me pasaba por la cabeza pensar en que un INPUT antes ya le había dicho yo mi nombre.
En mi caso, fueron mis vecinos los que vieron un Spectrum por primera vez en mi salón. Yo fui ese compañero al que todos sobornaban en el recreo para que les dejara aporrear sus teclas de goma.
Sólo cuando se junta el hambre con las ganas de jugar a algo diferente, se accedía y se accede al gomas.
Un amigo me invitó a descubrir el Spectrum, conectado a esas teles de metro cubico, y el LOAD”” flipaba. Jet Set Willy fue lo primero que entro por mis ojos. Miles de preguntas para un chavalín en el 84 venían a mi corazón, mas que a mi cabeza. Una de ellas, las mas lógica, como obtener juegos como ese, en un pueblo del norte de España.
La respuesta se hizo obvia, al intentar cargar La Sombra del Unicornio y fallar continuamente, al solicitar una cosa muy rara, después de buscar en el diccionario de inglés que podía ser. ¡Pirata, pirata! Como en la Abadía del Crimen.
Desde entonces … ahorros, un 48K, un 128K, un Amiga, PC, …. Y siempre:
LOAD “Un nuevo día con esperanza”
Doc y yo hemos cogido el Delorean para viajar, de nuevo, a 1985, al sábado donde nos juntamos 6 amigos que teníamos que hacer un trabajo sobre Roma para el colegio. Hacemos turno para jugar al Tornado Low Level en un Spectrum 16k.
Es mi primer contacto con un ordenador, pero no doy una, “me matan siempre, lo dejo, es una niñería, no me interesa”. ¿Pero qué pasó en 1986 para que en Navidades mis padres me regalaran lo último, un Spectrum +2?. Siento su olor y abro la boca cuando quito el corcho blanco superior y veo el ordenador y el cassette juntos. La envidia corroe a Doc (Spectrum 128k) y a mis amigos.
“Infiltrator” y “The Great Escape” son los primeros, pero… qué partidas al “Match Day”, “Fernando Martín”, “Batman (Ritman)”, “Head over Heels, eh, Doc?. Y por supuesto… “La Abadía”!.
Con una emocionada sonrisa nostálgica y lágrimas veo todo esto, y el mejor momento de todos; sábado por la mañana, Doc me llama al fijo. “Ven a casa. Voy a terminar “La Abadía…”. Lo hizo. Qué grande eres, Doc!.
30 años después estoy construyendo uno. Doc no lo sabe. Pero eso será en 2018. Volvamos a casa!.
No podía ser de otra forma con un catedrático universitario de la UAM en casa que el fin educativo y las perspectivas de futuro de la informática propiciara que nos lo regalara a mis hermanas, 4 y 3 años mayores que yo, y a mí en marzo de 1984 cuando tan solo tenía 10 años. En mayo de ese mismo año, fecha en la que hice la primera comunión, ya estaba volcado con él y fueron juegos y periféricos el regalo más anhelado por mí en ese señalado momento.
Nuestro Spectrum fue adquirido por nuestro padre en la tienda Sinclair Store situada en el número 2 de la Calle Bravo Murillo de Madrid cercana a casa de mis abuelos. La tienda posteriormente se convirtió en la clara referencia para mí como escaparate de juegos y periféricos amén del Corte Inglés obviamente, distribuidor mayoritario de juegos en España.
Los sábados eran el gran día, podía jugar con el Spectrum después de la semana de colegio durante la cual el ordenador era requisado oportunamente por mi padre, escuchaba Sábado Chip a las 5 de la tarde e íbamos a tiendas de videojuegos. Al llegar a casa no podía hacer otra cosa que seguir jugando un rato o soñar con la poca información que hubiera podido recolectar durante el día.
PARTE PRIMERA – Descubrimiento –
Correría el año 84 del pasado siglo cuando yo bajaba a casa de un vecino, a jugar y disfrutar junto a él de su pista TCR, cuando un día y sobre la mesa del comedor me sorprendió ver un raro artilugio. Años después lo hubiera calificado como un gran mando a distancia, pero por entonces ese concepto me resultaba hasta desconocido. Una caja negra, con botones de goma, con letras, símbolos y una franja con los colores del arco iris en una esquina. Bastante sorprendido me quedé hasta que leí en la esquina opuesta ZX Secptrum.
Aquello era un ordenador. ¡Qué digo un ordenador! Era el único ordenador del que había oído hablar por entonces.
Por más que me hubiera encantado poder verlo en funcionamiento, en las pocas ocasiones que me quedaron por bajar a aquel piso no pude volver a ver dicho aparato.
PARTE SEGUNDA – Deseo –
Rara era la ocasión que si entraba con mis padres en unos ya desaparecidos grandes almacenes no pasara por su rincón de informática mientras mi hermano mayor oteaba las últimas novedades en vinilo de la contigua sección de música. Miraba, tocaba, elucubraba y, tras la pertinente solicitud ante la figura paterna, regresaba algo cabizbajo a casa. Poco poder de convicción tenía yo, menos aún cuando a quien más caso hacían, que en mi caso era a mi hermano, carecía de mi mismo interés.
PARTE TERCERA – Y para colmo… –
Y para colmo, de mi desasosiego informático, mi primo Manolo tuvo uno ya en tiempos del ZX Spectrum 128 +2. No solo fue ignorado por el sobrino de mi madre sino que encima hizo imposible que, aun compartiendo abuelos, pudiésemos compartir dicho plus 2.
Mi hermano siempre fue muy buen estudiante, no como yo, que era un zángano y aún hoy lucho por seguir teniéndo el placer de serlo, pese a tener dos niños pequeños. El caso es que mi hermano sacó unas notas del copón en 8º de EGB, hayá por 1986, y se le dió la opción de escoger entre un equipo de esquí o un ordenador (mi madre sí que sabía negociar) por lo que mi hermano renunció para siempre al esquí y vendió su alma a un flamante ZX Spectrum +2, que por aquel entonces lo llamaban "La máquina alucinante", con anuncios en la tele y todo. Por mi parte y sin comerlo ni beberlo (ni merecerlo), me ví frente a aquel pepino con 8 añitos. Aquel acontecimiento cambiaría mi vida para siempre.
Los recuerdos no dejan de ser la persistencia de sensaciones que entran por los 5 sentidos, y las sensaciones que se reproducen al recordar aquella tarde son difíciles de expresar.
Cuando llegué del colegio encontré a mi hermano, con algo conectado a la TV y que producía imágenes distintas a lo que solían emitir las dos cadenas que entonces existían. Los colores vivos, el sonido de la cinta cargando, y las rallas laterales, y el contraste de aquel Spectrum+ negro, serigrafiado en blanco, es algo que jamás se olvida.
Increíble, pero el impacto interior era solo uno: es un ordenador, y es así de pequeño.
Lo siguiente fue echar un ojo al manual, toda una fuente de conocimiento, pues enseñaba a usar el ordenador programando, y a todo color.
Y aquellos tiempos de carga… ¡que no existían realmente!, porque los ocupábamos leyendo instrucciones, revisando el manual, o simplemente, olfateando otras cintas que cargaríamos después.
El tacto de ese teclado “ergonómico”, los colores vibrantes en la pantalla, las melodías rítmicas de las cargas, el olor del corcho y del bocadillo de nocilla… a todo eso y mucho más sabe el Spectrum
Ahora lo sé, todo fue por Exolon.Dejé de comprar algunos comics de Marvel y Mortadelo y reservé parte de la paga desde que vi la portada de Exolon en la revista Microhoby.. Año 1987 con 11 añitos me acuerdo perfectamente y no faltar a la cita en el kiosko desde entonces. Tenía amigos en la EGB que tenían el Msx otro el Amstrad otro Commodore pero Spectrum era una pasada, tenía grabada en mi mente las pantallas del Exolon de la revista, un guerrero espacial enfundado en un traje de lo más increíble enfrentándose a enemigos de lo más variopinto. Le di la brasa a mis padres día si día también pero no fue posible y la idea de tener un Spectrum se desvaneció como el humo.
Ha sido hace no mucho casi 30 años despues un compañero del trabajo hablando de los ochenta me dijo que tenía un Spectrum y que me lo regalaba: Un Spectrum plus3 wow increíble era mi preferido. Se cumplió mi sueño de peque… Ahora una vez por semana mi mujer sonríe de ver esta imagen: a mi hijo de siete años y a mí con cara de alucinados con el Spectrum con nuestros Joysticks de palanca con la Microhoby o los libros El mundo del Spectrum a nuestro lado con el juego de turno comentado abierto y leído y nosotros jugándolo. Momento de felicidad total impagable: Yo recordando momentos felices de mi niñez jugando al Spectrum de mis amigos y a la vez disfrutando de la niñez de mi hijo.
Cuando el futuro estaba delante, cargaron en mi spectrum Traxx, Gridrunner, La Pulga y Xadom, el pack de juegos de regalo.
A Traxx y Gridrunner los entendía: eran de marcianitos. En cambio, La Pulga, que saltaba graciosamente sobre coloridos montículos, era atrapada por un bonito dragón que en abrazo amoroso parecía dar un beso sincero. Costaba entender que el dragón estuviera matando a mi personaje, y despertaba en mí el ideal de un éxtasis erótico autodestructivo, abriendo mundos incómodos que me empujaron a crecer.
Xadom era extraño; transmitía inquietud a través de sus escenarios oscuros, tranquilos y letales. La salvación se encontraba tras los exóticos toriis japoneses en la linea del horizonte, o se moría por agotamiento o envenamiento. Entonces, más allá de la muerte, se producía la reencarnación por brujería, mientras en un universo paralelo se preparaba mi comunión con el dios cristiano.
La vida marcó etapas. Acabé estudios, pasaron trabajos, conocí personas.
Y leí libros. Y vi películas, historias de oscuridad, muerte, sexo y deseo.
Ahora el futuro está delante de otros. Construirán su inteligencia emocional sobre las mismas bases que las mías.
Aunque bien pensado, no serán Xadom y La Pulga.
Estaba en 4º de E.G.B. y había hecho buenas migas con un compañero que vivía bastante lejos de mi casa pero cogía el autobús en una parada que estaba justo al lado. Un día me invitó a su casa a jugar con un ordenador. Yo ni sabía lo que era eso, pero acepté y cogí el autobús con él. Resultó que tenía un Spectrum 48K, y estuvimos jugando al Skool Daze (no avanzamos mucho en el juego, sobre todo escribíamos cosas en las pizarras insultando a los profesores – que habíamos renombrado como profesores reales de nuestro colegio – y esas cosas), pero me encantó el juego y el concepto de un videojuego casero (como los arcades que veía en los bares). Convencí a mi padre de que me comprara uno y para mi cumpleaños recibí un Spectrum 128 (sin cassete, el que era como un Spectrum+ pero con más memoria) y en nada de tiempo estaba jugando, programando en BASIC, e invitando a gente a jugar).
La primera vez que supe de un Spectrum fue en el colegio.Un día el profesor nos dijo que debíamos ir al salón de actos para la presentación de una actividad extraescolar; mi amigo Antonio y yo nos miramos ¿otro curso de mecanografía con máquina de escribir de regalo? ¿un curso de sevillanas o de kárate?
Ya en el salón de actos ,el director pidio silencio; de repente una persona atravesó la sala hacía la mesa del fondo (la que tenía una televisión). Levaba un extraño maletín.
Lo dejó sobre la mesa y después de abrirlo y sacó una especie de libro con letras impresas ¿sería otra enciclopedia?
Vimos que conectaba unos cables en la televisión, la pantalla se ilumino, luego se oyó un ruido de teclas y un misterioso clic.
Justo en ese momento, la pantalla se llenó de franjas de colores acompañados de unos pitidos extraños justo entonces ese señor empezó a hablar.
Por lo que recuerdo, dijo algo de un curso de microinformática, muy moderno, con un temario sencillo y fácil de aprender etc.
Al poco tiempo , los ruidos cesaron y la pantalla de la tv mostraba un..reloj¡¡¡
Nos quedamos todos con la boca abierta ¿qué era eso capaz de pintar un reloj en la tele? ¿cómo lo había hecho? .
En ese momento lo vi claro, ¿Quiero uno de esos para no hacer los deberes nunca más?
Ese mismo año los reyes dejaron en casa un flamante +2A con un pack de juegos de Dinamic y desde entonces nunca usé el spectrum para "Estudiar".
Siempre recordaré, como uno de los mejores dias de mi vida, el que pasé en casa de mis primos, jugando por primera vez al spectrum 48kas con el Maziacs, y el irrepetible atic-atac. Conseguí mi spectrum, después de dar la vara a mis padres, buscando esa primera sensación que nunca volví a experimentar. A cambio, mi spectrum me proporcionó innumerables horas de disfrute que jamás olvidaré.
Buenas tardes.Amigos del mundo del spectrum mi primer contacto con el spectrum fue con un gomas de un amigo y desde el primer momento que lo vi y lo probé sabia que quería ese pequeño ordenador con teclas de goma. Que tenia una magia que los demás no tenían.Con las pagas me compraba las cintas de los kioskos sin tener el ordenador y dejaba volar mi imaginación viendo las portadas de las cintas y me imaginaba como serian los juegos que traía.Con el tiempo mi madre me compro un msx pero en mi cabeza no se iba la idea de tener un spectrum. Hasta que con los ahorros que junte me compre un invest spectrum + ya que cuando me pude hacer con el había pasado el tiempo y era el modelo que había de este ordenador con personalidad propia.Con el tiempo me hice con un gomas y para mi sigue teniendo la misma magia de cuando era niño y sigo disfrutando de aquellas cintas que me compre por aquel tiempo por muy simples que fueran sus juegos.Gracias spectrum por haber hecho soñar a tantos niños.
Mi primer encuentro con mi ya inseparable Spectrum fue un verano de 2018. Recuerdo que ya apretaba fuerte el calor en mi ciudad, cuando el cartero llego a casa con un paquete del 'Mundo del Spectrum' que llevaba semanas impacientemente esperando.
El paquete de cartón era en si todo un regalo porque llevaba dibujado una enorme y maravillosa Lorna firmada por el genial JMV.
Abrí el paquete con precisión quirúrgica con el fin de no estropear absolutamente nada ni de su continente ni contenido. Y de repente, apareció ante mi de sopetón 'LA MÁQUINA', un increible Spectrum de los 80 con una salida con HDMI del nuevo siglo.
Al contemplar aquella anacrónica máquina formada por elementos del presente y del pasado, me vi a mi mismo reflejado en este niño con canas que me he convertido.
Es impactante tener entre manos al viejo archienemigo de mi MSX; por fin ha llegado la hora de la venganza!!.
Pero…. ahora que te miro con detenimiento…. veo que compartes el mismo corazón Z80 que mi primer ordenador y seguro que también hechas de menos como mi MSX a aquellos niños que le rodeaban hipnotizados ante tus pantallas de carga.
Maldito seas otra vez Spectrum, me has vencido de nuevo.
Un saludo a todos. Yo descubrí la magia del spectrum a través de un spectrum + las navidades del 84. Con mis 14 años, fue recuperar ese sentimiento de que existe lo mágico que pierdes cuando dejas de ser un niño. Mi padre , muy amante del cacharreo, trataba de cargar una tras otra las cintas de la caja de juegos de Monser ,que también llegó esas navidades. Y cinta tras cinta, la magia volvía a mi vida. Y sigo sintiendo la magia. El Spectrum era magia. Alguien puede dudarlo?
Corría el año 88 u 89, no estoy seguro…de lo que sí estoy completamente seguro es que yo quería uno. No veía el momento de tenerlo. Los demás ya tenían el suyo, disfrutando de él y yo muerto de envidia…Los veía pasar delante de mis narices.
Pero un día, el gran momento llegó. Era sábado por la mañana. El día estaba soleado pero hacía frío. Acababan de abrir la tienda del barrio. Yo estaba muy nervioso, ¿por fin tendré el mío?, me preguntaba. Casi no podía creérmelo…
Ahí estaba, delante de mí. ¡Casi lloro de la emoción por las ganas que tenía de tenerlo!. No me lo podía creer, ¡por fin!, ¡me habían elegido a mí! ¡Un niño de apenas 9 años me había elegido!
Semanas atrás veía que los otros Spectrums que estaban conmigo en la estantería los elegían los demás niños, ¡yo quería tener un niño con quien jugar!
Así que este pequeño niño y sus padres me llevaron a su casa, cuando me sacaron de la caja y me enchufaron nos pusimos a jugar juntos, todo el día. Fue algo imborrable de mi pequeña memoria de 128K… y desde ese día…no nos hemos separado nunca.
Aun recuerdo como si fuera ayer las paginas de aquel circulo de lectores en el que pedimos mi flamante +2. Yo realmente queria un amstrad (porque mi vecino se habia comprado uno) pero al final resulta que muchos de mis amigos decidieron comprar spectrum, como yo.
Fue una explosión de intercambio de cintas, dobles platinas funcionando a todo rendimiento y horas y horas de diversion. Al final resulta que en mi circulo de amigos-conocidos habia 7 spectrums, mas el mio y solo un amstrad,2 C64,un MSX y un PC.
Que recuerdos de esas navidades del 87 y esas primeras partidas al Ormigas y al football manager, que fueron los que me regalaron con mi flamante +2…
luego llegaron muchos otros, pero esa es otra historia.
"CON SENTENCIAS"
La primera vez que vi un Spectrum fue en casa de mi amigo Juanjo López. Andaríamos por quinto de EGB, yo tendría once años. Sus dos hermanos mayores estaban en el sofá de su enorme casa con ese minicacharro, ese mosaico de coloridas teclas enchufado a la tele, el cable de antena estirado al límite. Y es que estos chicos eran «ricos», de los primeros en tener de todo. Y ese era sin duda uno de los primeros ZX Spectrum (seguramente de 16K) en España. Estaban jugando a Space Raiders, aunque yo no lo sabía por aquel entonces; Me sonaba que era algún tipo de marcianitos…. pero, qué pasada, ¡en tu propia casa! Y jugando todo el rato que te diera la gana. Simplemente alucinante, esos ruiditos… Juanjo me hizo quizá el primer troleo de la historia:
-"¿Y ese juego?"
-"Lo han escrito mis hermanos"
-"¿Y cómo?"
-"Con sentencias".
Me lo creí a pies juntillas, ante tamaño aplomo, y desde aquel momento supe que un Spectrum tenía que ser mío, y así fue, con mucho esfuerzo, algún tiempo después. Un Spectrum 48K de teclas blanditas comprado en Alcampo con dinero ahorrado principalmente mediante trabajo infantil: vendiendo cartones en la chamarilería.
Casi al principio de mi vida de pecador, mientras aún desconocía el abismo sin fondo de la divinidad desierta y silenciosa a la que el tiempo me conducía; en esta habitación de casa de mis padres, donde aún me retiene mi cuerpo pesado y enfermo los domingos a la hora de comer, me dispongo a dejar constancia en este pergamino de los hechos asombrosos y terribles que me fueron dados a presenciar.
Caían las primeras gotas de los primeros días del mes de Septiembre, cuando mis padres, nos entregaron a mi hermano y a mí, el fruto de un mes completo de sueldo. Una pequeña caja, con un teclado de gomas, similar al que habíamos visto en el Corte Inglés
Lo conectamos a una pequeña televisión Sony 900 en Blanco y Negro y comenzamos a teclear los programas que los hackers escribíamos en todos los centros comerciales, para desestabilizar al sistema.
10 PRINT “TONTO EL QUE LO LEA”
20 GOTO 10
El Señor me concede la gracia de dar fiel testimonio de los acontecimientos que se produjeron en los días venideros, pulsando teclas que se borraban del uso, y la maestría con el azimut que me fue sobrevenida.
Tarde de sábado, creo de 1982, hace 36 años, la panda esperaba en el lugar de siempre, allí socializabamos, veíamos películas, jugabamos, era nuestro hogar parroquial.
Ya allí escucho cierto revuelo, ¿estreno ochenter en VHS? me extraño por la inusual cantidad de gente.
"Una cocacola y un huesito" digo al del bar, un ruido ensordecedor, intrigado me cuelo en el tumulto, las caras lo dicen todo, giro la vista y un tipo con un cacharro plastico, plano, negro, pequeño, conectado al enorme televisor hace filigranas con los dedos sobre lo que no identifico como un teclado.
En la TV letras y simbolos extraños, estamos desencajados. Reconozco al hombre como el hijo mayor de alguna vecina, termina de usar unas teclas más, pulsa una última, y empieza un espectáculo de lineas moviendose trazando triangulos (obra del diablo) con algún sonido seco, se hizo silencio.
Acababa de presenciar mi primer Sinclair, "EL ENCUENTRO SINCLAIR" lo he llamado toda mi vida. Quería tocarlo, saber más, amablemente puse mis manos en el artefacto y eso me marcó, aquel ZX81 se convirtió en la piedra angular de mis aficiones, tiempo despues un "gomas" aterrizo en mi casa, allí comenzó todo, entre teclas.
Mi primer contacto fue en casa de un compañero del colegio. Me llevó a una tarde de Nocilla-Spectrum y visto con la perspectiva del tiempo cambió mi vida. Nos pasamos toda la tarde jugando al Tranz-Am y me pareció una obra maestra… eso sería en octubre y di tanto la brasa en casa que en Navidad me llegó mi primer Spectrun, un Plus. Me vino con Jasper, juego al que le tengo un enorme cariño. Después vinieron algunos juegos tipo Psst o Jet-Pac hasta que descrubrí que en BASIC se podían hacer cosas… Literalmente, el Spectrum cambió mi vida, desde pequeño quería ser historiador o algo relacionado hasta que ese año 1985 lo cambio todo.
Verano del 1993. Tenía yo 15 años y llevaba 3 o 4 interesado por la electrónica. Empieza a salir en las revistas montajes de microordenadores, que me llaman la atención sin saber para qué. En uno de los fascículos que compraba sale una foto de un ZX81, y me enamoro de la idea: un ordenador en casa.
En el otoño siguiente, una tienda de instrumentos musicales y discos empieza a traer ordenadores para empresas: pone en el escaparate un Osborne portable, y trae las primeras revistas: ZX, y después Todospectrum. Para final de año anuncian un curso de informática, y le digo a mi padre que quiero apuntarme; al final, nos apuntamos mi hermana, mi padre y yo.
Para Navidades, un tío mío, que trabajaba en una tienda de electrodomésticos, me dice que han traído ordenadores. Vamos mi padre y yo a verlos, pero los Spectrum, que eran los que a mí más me llamaban la atención, no le quedan, y tiene el Dragon 32, que el decía que era mejor, pero yo quería el Spectrum.
Un cliente de mi padre, británico él, ofrece traernos uno de Gran Bretaña, pero tengo que esperar hasta marzo para tenerlo. ¡¡¡Nervios!!! Al final llegó: lo trajo mi padre a mediodía, y yo desesperado por ponerlo en marcha, me tenía que ir al instituto.
Una tarde interminable de clases por fin acabó; corriendo a mi casa, saco todo de la caja, lo conecto al viejo televisor familiar (un Saba en blanco y negro que compraron mis padres antes de nacer yo) y lo concecto siguiendo las instrucciones. Sintonizarlo y salir en pantalla el texto del Spectrum fue otra larga espera.
Sólo tenía la cinta de Horizon, el manual en inglés y el juego de la pelotita y los ladrillos, pero me dio para toda una tarde de entretenimiento.
Horas, tardes enteras, fines de semana, intercambio de cintas con amigos, programas copiadores que se saltaban las protecciones…
Microhobby: el mayor tesoro de esos años (aún los conservo).
Ahora soy analista programador en la Administración Pública. Todo empezó con una pequeña foto.
La primera vez que vi un Spectrum fue a finales de 1983 o principios de 1984, en casa de un amigo. En esa casa siempre compraban cualquier novedad tecnológica muy pronto: Un video sistema 2000 (ni Beta ni VHS, ¡2000!), una maquinita Game & Watch (en concreto, 'Fire'), … así que recién llegado el Spectrum a España, lo compraron. Era el modelo 16K.
Ya digo que fue a los pocos meses del lanzamiento en España. Este amigo me dice que tienen un ordenador en casa, y claro, yo me imaginaba el ordenador de 'Juegos de guerra', conectándose a yo que sé qué servidores en el extranjero,… y al llegar lo que veo sobre una mesa es ¡una caja negra con teclas!
Está claro que la primera imagen fue un poco decepcionante. Luego, al encenderlo, la cosa cambió al ver cómo funcionaba, teclear los comandos de BASIC, el manual… es curioso, ya que pronto me hice en la mente una imagen diferente del Spectrum, como de una calculadora, pero mucho más compleja.
Vi los listados en BASIC de alguna revista y me dicen 'si escribes todo esto haces un videojuego'. Y ya la cosa se va poniendo más y más interesante.
Luego cargamos algunos juegos. El primero Android One. Otros, ya no me acuerdo, pero creo que alguno de ellos era Hunchback. Lo que si recuerdo muy bien era lo difícil que cargaban. Era desesperante, probablemente era problema del radiocassette.
Luego, con el paso de los meses, poco a poco más y más gente iba comprándose un Spectrum, convirtiéndose en un fenómeno muy popular en nuestro pais, … ¡pero qué os voy a contar que no sepáis!
😉
Mi primer recuerdo del ZX-Spectrum se remonta al año 1983. Yo tenía entonces 10 añitos y solia ir a jugar a casa de un amigo de mi edad y que tenía tres hermanos mayores. Por eso fue totalmente sorprendente para los dos estar una tarde jugando una tarde en su casa y que aparecieran estos hermanos mayores con un recién comprado y flamante gomas. Ellos muy impacientes y nerviosos daban vueltas a la mesa del televisor mientras buscaban como conectar ese maravilloso aparato mientas nosotros les pediamos que esperaran a apagar la tele porque estaba a punto de poner el videoclip Thriller de Michael Jackson. Después de unos minutos de preparación y escuchar la dichosa canción nos apelotonabamos los cinco sobre el aparatito mientras consultabamos el manual y trasteabamos con el reproductor de cintas de cassette en el que porfin cargamos JetPack y Manic Miner. Un nuevo muundo de diversión se abría ante nosotros y nos dejo recuerdos inborrables de amigos risas y tardes de merienda entre cables y beeps. Saludos
¿Habéis leído que son relatos entre 100 y 200 palabras?
Hay algunos comentarios que superan las 200 palabras con creces. ¿Deberían contar para el concurso?
Que tal gente de EMS, soy de Argentina y seguramente no entre en el concurso pero tenía una idea y decidí compartirla de todos modos, abrazo,gracias!
Estaba nervioso, me encontraría con ella en la casa de un extraño.
Cuando la vi fue toda una sorpresa, delgada , elegante, muy distinta a las que conocía.
Enseguida pude ver lo que ofrecía y lo que podía hacer, fue amor a primera vista. Yo, apenas un niño, pero ella, ya había tenido dueño.
Mi padre dio la bendición pertinente y regresamos juntos a casa. Aquella tarde-noche de 1987.
Nuestro idilio duro hasta el principio de los 90´s. Las cosas cambian, la adolescencia fue un punto de inflexión. Crecer tuvo su precio y nos separamos.
Aún hoy la recuerdo, porque nunca se olvida la primera vez.
Su nombre era: Timex Sinclair 2068.
En 1985, un Spectrum estaba fuera de mis posibilidades. De familia humilde, suponía demasiado para mi padre. Ni siquiera los miraba, sabía que no eran para mí.
Un día me avisa que vamos al pueblo de al lado, donde vive un familiar. Llegamos a su casa, bajamos un piso, hay dos chicos jóvenes y delante de la tele hay… un flamante Spectrum 48K. Uno de ellos se dirige hacia mí, me lleva delante de él y comienza a explicarme comandos, listados y una magia llamada Load””.
Tardé tiempo hasta darme cuenta que aquellas explicaciones significaban que ese ordenador iba a ser para mí. No me lo podía creer y a pesar que aquel muchacho hablaba de un mundo de posibilidades, mi mente ya volaba por delante de sus explicaciones.
25.000 ptas. cerraron el trato por un Spectrum, Computone, algunas revistas y cintas (Horizontes, Gremlins y Fumigator).
En mi casa lo saqué de la caja (que olor más mágico, y que diseño más bonito), lo conecto muy nervioso a la TV y aparece un texto que quedaría grabado para siempre: “@ 1982 Sinclair Research Ltd.”
Por cierto, con la emoción, se me olvidó decírtelo entonces: “Gracias papá”.
Después de muchos años visitando esta página, aprovecho la oportunidad de registrarme gracias a este maravilloso concurso y de paso recordar un bonito momento de mi infancia. Saludos cordiales y suerte a todos!
Recuerdo perfectamente mi primer contacto con un Spectrum: en 1986, con solo 6 años, fuimos con mi papá a un negocio de electrodomésticos del barrio de Flores en la ciudad de Buenos Aires, Argentina a comprar nuestro CZ Spectrum (uno de los clones argentinos).
Una de las cintas de demostración de la máquina traía el BC Bill, que quizás haya sido el primer juego que probé. Otro de los primeros que recuerdo es Astro Blaster, de Quicksilva.
A partir de ahí… creo que marcó el resto de mi vida, probablemente me hubiera dedicado a otra cosa si no fuera por eso.
Mi primer contacto con el Spectrum fue en la escuela. Yo realmente empecé con el zx81 que un maestro puso a nuestra disposición para aprender informática y que, por supuesto, me fascinó desde el minuto uno. Cuando ya me decidí a comprarlo, fue cuando apareció el Spectrum. Más moderno, con teclado "de verdad", en color,… incluso con gráficos "programables" que no tenias que hacer juntando los caracteres pre establecidos imprimidos en el teclado! amor a primera vista vaya!
Mis padres, deseosos siempre de que mi inquieto cerebro no parase de pensar, me regalaron el Spectrum. Aún recuerdo mis paseos con ellos en el Corte Inglés mirando modelos y precios. En principio el presupuesto solo pudo costear el de 16K. No pudo darme más horas de diversión con su basic fácil de aprender, con su "motivador" mapa de colores…
Posteriormente llegó la ampliación de 48K y mis primeros pinitos con el código máquina del z80. Sin duda, el Spectrum fue una gran máquina que hizo soñar a muchos niños de la época.
Lecciones y sentimientos "spectrunianos"!
Corría la navidad del 83, reyes del 84. Unos dirían que tiempos grises y otros que casi todavía
andaban corriendo de los grises… Para un niño de 11 años esto era transparente y aunque
dicen que los recuerdos no se tienen en color, son los recuerdos de la infancia y por ende los
mejores.
En los reyes del 84, visité a mi querido primo Estebita al que le habían traido una cajita pequeña
y cuadrada con unos botones de gomas y que se conectaba a la televisión y madre mía!!! Colores por todos
lados y graficazos comparados con lo único que había visto hasta la fecha que era el PONG.
Manic Miner es el primer recuerdo de juego que ví y quedó grabado a fuego en mi retina hasta hoy.
A partir de ahí, no recuerdo el por culo que daría a mis padres tanto para que me compraran uno
como para que mientras tanto ir de visita a casa de mi primo, jeje.
Mis padres como se decía en aquellos años, no tenían un duro así que cuando llegó la navidad del 84
, reyes ya del año 85 no pudieron comprarme un spectrum sino una Atari 2600. No me pilló del todo
por sorpresa dado que "unos niños malos" en esas navidades me habían advertido que los reyes eran
los papás y lamentablemente lo descubrí viendo una caja que ponía algo así como Video Computer System en lo alto
del armario del dormitorio de mis padres… Ni puta idea de lo que era hasta que lo vi el día de los
reyes aunque lo que sí tenía claro desde que vi la caja, era que no ponía Spectrum lo cual lo pude
confirmar el dia de los reyes. A fecha de hoy y siendo ya padre, puedo entender lo que sentirían mis papis
cuando vieran mi cara de decepción al ver que no me habían traido un Spectrum aunque espero se les
pasara un poco con todas las horas de diversión que más tarde y mientras llegaba el ansiado spectrum
me dio esa hasta entonces desconocida Atari 2600… Además de callos y llagas en las manos de tanto
jugar con ese "falomando" que gastaba, jajaja.
Mi padre ante mi insistencia me hizo la promesa de comprarme el spectrum para cuando aprobara
octavo de EGB, cosa que hice en Junio de 1985. No recuerdo la fecha exacta, quizás un mes más tarde
pero en ese mismo verano mi padre me compró mi ansiado spectrum aunque no
pudo ser el gomas sino el 48k de Investronica. Ni que decir tiene que en esos momentos me dio
bastante igual con tal de llegar a casa y empezar a escuchar esos maravillosos pitidos que todos
conocemos.
El gomas lo adquirí no hace mucho tras el fallecimiento de mi primo Estebita, ya que pese a que
nunca antes me había dado cuenta, cada vez que veía un gomas en foros, videos, fotos, etc sin
pensarlo me venían recuerdos de mi infancia, del Manic Miner y también de mi primo.
Spectrum es mi retro MÁQUINA pero mezcla muchas sensaciones y me trae recuerdos todos buenos y
nostálgicos aunque tambien la pérdida en este caso de un familiar querido intímamente
relacionado para mí con mi querido spectrum.
Desde aquí públicamente mil gracias a todos esos padres que hicieron en aquellos años un esfuerzo
titánico por satisfacer el capricho de sus hijos, en especial al mío porque a día de hoy lo comprendo; y
a tí primo, sólo decirte que no te olvido…
@empardopo
DE COMO UN FRACASO ESCOLAR TRAJO UN SPECTRUM A CASA
Todo tiene su explicación.Normalmente un Spectrum venía en Reyes,
por unas buenas notas, etc. En mi caso debo "agradecer" a mi hermano
tres años mayor que suspendiera prácticamente todas las asignaturas en
1º de B.U.P..Esto llevó a que finalmente empezara a trabajar.
El verano de 1985 llegaba a su fín y se acercaba la vuelta al cole.Un día
como otro cualquiera mi hermano volvía del trabajo, pero no venía sólo.
Una caja y un vecino le acompañaban.Mi vecino(que ya tenía un Spectrum,
aunque yo no lo sabía) conectó el aparato que había dentro.
Este tenía un llamativo logo de colores y un nombre en letras rojas que decía
"ZX Spectrum +".
Después metió una cinta en el cassette y empezaron a salir rayas de colores
y unos dibujos en la pantalla que me dejaron totalmente hipnotizado: era
la pantalla de carga del Abu-Simbel Profanation.Cuando aquello dejó de producir
unos sonidos estridentes y empezó a sonar una musiquilla saltarina, mi nivel de
asombro siguió aumentando.Nunca olvidaré la primera vez que ví a Johnny Jones
y a esa maldita gota.
Pero no acabó ahí la cosa.Tras cargar la otra cara de la cinta la cabeza me dió un vuelco:
Era Alien-8(sÍ,mi primer Filmation no fué Knight Lore).Mi hermano sacó de una bolsa la Micromanía 5 …¡con un mapa del juego y las claves para acabarlo!
Después, montones de horas descubriendo nuevos mundos, gracias a aquel logo de
colores que siempre me acompañará.
La primera vez que vi un Spectrum fue en casa de mi tío, un gomas de 48K con el que se peleaba haciendo uso de aquel sobrio manual de BASIC de tapa anaranjada. Y aunque de aquella máquina sólo vi el teclear de comandos que, por entonces, aún no tenían ningún significado para mí, me maravilló el hecho de que mi tío le ordenara en aquel extraño idioma que hiciera algo y la máquina obedeciera. La imaginación de aquel niño de 8 años creció y creció. Y se desbordó. Y se podujo el flechazo. Sí, fue un amor a primera vista.
Aquella misma noche, tan pronto como mi padre llegó a casa de trabajar, le hablé sobre aquel prodigio tecnológico que acababa de descubrir. Con el tiempo supe que él ya había tenido contacto anteriormente con la informática. En el estudio en el que trabajaba como arquitecto técnico, habían tenido un primigenio, enorme como un armario y ruidoso ordenador que funcionaba con tarjetas perforadas. Había costado 1 millón de pesetas de la época, y mi padre era el único que había logrado aprender a usarlo (de hecho, había creado un programa de cálculo de estructuras que conseguía efectuar cálculos para los que una persona precisaba de una semana en tan sólo… ¡una hora!; pero eso es otra historia). El hecho es que ya se había informado días atrás de aquella máquina pequeña, moderna, capaz de grabar y cargar datos desde un simple cassette, en color y conectable al televisor, e infinitamente más asequible que nada que hubiese habido antes. El mío sólo fue el último empujón para que la comprara.
Curiosamente, no recuerdo el día en el que el Speccy llegó a casa, pero sí aquellas tardes pidiéndole a mi padre que me cargara "El Muro" de la cinta "Horizontes", o el juego de "David el Gnomo" que él mismo había programado para mí y mis hermanos, o que me explicara cómo emplear aquel extraño teclado, y poco después cómo emplear tal o cual comando. No tardé mucho en ser yo mismo el que hacía dibujitos en rejillas de 8×8 pixels e introducir mis propios listados.
Con el tiempo vinieron otras máquinas, pero este, por el Speccy, fue el primer amor, más hermoso y brillante conforme pasan los años, aquel que nunca se olvida.
No sé por qué no se ha copiado bien el texto. El tercer párrafo de mi mensaje debería comenzar por "Curiosamente", no por "Curios" :-/
Mi primer contacto con un Spectrum físico fue con Jet Ski, hace relativamente poco tiempo, pues el ordenador es bastante más viejo que yo. Fue en un torneo de este juego en un evento retro en Málaga. Me apunté con un par de amigos por hacer la gracia, sin conocer (ni mucho menos jugar) el juego y sin ninguna esperanza de ganar ya que el resto de participantes estaban bastante curtidos en este ordenador. La sorpresa fue que el control no estaba nada mal y pude llegar a la primera posición, ganando el torneo, junto con un teclado y ratón bastante chulos. Al llegar a casa, busqué Jet Ski para jugarlo en mi PC e incluso a día de hoy sigo echandome alguna partida desde mi móvil. Un gran descubrimiento que hizo que finalmente os conociese a vosotros. Un saludo!
Mi primer contacto con un Spectrum fue en tiendas de Madrid, sobre todo en una, que no recuerdo su nombre, que hacía esquina en Diego de León. Íbamos allí a trastear, hacer pequeños programas en BASIC que dibujasen circulos y líneas usando bucles FOR…NEXT, en fin, toda una aventura. Después fue mi primer ordenador personal disfrutándolo durante muchos años. Recuerdo que lo fui ampliando con una unidad Microdrive, un teclado semimecánico, joysticks varios, etc. y aprendí a programar en BASIC y ensamblador Z80. Fueron buenos tiempos.
Mi primer contacto con un Spectrum fue en tiendas de Madrid, sobre todo en una, que no recuerdo su nombre, que hacía esquina en Diego de León. Íbamos allí a trastear, hacer pequeños programas en BASIC que dibujasen circulos y líneas usando bucles FOR…NEXT, en fin, toda una aventura. Después fue mi primer ordenador personal disfrutándolo durante muchos años. Recuerdo que lo fui ampliando con una unidad Microdrive, un teclado semimecánico, joysticks varios, etc. y aprendí a programar en BASIC y ensamblador Z80. Fueron buenos tiempos.
"Correría el año 84 del pasado siglo cuando yo bajaba a casa de un vecino, a jugar con su pista TCR, cuando un día y sobre la mesa del comedor me sorprendió ver un raro artilugio. Lo hubiera calificado como un gran mando a distancia, una caja negra, con botones de goma, con letras, símbolos y una franja con los colores del arco iris en una esquina. Bastante sorprendido me quedé hasta que leí en la esquina opuesta ZX Secptrum.
Aquello era un ordenador. ¡Qué digo un ordenador! Era el único ordenador del que había oído hablar por entonces.
Rara era la ocasión que si entraba con mis padres en los grandes almacenes no pasara por su rincón de informática mientras mi hermano mayor oteaba novedades en la contigua sección de música. Miraba, tocaba y, tras la pertinente solicitud a mi padre, regresaba cabizbajo a casa. Poco poder de convicción tenía yo.
Para colmo, de mi desasosiego informático, mi primo Manolo tuvo uno ya en tiempos del ZX Spectrum 128 +2. Éste no solo fue ignorado por el sobrino de mi madre sino que encima hizo imposible que, aun compartiendo abuelos, pudiésemos compartir dicho plus 2. "
Adaptándome a la norma de entre 100 y 200 palabras.
Ahí va mi experiencia:
Mi primer recuerdo del Spectrum va unívocamente asociado al recuerdo de mis vacaciones estivales más agridulces.
El año no lo recuerdo con claridad, apostaría a que fue 1986, cuando un gran amigo de mi padre apareció en mi casa con un flamante ZX Spectrum 48KB, que procedió a entregarme convirtiéndolo en el mejor regalo que yo recuerdo de toda mi infancia. En su momento nunca pregunté el porqué de tan valioso regalo. Hace no mucho salió el tema en una comida familiar y el motivo era que al amigo de mi padre lo habían despedido de una empresa tecnológica de forma poco amigable, y él se tomo el finiquito en especie :).
El caso es que pocos días después nos fuimos un mes a la playa, y mis padres no me dejaron (no entiendo el motivo) llevarme el nuevo ordenador, así que estuve 30 jornadas estivales contando los días para volver a mi calurosa casa de interior para sudar la gota gorda jugando con mi gomas :).
Mi primer contacto fue con una ZX Spectrum +2A que nos regalaron a mi hermana y a mi por nuestra comunión en el 92 y nos quedábamos flipando. Sabia de estos ordenadores y de otros por revistas y de oídas, pero ningún amigo cercano tenia uno. Venia con la pistola, un casete con varios juegos para ella (aunque la que más jugábamos junto a nuestros padres era una con una diana y que te hacia varias preguntas), Chase H.Q y Robocop (a este jugué mucho por que me encantaban las películas, y aun me siguen encantando). Con parte del dinero de nuestra comunión nos compramos en el Corte Ingles los mandos y un pack de 3 juegos de acción del tipo Final Fight, Ninja Gaiden, etc (no recuerdo ahora mismo los nombres). Luego solíamos alquilar en una tienda cercana algunos juegos y a veces subían nuestros amigos a jugar un ratito. Nos pasábamos muchas tardes jugando tras hacer los deberes y merendar (de hecho poníamos a cargar el juego mientras nos la preparábamos). La verdad es que fueron tardes divertidas, con muchos piques con mi hermana. También intente aprender BASIC con el manual que venia junto a uno de una colección de esas de enciclopedias, que hasta enseñaba PASCAL, COBOL, etc, pero nunca logre hacer nada, hasta hace unos años que me quite la espinita de hacer un juego (el de mi avatar).
Siempre digo que parte de mi infancia se resume en Bocata de Nocilla y ZX Spectrum.
Todo comenzó en 1989, cuando una conocida tienda de informática de mi zona trajo los nuevos y coloridos pack con juegos del +2A. Mi hermano y yo pasábamos por delante babeando, cuando mi única experiencia informática fue un Dragon 64 con pantalla de fósforo naranja en el que hacía las prácticas de informática en el colegio. Se acercaba la primera comunión de mi hermano… Y lo tuvimos claro. Ese se vendría para casa. Acabó la comunión y el lío con la familia… Y nos levantamos al día siguiente a las siete de la mañana a instalarlo y a probar, uno a uno, los seis juegos que venían incluidos. El primero: Army moves. Con él estuvimos hasta la hora de comer. Cuando ya eran las ocho de la tarde, tocó bronca: era la única televisión que había en casa y no nos despegaban de allí ni con agua caliente. Así empezó todo. Y me marcó hasta el punto de que, gracias a él, me decidí a hacer una FP de electrónica. Reparé el modulador de televisión, que ya empezaba a fallar. La pletina, hasta el punto que dejó de funcionar y le instalé una externa. El transformador, al que tuve que reparar unos hilos interrumpidos… Marcó toda mi vida, veinte años llevo reparando electrónica e informática con la ilusión del primer día. Gracias a esa máquina maravillosa que aún guardo como oro en paño.
Un compañero de mi padre tenía un 48K para sus hijos y nos lo enseñó. Recuerdo que tenía una revista en la que aparecía en portada el Spectrum+, y cuando terminé 5 EGB nos lo regaló. Me acuerdo perfectamente, 27.000 pesetas de aquel entonces, y nos lo trajeron de Barcelona. Era la versión inglesa, tenía todos los manuales en inglés y una traducción bastante mala. Esa tarde fuimos a casa de otro compañero y me grabaron un programa de copia (the key), el Manic Miner y el Attic Atack. Lo mejor fue que cuando lo enchufamos en casa a una tele en blanco y negro se estropeó al poco rato, siempre se le echó la culpa al pobre Spectrum
Corría el año 1986 y era un ávido coleccionista de aquellas revistas sobre informática y videojuegos. El ansia que tenía por aquellas máquinas que "lo podían todo" me llenaba con cada artículo y anuncio que saboreaba mientras ojeaba sus páginas. No pasó demasiado tiempo hasta que tuve en mis manos mi primer ordenador, un 128 +2. Los ojos se me salieron de las órbitas cuando, en una venta de juguetes para el día de Reyes Magos del Grupo de Empresa, me dejaron pulsar sus teclas y toquetear sus botones. Abría y cerraba la tapa del reproductor de cassette y acariciaba aquellas letras plateadas de marca y modelo, en rojo y plata. Cuando monté la máquina en casa por vez primera me palpitaba el corazón a 200. La primera cinta en cargar fue el famoso Rygar (que aún conservo). Siempre daré gracias a mi época, y a nuestros queridos padres, que tanto nos han ofrecido.
Mi hermano y yo flipábamos jugando con la Atari 2600 de mi tío en casa de los abuelos, y entre los amigos del cole empezaba a hablarse de una maquinita llamada “ordenador” que permitía no solo jugar sino hasta modificar los juegos a tu gusto. Y del que más hablaba era ese “Spectrum”. Mis padres debían de tener ganas de ver el futuro porque cuando propuse el “barato” para aquellas navidades dijeron que ya de hacerlo se hacía bien, y en vez del 16K cayó el 48K. Lo encargamos de los primeros que venían, y fuimos a recogerlo mi padre y yo.
Cuando llegó mi hermano a casa y lo vio según lo instalábamos, se puso tan nervioso que se sentó sin mirar en la banqueta donde mi abuelo, que estaba de visita, tenía apoyado el cenicero del cigarrillo jajaja
La sensación de enchufarlo, ver esa pantalla blanca y cargar la primera cinta, la mítica Horizons, fue mágica. Las primeras palabras de mi padre, que en paz descanse, no las olvidaré nunca. Al ver cargar la cinta dijo “Qué cosas inventan, esto convierte los sonidos del cassette en imágenes en la tele”. Cómo se vició al Thru’ The Wall
Fue a primeros de 1986. Un amigo me contó muy excitado que su padre había traído un ordenador a casa, y que tenía juegos!!
Una tarde, después de las clases, me llevó a verlo. Era un gomas precioso, conectado a un magnetófono cuya marca no recuerdo, y todo a un enorme televisor a color.
Yo ya había tocado un Dragon, pero ese teclado me fascinó enormemente, con todos los códigos impresos, tanto en las teclas (tan esponjosas) como sobre ellas
Tenía la cinta Horizontes de Investrónica a la que no hicimos mucho caso, ya que también le habían regalado una copia del Commando, con su precioso estuche de Zafi Chip, el cual estuve inspeccionando con detenimiento mientras cargaba el juego.
Sobre eso, se me quedó grabada a fuego para siempre la rutina para ejecutar un juego, y desde entonces, al proceso de carga le llamamos “load comillas enter prais”.
Mi primer contacto con un spectrum fue en casa de un tío mío. Era el año 1984 y mi tío nos enseño algo que se acababa de comprar. Yo tenía 8 años y no tenia ni idea de lo que era un ordenador, por lo que aquello me llamó la atención. Recuerdo ver un programa de dibujo y un juego llamado El Muro, que eran programas que venían en la casette Horizontes. Tras aquello no volvimos a saber del asunto hasta las navidades siguientes en las que nuestro tío, aburrido de no saber que hacer con aquello, nos lo regaló. Era un Spectrum 'gomas' de 16K ampliado a 48K por 5000pts de la época. Nos lo dio con un reproductor de casette Dynadata, el juego PSSST y cuatro o cinco revistas Micro Hobby. Desde entonces a mi hermano y a mi se nos despertó el gusanillo y pasamos tardes y tardes jugando y copiando listados. A mi me influyó mas que a el ya que he dedicado mi vida a la informática y aun conservo aquel Spectrum 'gomas' .
Todavía recuerdo el olor de aquella pequeña tienda de mi barrio, donde entre walkmans, radios de sobremesa y máquinas de afeitar, destacaban aquellas pequeñas máquinas negras llenas de teclas con extraños símbolos. La siguiente imagen que conservo, después de haber estado ahorrando las pagas semanales durante meses, es conectando esa curiosa cucaracha con sólo dos patitas a la pequeña tele Elbe de color crema, con una mezcla de curiosidad, impaciencia y nerviosismo.
El idilio no comenzó bien: el dichoso Computone no quería cargar la cinta de Planetoids que venía en la caja. Pero después de varias horas jugando con las ruedecitas Volume y Tone, se produjo la magia… ¿Cómo describir la sensación de que yo podía controlar lo que ocurría en la pantalla de la tele? ¡Una nueva era comenzaba!
Corría el verano de 1984 y una inusitada expectación me invadía desde hacía semanas a la espera de que llegase el ansiado día de la llegada a casa del Spectrum 16K que mis padres habían elegido como obsequio por la imposición de un depósito a plazo en el Banco Hispanoamericano.
Nunca les estaré lo suficientemente agradecido, es algo que con el discurrir de los años descubres que te cambia la vida para bien. Mis padres podían haber elegido entre otros obsequios tales como un televisor, video, batería de cocina, dinero en metálico, etc. y sin embargo a instancias mías, que había oído rumores de un fabuloso ordenador que era el no va másy que ya poseía un primo mío del pueblo donde veraneaba, se decantaron por el ZX Spectrum 16K.
Aquella mañana cuando aparecieron con la caja negra, la abrí boquiabierto tratando de discernir cómo empezar a usarlo. Creo que las horas no pasaban en mi fijación por empezar a poner en marcha aquel ingenio tecnológico.
Lo paradójico es que por más que me afanaba en leer el manual y tratar de escribir los comandos que se ocultaban en las teclas de goma, la agonía por verlo funcionar se prolongaría aún mes y medio más, hasta llegar a dar con la mágica combinación de teclas LOAD "" y ENTER, y sería gracias a mi primo del pueblo, mayor que yo que hacía unos meses que ya era usuario del Spectrum.
Mi primer contacto con un Spectrum fue cuando iba a sexto de E.G.B.
Un compañero empezó a comprar la revista MicroHobby. Recuerdo como en el camino a casa íbamos flipando con la publicidad de los juegos de la época. Había una página, no recuerdo si en el centro o al final de la revista, en la que venían pequeñas fotos rectangulares de las portadas de los juegos, tipo el Bid de Discoplay. El que más nos gustaba era el juego de Bruce Lee; como soñábamos con jugar a el.
Éramos 10 compañeros y planeábamos, cuando nuestros padres nos compraran los Spectrum, en casa de quien íbamos a ir a jugar cada día. Incluso cuando discutíamos, amenazábamos con no invitar a alguien a jugar.
Al final el primero en tener el Spectrum fui yo, y que flipada. Los diez en mi habitación, con la tele en blanco y negro, viendo las líneas horizontales de carga y oyendo el sonido de la misma. Nunca se nos hizo tan corta la carga de un juego como aquel día.
Y allí estaba, nuestro primer juego, Panama Joe.
Que grandes tardes, y las que siguieron.
Al cumplir 9 años (verano del 84) me regalaron mis padres una game&watch azul muy simple de navecillas.
No le quitaba ojo, aquello me maravilló, era como tener una mini máquina recreativa en casa! Por aquel entonces ya me había quedado prendado de las recreativas de los bares (Asteroids, Pleyads, Star Force, Moon Patrol, etc…).
Pasados unos meses les pedí a mis padres una nueva maquinita, pero mi padre con gran visión dijo que esperasemos a comprar un ordenador… ¿que era eso? ¿para que servía? Pronto empezó a comprar revistas de Microhobby y yo empecé a alucinar imaginando jugar a esos juegos que salían allí en nuestro propio ordenador personal(aún recuerdo hojear la página del "All or nothing" del número 14).
Vi un gomas junto a un ZX81 en un escaparate de un bazar de mi barrio. Yo quería uno yaaa!!
Tuve que esperar al verano del 85. Lo compramos en un bazar de la Barceloneta, era un Spectrum+ con el manual naranja traducido en castellano.
El primer programa que conseguimos cargar fue La presentación del CASSETTE 1 de MICROHOBBY, increible ver esos gráficos por pantalla por primera vez! (que grande el TIRO PICHON que venía después!). Fue el inicio de un noviazgo de 6 años más llenos de muchos juegos originales, muchas más copias piratas, revistas y mil emociones que como ya han comentado otros darían para escribir un libro entero…
Mi primo bajó raudo las escaleras de 3 en 3 escalones como si se lo llevara el diablo, pero con una sonrisa de oreja a oreja y una especie de libreta en las manos, cas sin resuello y con un brillo de ilusión en los ojos me dice…mora , esto es para jugar en la tele…
Yo no daba crédito…mi primo de la capital siempre nos traia en navidades , las maquinitas de donkey kong, del pulpo etc….y ahora una libreta negra con botones para jugar…..así fue mis comienzos con el entrañable Load "" y un monigote bastante feo llamado Horacio, daba saltos para huir de las malditas arañas…asi que todos los años esperaba con ansia, ver en la puerta la cara de mi primo con sus cintas tdk repletas de novedades, que no funcionaban casi ninguno, que no teniamos instruciones, pero nosotros eramos felices entre pitido estridentes, azimuts, micromanias y miles de mundos por explorar..