
Fueron varios los juegos en los que adoptábamos la forma de una bola / pelota y debíamos avanzar a través de tortuosos caminos, superar elevadas plataformas o salvar trampas mortales. Algunos programadores nos proporcionaron con su saber grandes resultados (Trailblazer o Imposaball son buenos ejemplos) mientras que otros juegos se quedaron en anécdota (Cauldron II, más orientado a la aventura, no superó las expectativas). Dentro de este género, poco antes de la debacle del ZX, topé entre los numerosos juegos de una cinta grabada con uno que despertó mi curiosidad. A priori no era un programa demasiado atractivo, pero tras un par de partidas descubrí una joya del entretenimiento. Y es que… no sólo de grandilocuentes títulos vive el spectrumero.
Bumpy vino a nuestras pantallas en 1989 de la mano de la casa francesa Loriciels aunque, curiosamente, fue programado por una pareja española: Luis Jorge García, autor de, entre otros, el símpatico filmation Manollo el Cavernícola; y el autor anónimo J250. En España el programa vino de la mano de Proein. Señalar también que Bumpy llegó a formar parte de una de las compilaciones que regalaba la publicación Your Sinclair y que incluía Spindizzy (otro gran juego con protagonista esférico), Destrux, Mach 3 y HKM.
Bumpy no tiene mucha historia. Hemos de recoger todos los objetos que nos encontremos repartidos por cada pantalla; una vez completemos esta tarea tenemos que alcanzar la «puerta» que nos traslade al siguiente nivel. El problema es cómo vamos a hacerlo porque dependiendo del nivel tendremos que hacerlo de una manera o de otra. Para obtener todos estos objetos (fruta, martillos, agua, llaves,…) nuestro protagonista bota y rebota como un poseso por infinidad de plataformas, de las que encontraremos cierta variedad; algunas menguan hasta que desaparecen con cada bote que pegamos sobre ellas; otras han de ser derribadas (para ellos hemos de acumular martillos); y otras no nos permiten botar más que en el momento en el que llegamos a ellas, por lo que no hay rebote. A ello hemos de añadir trampas en las que nuestra pelota rebotará eternamente y otras en las que caerá al vacio así como muros que tendremos que derribar a cabezazos. Igualemente tendremos que lidiar con incendios y otros peligros. Básicamente el juego no nos aporta nada más… y ni falta que hace. Un montón de niveles nos esperan y a medida que avancemos nuestro cerebro deberá carburar más y más para averiguar como salvar cada nivel e ir acumulando más y más puntos. Pero no desesperéis, en algunos niveles podremos obtener vidas y cuantos más puntos acumulemos mejor que mejor, pues seremos obsequiados con más de las mismas.
Pasando ya al apartado técnico, los gráficos no son claramente la baza de este programa (55/100), llegando a ser ciertamente pobre. Al menos no tenemos que conformarnos con un juego bicromo porque el uso del color está implementado. La pobreza gráfica queda sin embargo compensada por un movimiento y un control del personaje bastante preciso (85/100). Al principio quizás cueste un poco acertar en qué momento hemos de pulsar la tecla de dirección tras un salto para acceder a un sitio u otro, pero una vez averigüemos ese momento (justo antes de alcanzar la plataforma en cuestión) será pan comido. Otra de las grandes virtudes de este juego es su dificultad (95/100), bastante bien calibrada. Cada pantalla constituye un puzzle que hemos de resolver con algo de ingenio y pericia en el control de la bola. Cuando nos demos cuenta ya habremos superado tropecientos niveles de los 100 que consta el juego deseando enfrentarnos al siguiente, a cada cual más enrevesado y entretenido.
El apartado sonoro no es gran cosa, algunos efectos y poco más (50/100). Ni siquiera el menú de opciones dispone de melodía. Es quizá, el talón de Aquiles de este juego. Un programa como Bumpy con una música in game a la altura hubiera puesto el listón mucho más alto para un programa que no destaca por su excesiva originalidad (65/100), ya que a estas alturas ya fueron varios los juegos que apostaron por este género, pero sí por su altísimo nivel de addición.
En fin, os invito a que le deis una oportunidad a este juego de fondo de catálogo. Creo que no os decepcionará. A veces me pregunto qué hubiera pasado si los chicos de Palace Software hubieran tenido la oportunidad de enfocar Cauldron II con Bumpy como referente, ¡Madre mía la que se hubiera liado!
Valoración general: 70/100
Que gran juego. Yo tambien lo descubri en la cinta de yoursinclair, en ese año de escasez que fue el 91. Creo que va siendo hora de retomarlo y terminar esos 100 niveles.
Lo he jugado poco (y he avanzado también poco en él), pero me dejó buena impresión. Tendré que retomarlo uno de estos días.
Por cierto, para mí Cauldron II es un gran juego, sólo había que echarle algo de paciencia para hacerse con el control del salto, que tampoco es que fuese demencial.
Coincido en que Cauldron II era un buen programa (ambientación fantástica) pero sus controles y física se me hacían demasiado cuesta arriba. Por eso digo que con un control un poco más intuitivo (como el de este Bumpy) hubiera sido una maravilla. Me alegra que lo probaras y te gustara.
Rompo una lanza en favor de Cauldron II. Gráficos, música y ambientación insuperables. Magnífico, como el resto de obras de Palace Software.
Es uno de mis juegos favoritos del Speccy. Te tenías que exprimir el coco mogollón a parte de ir reservando gotas de agua y martillos para las siguientes pantallas. Me llegué hasta la 51 quedándome sin martillos para avanzar. Este juego lo he conseguido original (sin carátula, solo cinta) gracias a un amigo que me lo regalo de su trastero. Un saludo.
Conocía este juego. Me pareció interesante en un principio, sobre todo por lo bien que funcionaba el control de la bola, pero el hecho que no tuviera códigos para las pantallas y siempre reiniciaras desde la primera, hacía las cosas tediosas.
Nunca me fijé en el detalle de los programadores españoles, interesante dato.
@aizkorA: Una pena que lo hayas conseguido sin caratula, porque es un juego que aun no la tiene preservada, y dificilísimo de ver, de hecho nunca lo he visto a la venta en ningún sitio :/
¡Qué gran juego! Yo lo tenía en Amstrad CPC y hace poco que he vuelto a disfrutar de él gracias a un emulador de Amstrad. Mi versión no es tan colorida como la de estos pantallazos (cada pantalla es temática de un color), pero es igual de adictiva. Lo bueno de jugar con emulador es que, con la función de guardado rápido he podido pasarme las 100 pantallas, completando así un reto ¡de más de 20 años!