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Falcon Patrol 2 (1985) Virgin Games

Buenos shoot’em ups que hemos disfrutado en nuestra máquina predilecta a costa de varios prototipos militares. Anteriormente ya repasé el genial Afterburner de Activision centrándome en el F-14. Hoy quisiera poner la mirada sobre el célebre Harrier británico, una aeronave originalmente diseñada como experimento de caza ligero para repeler posibles ataques soviéticos durante la guerra fría. El Harrier tiene la virtud de realizar despegues verticales gracias a varias toberas de escape de gases orientables, dispositivos que transforman la energía térmica en cinética. Dicha virtud hace que el caza-bombardero pueda despegar casi desde cualquier emplazamiento haciendo de su valor estratégico una gran ventaja. A decir verdad, el Harrier no fue un avión fácil de pilotar y siempre ha sufrido un alto índice de siniestralidad, pese a ello tuvo cierto tirón comercial y ha conseguido sobrevivir y crear diferentes modelos hasta nuestros días aunque cada vez con menos presencia.

Toberas regulables que hacen posible el despegue vertical del Harrier
Toberas regulables que hacen posible el despegue vertical del Harrier

El Harrier tuvo su momento en algún que otro juego dedicado, al igual que lo tuvieron otros aviones de combate como el F-14 (Afterburner / Silent Shadow) o su hermanastro soviético, el Mig 29 Fulcrum (Soviet Fighter Mig 29), el F-16 (F16 Fighting Falcon), el Panavia Tornado (F1Tornado Simulator) o el P47 (P47 Thunderbolt). La popularidad de este caza-bombardero creció gracias a un conflicto militar surgido en 1982: la Guerra de las Malvinas, cuando Argentina y Reino Unido decidieron enfrentarse por la soberanía de estas islas en el Atlántico sur. El resultado final fue una rápida victoria de los británicos que en poco menos de tres meses dieron fin a la contienda. La Guerra de las Malvinas resultó ser el escaparate perfecto para el despliegue de virtudes del Harrier, cuya participación fue clave en el resultado final. Sin el Sea Harrier quizá Reino Unido nunca hubiera llegado a recuperar las llamadas por ellos Falklands.

Repostando municiones y combustible en una de las pistas de aterrizaje
Repostando municiones y combustible en una de las pistas de aterrizaje

Es así que poco después de la famosa guerra pudimos probar las mieles de un seminal Harrier Attack, un shoot’em up de la primera hornada de juegos de Durell, hablamos de 1983, y de manos de un Mike A. Richardson todavía con mucho potencial por explotar en años posteriores. El juego de Richardson dejaba ver un escenario claramente influenciado por el conflicto que poco antes había tenido lugar en el Atlántico sur.
Ese mismo año un joven llamado Steve Lee programaba para Commodore 64 Falcon Patrol, un gran shoot’em up de perspectiva lateral inspirada, al igual que el título de Durell, por la influencia de la recreativa de Konami de 1981 Scramble, juego que a su vez parió descendientes como el desafortunadamente bautizado Penetrator de Melbourne House, un programa de los creadores/as de The Hobbit y Lord of the Rings con nombre de peli porno. El Falcon Patrol de Commodore era rápido, fluido y, a diferencia de la recreativa nipona, estaba diseñado para poder dirigir la aeronave tanto a izquierda como a derecha. Para ello aprovechaba el despegue vertical del prototipo y la diseminación de pistas de aterrizaje que ayudarán al jugador a repostar combustible y armamento. Dos años después de su estreno Virgin volvería a la carga con una segunda parte que, esta vez sí, tendría cabida en Spectrum de la mano del mismo autor del primer Falcon Patrol para Commodore, Steve Lee.

Sobrevolando pirámides egipcias a la caza del enemigo
Sobrevolando pirámides egipcias a la caza del enemigo

No nos dejemos engañar, Falcon Patrol 2 es un calco perfecto de su hermano mayor pero su irrupción en la plataforma Sinclair se hacia necesaria y es que los poseedores de un ZX que pudieran probarlo lo hicieron como si de un juego nuevo se tratara. Hablamos de un título con un desarrollo con perspectiva lateral en el que podemos elegir la dirección a la que dirigirnos según convenga a nuestra situación. Nuestro flamante Harrier empieza la partida estacionado en una de las varias pistas de aterrizaje diseminadas por el mapa. Damos gas a nuestro avión para que se eleve para a continuación elegir dirección. A partir de aquí comienza el juego. A diferencia de otros títulos similares a este, Falcon Patrol 2 deja algo más que un simple shoot’em up. Aquí cuentan varios factores, no se trata tan solo de avanzar, destruir y esquivar. Hay que tener en cuenta la velocidad, el combustible, la posición, velocidad o tipo de enemigo entre otras cosas.

Bien el juego no tiene mucha historia. Distinguimos tres tipos de enemigos. Los helicópteros de transporte, de negro, los helicópteros escoltas del transporte, de azul, y los solitarios, de rojo. Los primeros son los encargados de transportar baterías antiaéreas que irán diseminando por todo el mapeado además de inhibidores de radar. Los escoltas obviamente irán de la mano de los transportes para asegurar que el cargamento llega a su objetivo. Los solitarios harán todo lo posible para que seamos destruidos de una manera u otra. Se hace urgente centrarnos en los transportes pues cierta demora y el suelo bajo nuestros pies se verá minado de baterías antiaéreas que no dudarán en jugar al tiro al pichón con nuestro caza. Además los inhibidores dejarán a nuestra aeronave “ciega”, lo que a todo gas puede resultar peligrosísimo. Para solventar la papeleta y asegurar la zona nuestro Harrier cuenta con misiles aire-aire y tierra-aire.

Una ciudad arrasada será el único escenario del juego
Una ciudad arrasada será el único escenario del juego

Los primeros darán buena cuenta de los helicópteros mientras que los segundos harán lo propio con baterías e inhibidores. Curiosamente no contamos con bombas si bien los misiles tierra-aire suplen a éstas a la perfección. Al igual que en Harrier Attack, Falcon Patrol 2 juega con cargas de combustible para que no nos demoremos demasiado en nuestra tarea. Para repostar munición y combustible tan solo debemos colocar la aeronave en posición de despegue vertical y hacerlo bajar a cualquiera de las pistas de aterrizaje diseminadas por el escenario ¡Pero cuidado! Proyectiles mal dirigidos pueden ir a parar a las pistas arruinando el servicio que nos brindan. Quizá la mayor ayuda con la que contemos para eliminar a nuestros enemigos es el radar, cuyo display queda encuadrado en la parte superior de la pantalla, y cuya utilidad es básica para poder batirnos con un mínimo de garantías. Gracias a este dispositivo sabremos a qué altura volar y a qué velocidad y es que dependiendo de la localización de los helicópteros conviene volar más o menos alto o rápido. Como ya comenté antes podemos elegir la dirección a seguir pero para ello hemos de frenar antes totalmente el Harrier, no podemos cambiar de dirección a toda velocidad. También hemos de tener especial cuidado al abatir a un enemigo pues si pasamos con el Harrier por encima de un helicóptero en el momento en que explota el avión perderá potencia y se estrellará irremediablemente. A medida que nuestro casillero de puntos aumente y el cielo vaya quedando despejado de helicópteros iremos subiendo de nivel, de manera que el número de aeronaves contrincantes irá aumentando paulatinamente, y de igual manera la dificultad del juego.

Una batería antiaérea espera nuestro paso para derribarnos
Una batería antiaérea espera nuestro paso para derribarnos

Falcon Patrol 2 no es un título en el que vayamos a disfrutar de nuevos niveles y esa es mi opinión, una de las pocas trabas del juego. Un par de niveles más y la posibilidad de lanzar bombas y estaríamos hablando de un clásico del Spectrum. El único nivel del juego es atractivo y nos sitúa, por la presencia de las pirámides y el desierto, en algún lugar de Egipto: un emplazamiento muy alejado de las inhóspitas Malvinas que Durell rememorara con su Harrier Attack. Gráficamente el juego de Steve Lee no luce mal (70/100), sin ser una maravilla deja ver unos escenarios muy coloristas y alegres que mantienen el tipo respecto a la versión de Commodore, en mi opinión más lograda. Para ser un shoot’em up que toma a un avión tan particular como el Harrier como protagonista los controles son bastante acertados (75/100). Se puede sentir la inercia generada por el movimiento del avión, su velocidad y cómo su maniobrabilidad queda afectada por éstas. Los controles responden también y es scroll de pantalla es lo suficientemente suave como para no arruinar la jugabilidad así que un notable en este apartado.
En lo sonoro Falcon Patrol 2 tira de efectos durante la partida, unos para el despegue y otros para el vuelo y explosiones. La pantalla de apertura del juego, además de contar con las instrucciones precisas para poder jugar da pie a una escueta melodía introductoria. En este apartado el juego cumple sin más (70/100).

El Falcon Patrol de Commodore no solo nos enfrentaba a helicópteros
El Falcon Patrol de Commodore no solo nos enfrentaba a helicópteros

Para poder acumular un buen número de puntos es necesario familiarizarse con los movimientos enemigos, algo que lleva un poco de práctica (75/100). Los helicópteros escoltas nos los pondrán bastante complicado con sus maniobras inesperadas por lo que conviene reducir la velocidad antes de encañonarlos. La prudencia y la paciencia quizá sean las mejores armas contra el enemigo aunque en ocasiones el avión invita a dar gas y surcar los cielos a toda velocidad mientras nuestro Harrier se inclina de un lado a otro. Por otra parte, toda la zona superior de la pantalla está dedicada a displays con información necesaria para el progreso (número de vidas, combustible, misiles restantes, puntos, radar, nivel, enemigos restantes y puntuación máxima).
Como ya dije antes una lástima que este título de Virgin consista únicamente en un único nivel pues su planteamiento daba para mucho más (70/100). Un nivel a lo Harrier Attack (con buques en los que aterrizar en medio del mar) y algún otro más habría venido de perlas, al igual que la presencia de cazas enemigos y no solo helicópteros. Aún así este Falcon Patrol 2 es un título a reivindicar por su mecánica y buen hacer. Quizá Sinclair User no lo viera así, y es que la revista británica no fue muy benevolente con el título de Virgin (1/5) achacando malos gráficos, mal sonido y malos controles. Computer and Videogames tampoco dejó en muy buen lugar a Falcon Patrol 2 al que tildaba de “excesivamente aburrido”. Por suerte no todo fueron malas críticas, al menos para los redactores de Your Spectrum que lo tuvieron por un juego decente.

El juego de Steve Lee siempre me dejó sensaciones encontradas, por un lado una mecánica bien planteada, por otro lado poco recorrido. Siempre apetecía una partida pero cuando llevaba unas cuantas muescas en la culata se me hacía repetitivo. A pesar de ello para ser un programa de 1985 no está nada mal, lástima que a falta de un par de mejoras quedara en un juego de fondo de catálogo poco reconocido, pero bueno para eso estamos aquí, para reconocer sus virtudes y traerlo de vuelta al presente. Salud y píxeles chic@s. Hasta la próxima.

Ya me cansé del Harrier ¡Ahora me lo voy a montar a lo Jetpac!
Ya me cansé del Harrier ¡Ahora me lo voy a montar a lo Jetpac!

Un título a reivindicar por su mecánica y buen hacer

Gráficos - 70%
Movimiento - 80%
Sonido - 80%
Jugabilidad - 65%
Adicción - 60%

71%

Por un lado una mecánica bien planteada, por otro lado poco recorrido. Siempre apetecía una partida pero cuando llevaba unas cuantas muescas en la culata se me hacía repetitivo. A pesar de ello para ser un programa de 1985 no está nada mal.

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kidsaguf

Desde siempre fascinado por los videojuegos, fundamentalmente por la etapa de los 8 bits. El ZX Spectrum le abrió un mundo que desconocía y al que hasta el día de hoy sigue volviendo encantado a pesar de los años.

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