
Ahora que los juegos en Basic vuelven a estar de actualidad. Ahora que descubrimos en ese lenguaje producciones de gran calidad. Ahora que disponemos de algo más de tiempo libre, me pareció el momento ideal para elaborar una review que hace tiempo que tenía en mente. Se trata de uno de aquellos títulos que habían quedado registrados de forma especial en mi memoria. Eran los primeros tiempos, con juegos realmente sencillos pero que llenaron nuestros ratos de ocio y nos permitieron vislumbrar el potencial de un producto que acabaría convirtiéndose en una de nuestras principales formas de entretenimiento incluso pasados casi cuarenta años.

En el inicio de la tarea de búsqueda y recuperación del título en cuestión me encontré con la primera dificultad, dar con el archivo. En mi mente el juego había quedado guardado como “Batiscafo” ya que era el nombre que aparecía escrito en la cinta del amiguete que me lo prestó. Al empezar la búsqueda en World of Spectrum, por Batiscafo, no apareció nada. Gracias a los buscadores de internet y con algo de paciencia no fue demasiado difícil darme cuenta del error y poder empezar a jugarlo y a documentarme sobre el programa. Y ha sido en esa tarea cuando he descubierto que a pesar de tratarse de un pequeño y sencillo juego de los comienzos del Spectrum guarda una historia sobre como funcionaba, en algunos casos, la creación y distribución del software en aquella época que, a mi parecer, vale la pena ser contada.
El juego fue distribuido por Investronica, si bien no he conseguido desvelar quién se atribuyó la autoría. Investronica fue, inicialmente, la principal empresa distribuidora de ordenadores Sinclair en España y acabaría desarrollando sus propios ordenadores. Destacando el Spectrum 128k en colaboración con Sinclair y posteriormente el clónico Inves Spectrum ya en solitario. La creación de una línea de software que pudiese nutrir a su máquina era un paso totalmente lógico y habitual. Si bien fue una empresa muy centrada en el hardware, de forma que buscó acuerdos con casas como Quicksilva, Indescomp o Psion para distribuir títulos como Ant Attack (que apareció bajo el título de Hormigas), La Pulga o Chequered flag (Bandera a cuadros). Se han podido documentar más de cincuenta títulos entre juegos, aplicaciones y programas educativos que en una edición característica de fondo negro con la franja multicolor característica del ZX Spectrum y con el anagrama de Investronica aparecerían en el mercado. Es muy recomendable la lectura del artículo de JMV sobre Investronica que podéis encontrar en la web del Mundo del Spectrum y en el ejemplar número 27 de la edición española deRetroGamer.
Rescate del Tesoro apareció en dos versiones. Una ocupando la portada y acompañado por otro título en Basic, Awari, en la cara B. Hubo una segunda aparición compartiendo cinta con el título “Las cuatro en raya” en portada y ocupando la cara B Rescate del Tesoro. Esta última versión es la que podemos encontrar en WOS. La versión comentada en primer lugar también está disponible en la red.
La mecánica del juego está claramente influenciada por la mecánica de la mítica máquina arcade Frogger distribuida por Sega Enterprises y desarrollada por Konami (1981). Ya hubo un primer port del juego a nuestro Spectrum en el año 1982 a cargo de C-Tech, y las variantes que estaban por venir serían prácticamente innumerables. En nuestro caso no debemos ayudar al carismático anfibio a cruzar la carretera o el rio. Nuestra misión consiste en tomar los mandos de un batiscafo y dirigirlo desde la superficie marina hasta las profundidades para recuperar el tesoro del famoso pirata Drake quien perdió, en un naufragio frente a las islas Galápagos en el año 1684, el cargamento de oro y plata que había capturado en sus correrías a lo largo y ancho de los siete mares. No parece tarea difícil, de no ser por la existencia de una colonia de ambrientos pulpos gigantes dispuestos a engullirnos.

En cuanto al juego en sí, una vez descrita la mecánica, no hay demasiadas cosas a añadir. Hay que conseguir recuperar diez elementos, de los dieciséis que aparecen en pantalla, del tesoro pirata para poder avanzar al siguiente nivel. Es indiferente que sean de oro o de plata. Una vez logrado volveremos a repetir la misión en una nueva fase pero con una mayor presencia de enemigos.
La trayectoria de los pulpos es aleatoria y se va modificando en función del ángulo con que rebote en los costados de la pantalla. Hay que observar bien la ruta que siguen y aprovecharse del hecho de que determinados cefalópodos si van en línea recta son mucho más fáciles de burlar.

En cuanto a los aspectos técnicos decir que reúne unos gráficos y un sonido muy sencillos, se trata de un programa en basic. Reseñar como aspecto gráfico “destacable” que los pulpos van cambiando de color. En cuanto al sonido dispone de efectos sonoros para la captura del tesoro y las colisiones, así como una breve melodía en caso de superar el nivel o de perder todas las vidas.
En cuanto al movimiento, a pesar de no ser rápido, es destacable un buen trabajo en la detección de colisiones que nos permite apurar nuestros movimientos junto a los peligros marinos que nos acechan. El aspecto negativo es la imposibilidad de movernos en diagonal y la lentitud a la hora de desplazarse de nuestro sumergible.
Por último la jugabilidad tenía en cuenta el nivel de dificultad para ir endureciendo la exigencia progresivamente. De tal forma que el primer nivel lo superaremos con relativa facilidad pero después se va complicando. Aunque el juego no ha envejecido demasiado bien, si lo miramos con los ojos de un joven usuario que se aproximaba por primera vez al mundo de la informática y de los videojuegos será más fácil entender porque tenía su atractivo en la época. Para aquellos que quieran tener algo de ayuda, si interrumpimos la ejecución del programa y buscamos en el listado la línea 110 podremos puede ser una buena opción.
El aspecto que me ha parecido más interesante ha sido descubrir la existencia de numerosas versiones del juego. Y el hecho de que había mucha gente y en diferentes países dispuestos a “aprovechar” el trabajo de los demás. La versión original apareció en la revista británica Your Computer en el ejemplar de septiembre de 1983 con el título de “Balloon Hopper”. Se trataba de uno de esos habituales listados en Basic de los primeros tiempos que acompañaban a la práctica totalidad de las revistas de informática de la época. En las islas los llamaron “Type-in”. En este caso sí que se ha podido determinar que el autor fue Andrew Foord.

El juego apareció nada menos que en portada
Por lo tanto, parece ser que Investronica buscó otras vías, además de la de recurrir a otras productoras, para “crear” software propio y aumentar de esta forma su catálogo de títulos. En este caso consistió en replicar el listado que aparecía en la revista inglesa, modificando los textos y los personajes para posteriormente empezar la distribución. Salta a la vista si comparamos los listados Basic de ambos programas (aunque no es necesario, con comparar los juegos en acción es más que suficiente). Pese a todo debo reconocer que me parece mucho mejor traído el argumento de sumergirse en las profundidades con un batiscafo para recuperar un tesoro que el de recoger un cargamento para elevarlo a los cielos a una supuesta nave con un artilugio que no se sabe muy bien qué pretende ser…

El caso es que algo debe tener este juego, puesto que no terminaron aquí las adaptaciones del juego original. Así pues, también hubo una versión alemana. Obra de Hansesoft GmbH y que llevó por título Octopus. Una versión que incorpora algún efecto de sonido más y una pantalla de presentación algo mejorada. No obstante, debo decir que no considero que peque de querer defender el producto nacional al afirmar que de las tres versiones me quedo con Rescate del Tesoro.

Ya llevamos tres versiones, pero no acaba aquí la cosa. Existe una segunda versión británica. Firmada por H. Nijland y con el título de “Balloon”. La principal novedad que presenta es la de poder elegir en qué nivel queremos empezar. Existe una tercera versión británica, BallHopper, distribuida por SQ que nos permite saltar la pantalla de instrucciones para ir directamente al juego.

Pero no acabó aquí la historia de las versiones de Balloon Hopper. Aún nos quedan por comentar dos versiones más que aparecerían en nuestro país. La primera es de 1983 y por tanto es anterior a la de Investronica. Distribuida por A.R.V., con el título de Transporte Aéreo es una réplica exacta de la versión original, eso sí, apareció con los textos traducidos al castellano.

La última versión, aparecida también en España, fue la que corrió a cargo de Paraninfo. Dedicada a la publicación de libros de temática informática, con diversos manuales sobre el manejo del ZX Spectrum (podéis encontrar información al respecto en el programa 2 de la temporada 8 donde aparece una entrevista a Antonio Bellido, autor de algunas de esas obras), también intentó su incursión en el mundo del software. En su caso el título escogido fue Don Pepe y los Globos. Se trata de una versión también de 1983 que tal como sucedió con Transporte Aéreo se limitó a la traducción al castellano.

Rescate del Tesoro no apareció en las revistas de la época. Pese a que algunos de los programas de la serie de Investronica sí que aparecieron en Microhobby, no ocurrió lo mismo con nuestro programa. Eso sí, podemos intuir que el precio rondaría las 1.900 pesetas que es el precio que se atribuía a esos otros juegos (Hormigas apareció en el número 2 por ejemplo). También encontramos referencias a la oferta y precios del software de Investronica en la revista ZX. De hecho aparecen múltiples títulos en un exhaustivo artículo sobre todos los programas disponibles en nuestro país para el ZX Spectrum que apareció en el número de diciembre de 1984 (ejemplar número 13).

Tampoco he podido encontrar referencias a Rescate del Tesoro en publicaciones actuales. Tanto en el libro “El Mundo del Spectrum” como en “Génesis. Guía esencial de los videojuegos españoles de 8 bits” encontramos referencias a diversos títulos distribuidos por Investronica pero nada al respecto de este título en concreto. No hay referencia alguna a Investronica en “Ocho quilates. Una historia de la edad de oro del software español” reforzando la visión de esta empresa como eminentemente distribuidora de hardware.
En cuanto al precio actual de una edición física de Rescate del Tesoro, podemos decir que se trata de un título que al menos en su versión compartida con Las Cuatro en Raya es bastante abundante y a un precio muy asequible. El coste podría rondar entre 3€ y 5€. La versión con la portada dedicada a Rescate del Tesoro es mucho menos habitual y saldría algo más cara probablemente.
En definitiva me gustaría concluir diciendo que Rescate del Tesoro es un título modesto, muy alejado de las grandes producciones y los grandes éxitos que abundaron en la historia del Spectrum. A pesar de ello, también representa una pequeñísima parte de esa historia, en definitiva es miembro de pleno derecho del mundo del Spectrum. Y al menos en mi caso, por las horas de entretenimiento y el recuerdo que guardo del mismo, le debía este pequeño reconocimiento. Puede que sea insuficiente para animaros a jugarlo, pero como mínimo lo he realizado con la intención de darlo a conocer. Aunque, pensándolo bien, si dio lugar a siete versiones diferentes en tres paises distintos, quizás habría que echarle un vistazo…
Jepifidel
Sencillo juego Basic de aquellos inicios de Investronica
Gráficos - 41%
Movimiento - 42%
Sonido - 32%
Jugabilidad - 59%
Adicción - 58%
46%
Eran los primeros tiempos, con juegos realmente sencillos pero que llenaron nuestros ratos de ocio y nos permitieron vislumbrar el potencial de un producto que acabaría convirtiéndose en una de nuestras principales formas de entretenimiento incluso pasados casi cuarenta años.
Fascinante lectura, uno de los muchos casos de esos primeros softwares para nuestras económicas máquinas que sirvieron tanto para ofrecernos horas de juego como para adentrarnos en ese submundo que aguarda tras la pulsación de la tecla BREAK o la carga con MERGE, otro placer, uno distinto, el de conseguir observar algo más personal, algo imaginado antes por nosotros mismos, moviéndose por la pantalla, alargando el sueño a la posibilidad de compartir nuestra modificación con otros jugadores. Algo que sin duda muchos hicimos en su momento, al margen de que las compañías obtuvieran sus beneficios de algo tan poco ético como el aprovechamiento del trabajo ajeno, el nuestro era el placer de la investigación de cómo se realizaba esa magia.
El artículo me ha gustado también por lo que tiene de reivindicación de esas cintas, las que están más al fondo de ese cajón que ya nunca se abre, del amor que se puede sentir a algo tan sencillo pero que en cambio nos dió tanto en su momento, a pesar de sus carencias.
Bonitas palabras, Azimov.
Hola Azimov.
No puedo estar más de acuerdo en la forma en que describes los sentimientos que pueden llegar a generar este tipo de programas.
Muchas gracias por tus palabras!
Absolutamente de acuerdo. Además de emocionarnos con los grandes juegos y echar partidas memorables con los amigos, estaban también aquellos ratos a solas que no solo dedicábamos a jugar; dedicábamos (imagino que todos) momentos para cargar esos programas en Basic (o incluso a teclearlos de revistas), porque nos parecía una puerta por la que acceder a un poco de aquella magia. Y realmente en términos de disfrute con el Spectrum, jugar y hasta modificar alguna pequeña cosa de esos bonitos Basic, era tan alucinante como jugar a los grandes títulos. Y hoy en día, me conecta con mi infancia al instante cargar uno de aquellos programas, tanto como cargar mis grandes favoritos de Spectrum. Un abrazo, niños grandes! 😀
Primer mensaje en el blog dedicado al primer videojuego al que jugue. Conocido en mi familia como «el de los pulpos». Muchisimas horas le dimos mis hermanos y yo en aquel añorado 16k.
Me ha encantado el reportaje, fue el juego que me vino de regalo con mi Spectrum 16Kb junto con «Las cuatro en raya» y lo disfruté muchísimo. Para ser BASIC el resultado es genial, pasados los años cuando descubrí que era un juego modificado me llevé un chasco pero aun así los recuerdos jugándolo con mi Spectrum son imborrables
Qué recuerdos de cuando aquella caja de vistosos colores entró por la puerta de mi casa y cambió toda mi juventud y decantó mi futuro profesional.
Los pulpos como los llamaba era uno de los juegos que venían en las cintas y con los primeros que aprendí algo de programación y luego a base de teclear listados de código de micro hobby
Después del spectrum 16k llegaría el Commodore 128k, el pc 80386, ….