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El Mundo del Spectrum Podcast 2×11

El verano ya está aquí y con el calor lo que apetece es distraerse. ¿Y qué mejor que una dosis de nostalgia Spectrumera? Ya tenéis disponible para su descarga El Mundo del Spectrum Podcast 2×11. Como siempre disponible en la web, iVoox, iTunes y otros servicios de descarga.

¿Qué os váis a encontrar en este nuevo programa? Pues ni más ni menos que una entrevista emotiva, íntima y de altura a Álvaro Mateos, programador de Rocky, West Bank y Capitán Sevilla. Volvemos al salón recreativo del pasado para esta segunda parte de las conversiones de recreativas en el Spectrum. Tenemos también un nuevo audiocorreo y analizamos dos de los más recientes lanzamientos en Spectrum: Ninjajar! y Abbaye des Morts. Ah, y como siempre la sección de noticias.

No os perdáis el final del programa. Un nuevo concurso está en marcha y el regalo es simplemente impresionante. Esperamos que os guste escucharlo tanto como a nosotros grabarlo.



Enlaces de interés:

La web de Micromanía

El podcast Retro Entre Amigos en su episodio 2×11

Crowdfunding Libro de US Gold en Kickstarter

ENTREVISTA

Juegos de Álvaro Mateos creador de Rocky, West Bank y Capitán Sevilla
El gran desconicido Aterrizaje en Saturno editado bajo Microhobby Cassette 003

Recreativas en tu Spectrum (Parte 2)

DRAGON'S LAIR 1 y 2 De Software Projects

Us Gold y Sus Conversiones

TAPPER
BREAKTHRU
GAUNTLET 1 Y 2
XEVIOUS
KUNG FU MASTER
SPY HUNTER
ZAXXON
ALIEN SYNDROME (ACE Soft)
METROCROSS
ROLLING THUNDER
STRIDER 1 Y 2
GOLDEN AXE

Juegos de Carreras

POLE POSITION
ENDURO RACER (ACTIVISION)
OUT RUN
Turbo out run
SUPER HANG-ON

Dinamic y sus inspiraciones

WEST BANK
ROCKY
ARMY MOVES
SATAN
VIDEOLIMPIC
MEGAPHOENIX Y PHEENIX

Topo y sus Inspiraciones

DESPERADO
EMILIO BUTRAGUEÑO FUTBOL
MAD MIX GAME

PACLAND de Grandslam

RTYPE y KARNOV de Electric Dreams

Domark y sus conversiones

STAR WARS
DRAGON SPIRIT
SUPER SPACE INVADERS

Juegos de Factura similar

MARBLE MADNESS
GYROSCOPE
SPINDIZZY

TETRIS de Mirrorsoft
TETRIS 2 DE FUXOFT

Las tardías conversiones de Capcom

FINAL FIGHT
STREET FIGHTER 1 Y 2
UN SQUADRON
FORGOTTEN WORLDS
GHOULS´N GHOSTS

Activision y sus conversiones

RAMPAGE
AFTERBURNER
ALTERED BEAST
DRAGON BREED
DYNAMITE DUX
QUARTET
WONDER BOY Y SUPER WONDER BOY
BLACK TIGER
TIGER ROAD

Adaptaciones de Jaleco

SAINT DRAGON
RODLAND
PSYCHO PIGS
P47 THUNDERBOLTS

Otras de Taito

FLYING SARK de Firebird

JUEGOS NUEVOS

Ninjajar de los Mojon Twins
Abbaye Des Morts de Dark Horace and Jerry

MÚSICAS

No tengo tiempo – Azul y Negro
Rastan saga – Glyn R Brown
Golden Axe – Makke
Tetris (Arcade)
Space Harrier 2 – Subtone 2 – FTC
Splash Wave (Out Run) – Minjpm
Ninjajar! Sountrack – Mojon Twins

Material Álvaro Mateo

Más información:EMS Podcast 2×11 iVoox

El Mundo del Spectrum

El Mundo del Spectrum es un medio digital dedicado al Sinclair ZX Spectrum, a los 80 y al Retro en general. Nació como homenaje a Microhobby en 1996 en formato revista mensual evolucionando hasta esta cuarta época. Como medio audiovisual se publica regularmente el Podcast llamado El Mundo del Spectrum Podcast y material en vídeo en el canal de Youtube. Publicados dos libros de gran éxito editorial. Si te gusta el Retro y el Spectrum en particular, esta es tu web. Bienvenido/a.

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37 comentarios

  1. ¡¡Muchas gracias chavales!! Ya me habéis alegrado el inicio del fin de semana. Ahora a escucharlo y saborearlo unas 3 o 4 veces (que es, mas o menos, la media de veces que escucho cada programa)

    Muchas gracias por vuestro trabajo.

  2. Hay una época en nuestras vidas en la que todo es nuevo, una época de pasiones, de descubrimientos y de despertar al mundo. La nuestra coincidió por casualidad con el inicio de la era digital. No cambiaría mi infancia por nada. Sólo tenía un regalo en reyes, mis amigos eran una “banda” que emulaba a los Goonies y, en secreto, me moría por piratear el WOPR. El primer ordenador fue, como podéis imaginaros, toda una fiesta. Había algo mágico en aquel aparato que nos hizo levantarnos temprano durante meses. ¿Quién tenía dos televisores en casa a mediados de los ochenta?. Sólo un niño puede desear con tantas ganas ser Egon Spengler o Kevin Fynn (el héroe de TRON). Los “listos” manejaban ordenadores.
    Tras la fascinación inicial llegó la verdadera época de ususario spectrumero. Intercambiábamos juegos, nos dejábamos horas delante de la televisión –cuando ya dispusimos de dos en casa- y descubrimos la piratería. Nada más delicioso para un niño que ser pirata. El copión, los dobles pletinas, el amigo pijo que compraba originales y era como el dueño del balón y, muy pronto, el mercadillo de los domingos en la Alameda. Churros por la mañana y un juego para cada hermano. El mayor (yo) elegía siempre con más criterio, que para eso revisaba la Microhobby y el pequeño terminaba llorando por que no le dejaba elegir tranquilo.
    ¿Cómo, entonces, un tipo como yo puede resistirse a una página como esta?. Gracias, tíos, por El Mundo Del Spectrum…

  3. Gracias a ti/a vosotros. Tener la oportunidad de entrevistar a tantos protagonistas de la época es algo único y que en poquísimos podcast puede verse. No nos conformamos con hablar de aquella época, sino que queremos escuchar a sus artífices. Espero que disfrutéis de estos documentos, y de los que vendrán. Atentos al fin de temporada. Gracias a todos de nuevo.

  4. Tremendo, 4 horas… parece lo habitual, pero esto que haceis tiene un grandísimo merito y nos alegra la semana a mucha gente 🙂
    Tengo ganas ya de escuchar las opiniones sobre el Abbaye y el Ninjajar!

  5. Hola
    Menudo programa es impresionante.
    La entrevista al creador de WestBank (Álvaro Mateos)me ha hecho muchísima ilusión, es un juego realmente que engancha, ahora lo tengo en mi tablet y la verdad es que no ha perdido un ápice de jugabilidad. Y que decir de los links (ya se que cada podcast lo repito) pero es que no hay un podcast similar con esa información (juegos, música, novedades, etc..) y todo al alcance de un sólo click.
    Felicidades a todo el equipo del programa. Gracias
    J.Aranda

  6. Los videojuegos me han parecido algo mágico desde la primera vez que mi primo mayor me llevó a un local muy extraño. En aquel sitio había un montón de gente delante de unas cabinas con televisores, pero en vez de ver algún programa, manipulaban todos frenéticamente palancas y botones. Mi primo me dijo que eso eran "juegos", y que las lucecitas y muñequitos que se veían en la pantalla… ¡podías moverlos tú mismo y ser el protagonista de la aventura!. Eligió la máquina que había libre, me encaramó a ella, y me dijo que con esa bola (años más tarde sabría que eso se llama "trackball") y esos disparadores, tenía que defender a los inocentes ciudadanos de las ciudades que se veían abajo, contra el ataque de los misiles enemigos. Quedé fascinado y prendado al instante.

    Algunos meses más tarde, mi tío que todavía vivía en casa de mis abuelos antes de independizarse, empezó a enseñarnos una pequeña maravilla que había podido comprar ahorrando junto con su novia (mi futura tía); una caja de madera y metal que, enchufada a la tele… ¡Permitía jugar también a videojuegos como en los salones recreativos!. Las tardes de vicio entre mi tío y su novia y mi hermano y yo con la Atari 2600, con el Atari Tennis, el Jungle Hunt y tantos otros, son inolvidables.

    Pues bien, tiempo más tarde cuando se acercaban las navidades, en el colegio se empezaba a charlar sobre otros aparatitos parecidos a la Atari 2600 pero que eran ordenadores… ¡Con los que podías cambiar tú mismo los juegos si querías!. Decían que se podía "programar", y que un juego que por ejemplo era de unos indios que te perseguían en el Oeste, si aprendías las "palabras" que el aparato podía entender, podías convertirlo en otro juego de dinosaurios en la prehistoria, o de marcianos en el espacio. Algo absolutamente fascinante y que prometía infinitas posibilidades. Aquella maravilla decían que se llamaba "Spectrum" y estaba a punto de llegar a España.

    No recuerdo exactamente si fuimos muy insistentes con ello, o si nuestros padres ya entonces intuían que aquello podía ser importante y beneficioso para el futuro. Pero fuera como fuese, esas navidades fui con mi padre al centro comercial a encargar aquella misteriosa máquina, que costaba la friolera de 54.000 pesetas, toda una fortuna en la época. Un par de semanas después nos llamaron para decirnos que la tenían, fuimos a por ella, y el resto es historia. Jamás un regalo de navidad fue mejor, ni sirvió tanto para cambiar una vida. Y eso que hoy en día ni siquiera me dedico a la programación como tantos de los que hablan por estos mundillos del retro en internet (aunque mis pinitos con el Spectrum sí que hice, con algún programilla publicado en Microhobby en aquella "Aula Spectrum"), pero la pasión es la misma…

  7. Hola.

    Mi primer contacto con el spectrum fue en casa de un amigo que tenía un 48k, un gomas, herencia de sus hermanos mayores. Tendría yo 8 años o así.

    Al poco convencí a mis padres que me compraran el que había en ese momento, el +2A, para ayudarme en los estudios… ¡ay qué inocentes! 😛

    Un saludo,

    – Freud –

  8. En primer lugar enhorabuena por otra genial entrega del podcast, como ya os dije en la primera entrega del monográfico sobre conversiones de arcade, este tema me toca la fibra sensible porque aparte de spectrumero toda la vida he sido carne de salones recreativos, eran mi gran debilidad cuando era pequeño (cuantas veces me he quedado sin comprar los phoskitos por jugar una partida al comando o al ghosts and goblins :)). También una gran entrevista, sobre todo porque en este caso además hay un gran mensaje subliminal, muy adecuado para los tiempos que corre.

    En cuanto al tema del concurso, ahí va mi primera experiencia con el spectrum:

    En mi caso el ordenador me lo regaló un gran amigo de mi padre (para mí en ese momento el mejor sin duda). Me acuerdo que fué unos días antes de irnos toda la familia de vacaciones a la playa. Justo el día antes de irnos, apareció por mi casa un tío mío con dos cintas (lamentablemente piratas :)), cargadas de grandes juegos (tree weeks in paradise, n.o.m.a.d., commando, etc.). A mi padre se le ocurrió la genial idea de dejarnos el ordenador en casa, me dijo que ya jugaría cuando volviéramos. La consecuencia de este acto fué que para mí fueron, que yo recuerde, las vacaciones que menos he disfrutado, ya que estuve deseando volver desde el mismo día en que nos fuimos :).

    Un saludo chicos!!.

  9. Corría el año 84, nueve años tenía, recuerdo que recibí mi primer Spectrum gracias a un concurso encubierto de dibujo en mi colegio.
    Tenías que hacer un dibujo sobre una greguería de Ramón Gómez de la Serna ("La leona es un león que ha ido a la peluquería" elegí yo), y luego te citaban en un hotel para decirte que les gustaba mucho lo que habías hecho, felicitarte personalmente y regalarte algo.
    El regalo era una tontería, pero ya habían captado a tus padres para venderte dos enciclopedias: La Larousse y la Visual y además de regalo un Spectrum gomas de 16k que iba a ayudarnos en nuestros estudios.
    Mis padres tragaron y ahí comenzó nuestra historia de amor.
    Recuerdo cuando llegó a casa, un viernes, que había 'Un, dos, tres', decidimos pasar del programa (todo un sacrilegio para la época) y ponernos a instalarlo.
    Tardamos en averiguar cómo iba todo y en sintonizar aquel canal 32 del UHF en un pequeño televisor en blanco y negro, conectar un casette y poner una de las seis cintas que acompañaban al ordenador.
    "Horace and the Spiders" fue mi primer encuentro y me dejó absolutamente estupefacto. Mi padre nos obligó a despegarnos de la pantalla porque nos dieron las tantas. Luego vinieron el rastro, los juegos, la membrana rota, las visitas al Sinclair Store de calle Goya, la ampliación a 48k, Microhobby, Erbe, las dobles pletinas y todo lo demás…
    …y así hasta la fecha…
    Treinta años después y con un gomas recién recuperado he vuelto a poner a Horacio y a aquellas arañas, y a ver jugar a mi hijo que ahora tiene también 9 años y aquello de la magdalena que decía Proust, os puedo jurar que es completamente cierto…

  10. Corría el año 1984 y llevaba dándole la brasa a mi madre para que comprara
    uno de aquellos maravillosos sistemas de video. No tenía ni idea de si comprar
    un sistema VHS, BETA o 2000. Pero queriamos uno mi hermana y yo. Me
    pasé todo aquél verano trabajando en un almacén de bebidas. No había
    cumplido los 14 años y ya había ganado mi primer sueldo. Mi madre, con la
    excusa de que el video costaba un pastón, me obligó a trabajar en aquella
    empresa. Para que supiera lo que costaba ganar un duro. Siempre se lo
    agradeceré. Presupongo el motivo por el que cambié de idea entre tener un video
    en casa (que no entró hasta que me casé) y comprar un ordenador.
    En la oficina del almacén de bebidas había un pedazo de cacharro con unas
    letras de lo más sugerente, IBM. Aquella era la primera vez que me acercaba
    a un ordenador y no entendía porqué su atracción.
    Yo siempre he sido muy veleta con mis caprichos. Y mi madre ni por asomo iba
    a comprar un ordenador solo porque en el sitio donde estaba trabajando dos
    días había uno y me había encaprichado. Justo en el curro que me había buscado
    para pagar, mi anterior capricho, el video.
    No recuerdo si compré la revista primero, la ZX, o si la compré después de
    darle más la brasa a mi madre. Ya lo tomaba como choteo 'elige video u ordenador'
    "Que me vas a volver loca. Además queda mucho para que pagues una cosa u
    otra". Cuanto más lo pensaba más quería el ordenador. Había estado en los
    recreativos del pueblo y había visto pelis en casa de amigos con sus flamantes
    videos pero no podía dejar de pensar en lo mucho que me atraía el ordenador y
    no sabía porqué.
    Un día llegué a casa del curro y me dijo mi madre que me esperaban en una
    academia que había puesto el hijo de una amiga suya. Otra vez, con el
    curso de mecanografía !!! pensé. Pero no, era una academia en la que daban
    cursos de informática o algo así; cosa de ordenadores me dijo mi madre.
    Ya había hablado ella con el profe habían quedado en que me daría una
    semana de clases y que al termino de la misma hablarían de comprar un ordenador
    o no. "Que fijo se me quitaban las ganas, como con el fútbol o con el video, que
    había estado todo el invierno dando por culo y ahora quería un ordenador"
    Supongo que el tio de la tienda le diría lo que valía un ordenador de aquellos, pués
    nada más llegar y presentarme, me sentó en un gomas. Allí había un cpc464 y
    un commodore también. Yo pensé que porqué me dejaba delante de aquél
    spectrum con lo guapo que estaba el teclado del commodore o del amstrad.
    Pero no me importó. Aquellas cinco tardes de agosto se me hicieron cortisimas.
    No quería dejar de aprender de trastear, de descubrir aquellos comandos y pulsar
    aquellas teclas.
    Pasé un fin de semana horrible. A la semana siguiente llegaba de currar cada
    día y mi madre no me decía nada. No sabía si había ido o no a la academia. A
    pagar las clases y a hablar con el tio de la misma. Así pasé la semana siguiente.
    Cuando ya no esperaba nada más, mi madre me dijo que había hablado con el
    tipo de la tienda y que le había encargado el ordenador. Que ya lo había pagado
    y que me llevara a mi hermana a la academia que ya lo habían recibido.
    Recuerdo la vuelta de la academia al recoger el ZX; recuerdo la cara de
    felicidad de mi hermana con la caja de los juegos (jetpac,psst,chequered flag,
    chess, cookie, backgammon) montada en su bici de niños roja y yo en mi bh azul
    con el zx spectrum.
    Años después, muchos, supe la conversación que había mantenido mi madre
    con el profe de la academia.
    'Piensa ustéd que a mi hijo le gustan los ordenadores?' ' O es más bien un
    capricho de los que tiene habitualmente? A ver si va a estar ya con la edad del pavo'
    Respuesta del profe " Haga lo que le parezca, compre el video si quiere, pero su
    hijo lleva esto en la sangre "

  11. Gracias por el podcast, fantástico como siempre. Estoy de acuerdo en que la entrevista a Álvaro Mateos ha resultado de las más interesantes.

    En cuanto a mis primeros recuerdos con del Spectrum son los de estar pegado a la luna del escaparate de un banco de mi pueblo donde lo tenían expuesto. Lo debían entregar a los clientes al adquirir algún producto financiero. Lo había visto en los anuncios de TV, pero verlo en vivo me producía una extraña sensación en la espina dorsal. Tenía la sensación de estar viendo algo de otro mundo (todavía hoy consigo revivir esa sensación, realmente el gomas es uno de los mejores trabajos de diseño que se han hecho nunca y a uno no le resulta difícil contemplarlo con aquellos ojos sorprendidos). En aquel momento comenzó mi campaña de recaudación de propinas de abuelos, tíos y padres con el único objetivo de adquirirlo. Recuerdo que empecé a comprar la Microhobby antes de tener el ordenador y a coleccionar un curso de Basic que publicaron en el Heraldo de Aragón.

    Meses antes que yo, un amigo consiguió el modelo de 48KB. Los detalles de esa tarde en que por fin iba a poder poner las manos sobre "ese oscuro objeto de deseo" todavía están muy claros en mi memoria. Cómo fuimos con su madre en autobús a una tienda del centro de la ciudad, los detalles de la compra, la impaciente vuelta a casa de mi amigo para ponerlo en marcha, la frustración al intentar cargar las primeras cintas.

    Tiempo después llegó mi oportunidad. El dinero ahorrado había llegado al importe del modelo de 16KB que fue el que me compré con la idea de ampliarlo yo mismo manualmente a 48KB, como de hecho terminé haciendo (con soldaduras en placa y todo; que drama). A partir de ahí ya fue como ir siempre sobre una bici para la mente (como diría Steve Jobs). Como muchos otros terminé dedicándome al ramo de la informática y es fácil pensar que el gomas tuvo algo que ver. Está claro que si no hubiera sido él seguramente habría sido otro, pero qué más da… 🙂

    Saludos…

  12. Sólo recuerdo una sensación. Un pasillo de casa de mis tíos. Un lugar oscuro hasta llegar a la habitación del Spectrum de mi tío. Miedo por llegar a esa habitación cruzando ese largo pasillo. Armarme de valor. Llegar corriendo hasta el final y encender el ordenador. Cargar el juego "Frank n`Stein". Cagarme de miedo. Jugar y asustarme con esos sonidos monstruosos. No poder jugar más porque la oscuridad de la noche llegaba y estaba aterrado…. pero sin soltar las teclas de juego. Salir pitando de vuelta al salón donde estaban todos mis familiares y lolegar resoplando debido al esfuerzo por correr para evitar que de las habitaciones salieran mosntruos. Decir que no volvería a jugar… Jugar al día siguiente al mismo juego y volverme a autoasustar. Esas sensaciones son revividas y recordadas con gran nostalgia. Esta noche me pondré el emulador. Para cagarme de nuevo.

  13. ¡Uf! Otro gran programa, amigos. Otras cuatro horazas de disfrute total. Exhaustivo repaso a las conversiones de recreativas, estupenda entrevista en vuestra línea habitual,… ¡Gracias!

    Y en cuanto a cómo fue mi primer contacto con nuestra querida máquina, pues lo cierto es que fue bastante más prosaico que en los casos que estoy viendo.
    Corría el año 1986, y mi único contacto con el mundo de la informática (o algo parecido) eran las recreativas que pasaban por los bares de mi barrio: el "Galaxian", el "Pac-Man", el "Track & Field", el "Kung Fu Master", el "Commando", y, sobre todo, el "Elevator Action" (sí, ésta era mi favorita, por raro que parezca), que para mí, mi hermano y mis primos era "la maquinita del ladrón".
    No conocía a nadie que tuviese ordenador, más que nada porque no tenía ni pajolera idea de lo que era eso o para qué podía servir.
    El caso es que mi padre se presentó cierto día en casa con un gomas de 48k que le habían dado por poner un plazo fijo durante un año en un banco. A día de hoy todavía me pregunto qué rábanos movió a mi padre a hacer aquello, porque nunca ha manifestado el más mínimo interés respecto a la informática. Nosotros, es decir, mis hermanos y yo, recibimos aquel cacharro con moderado interés y algo de curiosidad. Mi padre lo preparó todo siguiendo las explicaciones que le había dado un compañero del colegio, donde tenían un 16k. Conectó el magnetófono al Spectrum, y tecleó el mágico LOAD "". Lo primero que cargó fue "El Rescate del Tesoro", que era una de las cintas de Investrónica que venía con el ordenador. Cuando mi hermano y yo vimos esa escafandra y esos pulpos rebotar por la pantalla, nos miramos con una sonrisa torcida, enarcando una ceja y sentimos que entrábamos en un mundo de posibilidades infinitas, en 16 ó 48k.
    Enseguida empezamos a conocer que algunos amigos del cole tenían también ordenadores, pero sólo uno de mi clase tenía un primo que tenía un Spectrum. Me pasó algunos MicroHobby y una cinta de juegos grabados de la que sólo me cargaba el "Campo Minado". A la tarde siguiente se vino a teclear nuestro primer juego del MicroHobby. Se llamaba "Le Mans", creo. Media tarde para copiar torpemente el listado, y finalmente dimos RUN y ENTER. Un menú nos ofrecía dos opciones. La primera, jugar. Pulsó mi amigo el 1, y daba un fallo. Arrancamos de nuevo el programa, y pulsó esta vez el 2, que ponía una palabra que no comprendíamos: "Resetear". Nos quedamos ojipláticos y con el corazón encogido cuando aquello se reinició, tirando por la borda una tarde de arduo trabajo. Ni que decir tiene que aprendí aquel día una lección fundamental en mi vida: salva lo que tienes antes de hacer algo de lo que no conoces las consecuencias.

    Esas navidades los Reyes Magos nos trajeron dos videojuegos que mis padres eligieron guiándose por lo que la carátula prometía: el "S.O.S." de Visions Software y el "Codename Mat". Éste último parecía más atractivo, pero entre su aparente complejidad y sus instrucciones en inglés (¡yo era de francés!) quedó pronto aparcado.

    Un poco después nos haríamos con el pack "Los Grandes Éxitos de Konami" y algo más tarde con el mítico "El Lingote", y entonces sí que aquel prometido mundo de infinitas posibilidades se manifestó en todo su esplendor. Pero, como se suele decir, esa es otra historia, y deberá ser contada en otra ocasión.

  14. Enhorabuena un mes más por este programaco…grande en contenidos y en extensión. Con lo de las recreativas os podéis tirar cuatro horas más que no nos cansamos seguro.La entrevista, deliciosa.

    Os voy a contar brevemente cómo llegué al spectrum pero no quiero entrar en el concurso. Ya sabéis que dejo mi feedback "altruistamente" todos los meses 🙂 Mi padre fue el que se compró el Spectrum 48K para él. Yo recuerdo de niño verlo con libros (la enciclopedia RUN, etc) y luego supe que por la noche, cuando yo ya estaba durmiendo, se ponía a practicar Basic en el salón. Más tarde me apoderé yo del ordenador, como no podía ser de otra forma. El resto, como todo el mundo, supongo.

    Recojo el guante de Juanfran, que decía que podíamos proponer posibles entrevistados. Como oyente me gustaría escuchar a alguien de Dro y también de Iber Soft. La entrevista con algún redactor de Micromanía o Microhobby es algo que espero desde hace tiempo. También creo que estaría bien entrevistar a algún programador de serie B, de estos que hacían juegos para Microhobby Casette, Load n´ run… Y tamnién, me llamaría la atención que estuviera con vosotros algún pirata de la época, esos a los que tenías que llamar por teléfono para hacerle el pedido y demás…me parece curioso. ¿Dará la cara alguno? Los personajes en sí del mundillo también me interesan.

    Por cierto, a ver si os podéis escapar al final alguno a RetroSevilla. ¡Id haciendo méritos para que las mujeres os dejen venir!

    Saludos

  15. Como va siendo ya una costumbre, genial el podcast. Y por cierto gracias por las repuesta del audiocorreo. Sois los mejores, ya espero con ansia el siguiente, jeje.

    Os comento como fue mi primer contacto con el Spectrum, pero no quiero entrar en el concurso (tengo algún que otro título del premio). Prefiero que se lo lleve alguien que no los tenga. Gracias por esta iniciativa.

    Mi primer contacto con el Spectrum fue haya por el año 1984, con 48 gomas, en casa de un amigo que se lo había comprado, junto con un pack de juegos de Ultimate Play The Game (como ponía en la caja). Venían juegos como el Jetpac, Pssst, Cookie… Con esto ya lo flipábamos, para nosotros era como estar delante de una máquina recreativa en casa. Posteriormente vi el juego 1, 2, 3 Responda Otra Vez, seguía flipando y encima en español.

    Tiempo después en casa de una vecina me encontré con el Spectrum +, y juegos como el Knight Lore, Lunar Jetman, Sabre Wulft. En esta época veía ya como la gente empezaba a intercambiar cintas con muchos juegos.

    Y ya en año 85 u 86 (no estoy muy seguro), mis padres me compraron el 128 Español con el teclado numérico aparte, que traía dos juegazos, el SuperTest 128 y el Mach Day 128. También nos pudimos comprar dos juegos el 3D Deathchase y el N.O.M.A.D.

    A partir de ese momento, no he dejado de jugar con él.

    Y gracias a esta máquina, mi trabajo de hoy en día es con ordenadores.

    Seguid así. Saludos.

  16. Cutreman: gracias por tus audiocorreos! por otro lado comentarte que respecto a lo de Sabado Chip estoy como tu, misma inofrmación :-(. Supongo que la COPE tendrá esos audios pero no los han liberado nunca. 🙁 igual habría que contactar, por probar. Seguid comentando gente… ¡regalos jugosos! muchas gracias a tod@s

  17. No me perdía el Sábado Chip. En algunos de los programas, Eva Orúe se desplazaba a otras ciudades para grabar en directo rodeada de chavales. Uno de esos programas se hizo en Zaragoza, en una conocida (entonces) tienda. Allí estuve para volver cargado de recuerdos (folletos y pegatinas de Logo y alguna cosa más). Era la época de Sabrina y recuerdo lo que vacilaba el presentador con el famoso vídeo y el juego que salió para Spectrum.

  18. Gracias por esos podcast, los disfruto como un niño.
    Mi primer contactoncon un spectrum se produjo en mi casa cuando se lo regalaron a mis hermanos pequeños. Los mayores teniamos un amstrad. Pese a las discusiones típicas, "el amstrad tiene más colores" o "el spectrum tiene más juegos", disfrutamos mucho de ambos ordenadores.
    Actualmente tengo dos Amstrad y un spectrum.
    Un saludo.

  19. Excelente podcast, como siempre. Muy buena la sección de las conversiones de recreativa al Spectrum. Es genial poder revisar en el Mame todos estos juegos y a continuación probar sus respectivas conversiones al gomas. Coincido con vuestra opinión en casi todas, excepto en la del Golden Axe, que me parece absolutamente horrible y, como comentais, se debió hacer en monocromo. Para mí, posiblemente la mejor conversión de recreativa al Spectrum es el R-Type, sencillamente espectacular.

    Mis primeros recuerdos con el Spectrum son absolutamente mágicos. Recuerdo que incluso el día que nos acercamos a comprarlo a la tienda fue especial, ya que fuimos en un Wolkswagen Escarabajo medio destartalado de un amigo de mi cuñado, una experiencia bastante bizarra y divertida, sobre todo para un niño de doce años. Ya con el ordenador en casa, un Spectrum +, mis primeras vivencias spectrumeras fueron con una tele en blanco y negro, tumbado en la moqueta del salón, jugando al BC Bill de Imagine, el primer juego que cargué, y al que sigo teniendo un cariño que va más allá de su factura técnica. Fue el comienzo de una época plagada de creatividad y estimulación de la imaginación, y una afición a los videojuegos que dura hasta hoy. Por eso este pequeño gran ordenador ocupa un rincón muy especial en mi corazón, y jamás podré agradecer suficientemente a mis padres el tremendo esfuerzo que tuvieron que hacer para que lo pudiese disfrutar en su momento.

    Y gracias a vosotros, por mantener vivos esos recuerdos en ocho bits y ocho colores. Seguid así.

  20. Os paso a narrar cuales fueron mi primer contacto con el spectrum y de cómo me hice con uno.

    Recuerdo que allá por verano del 84 pude disfrutar de una maravillosa tarde en casa de mi amigo Patxi, por aquel entonces más Paquito que Patxi aún. Al entrar en la habitación y ver lo que ya había podido ver en más de un escaparate de mi cuidad me hizo entrar en un semi-trance del que no me recupere pasadas unas horas. Aquel Spectrum 48k teclas de goma ubicado en aquel inolvidable rincón y conectado a su interface I y a un coqueto Microdrive, tenía un encanto especial. Nuestro amigo lo encendió, y aquella Elbe Color mostró un "1982 Sinclair research Ltd" que de pronto nos saludó. No recuerdo otro saludo mudo más caluroso que aquel. Lo que aconteció a continuación se quedó grabado en mi retina por el resto de mis días. Aunque la emoción me dejó perplejo y casi no tuve oportunidad de percatarme de la existencia de aquel cassette negro, de aspecto discreto, su chirriante sonido me alertó de que algo sucedía. Preocupado por lo que aquella máquina pudiera estar pareciendo, nuestro amigo Patxi nos informó de que aquel chirrío eran los datos que se estaban cargando desde el cassette al ordenador. Siempre he dicho, y lo sigo diciendo, un chirrío nunca sonó tan bien y de alguna manera quedé hipnotizado por tan cuadratica melodía. Para cuando me quise dar cuenta, la pantalla de presentación del "3d Starstrike" estaba ya en pantalla. No fue un juego elegído al azar, pues mi amigo conocía muy bien mis gustos arcade y sabía que la, por entonces, famosa y reclamada cabinet de Atari era una de mis preferidas. Aunque aquel simpático Quickjoy I parecía un mando de juguete en comparación al mando original de la máquina, pude adaptarlo bien a mi mano y lo acaté con respeto. Terminó el chirrío, salió un menú, mi amigo pulsó la opción 2 ¿Kempston? y aquello arrancó. Aluciné, definitivamente aluciné. Tanto que no recuerdo que pasó en aquella partida. Luego vinieron el Daley Thompson's decathlon, Jet Set Willy, el Knight lore y aquellos comentarios ilustrativos de mi amigo: ¿Veis', ¡¡os podéis mover en las 3 direcciones!!, y otros cuantos más.
    No habrá habído otra tarde en mi historia que haya tenído menos horas y minutos que aquella. Y no habrá habído otra tarde-noche para una madre como aquella que le esperaba a la mía al llegar a casa y escuchar aquello de: ¡¡Mamá, quiero un Spectrum!! Lo dije más veces que minutos le quedaban al día.

    No os podéis imaginar por el "calvario" temporal que yo pasé hasta conseguir uno. Me las prometía muy felices en las venideras navidades, pero finalmente el Spectrum no llegó. Hubo de pasar otro año entero, para mi desgracia y la de la estabilidad psicológica de mi madre, hasta que el Spectrum tocara a mi puerta. Corría el 23 de diciembre de 1985 y ésta vez si llegó, pero ya convertido en un flamante spectrum + y acompañado de un lote de juegos de Sinclair entre los que se encontraba el "Horace goes skiing". Fuí feliz, muy feliz. Ví mi sueño hecho realidad y aquel "juguete", desde el primer momento, me dió la sensación de que me iba a acompañar durante mucho tiempo. Y es cierto. Conocí a mucha gente gracias a mi querido Spectrum, intercambié miles de cintas, aprendí basic y algo de código máquina, leí cientos de microhobbys y otras tantas micromanías, crecí con él.

    Hasta que llegó una primavera de 1991 y aquella otra máquina que ya había conquistado mi corazón, un flamante y potentísimo Commodore Amiga 500, vino para quedarse, "substituir" a mi querído Spectrum y ocupar su lugar en la mesa. Si, lo que yo pensaba que era substituir no lo llegó a ser. Jamás le perdí el cariño a nuestro Spectrum, pero si tenía la imperiosa necesidad de surcar nuevas aventuras, de mejores gráficos, de un sonido envolvente, de rápidas cargas, de un ratón que me permitiera moverme por aquellas ventanas que otrora parecieran de película de ciencia ficción. Si, todo aquello estaba muy bien, pero mi Spectrum, ya guardadito en su cajón del descanso, volvió a llamarme, no sé si telepaticamente, inalambricamente o mediante un chirrío inaudible, no lo sé. Lo único que se es que poco tiempo después me volvía a reunir con el y, desempolvandolo debidamente, inicié una nueva revisión de todos sus grandes éxitos. Y hasta hoy día.

    Si alguién me hubiera preguntado de niño que iba a ser de "mayor" probablemente habría contestado que un aburrido ingeniero aficionado al futbol o quizás un abogado demasiado preocupado por la política y la burocracia. Gracias a Dios que nada de ésto se ha cumplido y puedo decir que sigo siendo un niño que juega y ama a su Spectrum

    Un abrazo para todos, gracias por estar ahí.

  21. Sería el año 85 o 86 y a un amigo del bloque le compraron un spectrum+. Los primeros juegos que jugamos no me despertaron mucho interés con esas cassetes de Psion con el Flight Simulator o el Survival.
    No fue hasta unos años después cuando después de jugar a Saboteur decidí que aquello si que molaba todo. Aunque tarde, en navidades del 88 me regalaron un +3 y el resto es historia.

  22. Buenas de nuevo.

    Por ahí arriba hablaban del "Frank'n Stein". Lo cierto es que yo también lo conocí como "Doktor" gracias a esas míticas fusiladas de los amigos de Stars, Monser o Load'n Run. El tema es que, claro, tiempo después ya en plena era de Internet, no conseguía encontrar el juego pues no sabía como se llamaba. Y precisamente en WOS no aparecía con tal nombre.
    Literalmente me volví loco hasta dar con él, hasta que lo conseguí. Un gran juego sin duda.

    Y lo mismo me pasó con el "Turmoil", que lo conocí como "Jeques" e ídem de ídem.

    Un abrazo artistas, sois todos geniales.

  23. Hola,
    Me parece muy interesante vuestra propuesta de que compartamos nuestras primeras experiencias con el Spectrum, así que voy a contaros mi caso mientras escucho vuestro último podcast. Allá por junio de 1985, mi padre decidió comprar un ordenador a sus hijos, como un regalo de final de curso, y para que estuviéramos al día de las nuevas tecnologías que iban apareciendo. Imagino que fue principalmente por mis hermanos mayores, pues yo entonces contaba con tan sólo siete años. Así que mi padre nos llevó a los tres a Tecon, una tienda de informática enfocada al sector profesional, que sigue existiendo a día de hoy en Albacete. Recuerdo acceder bajando unas escaleras a la tienda, ubicada en aquel entonces en la céntrica calle Dionisio Guardiola, en una altura semisótano, y ver en una pared un póster que anunciaba el ZX Spectrum, haciendo referencia a él como un “ordenador personal”. Quizá algunos de mis recuerdos no sean muy precisos, dada mi edad entonces, pero aquella expresión me llamó la atención. También recuerdo la moqueta de color ocre de la tienda, muy típica de aquella época.
    Nos llevamos el ZX Spectrum +, de 48k, que en aquel entonces nos costó unas 33.000 pesetas, y con él nos regalaron tres juegos (cada uno de nosotros eligió uno: Daley Thomson’s Decathlon, Cazafantasmas, y Un, dos, tres, responda otra vez), y unas revistas (dos Todospectrum y dos ZX).
    Se trataba de una versión inglesa del ZX Spectrum +, que traía el manual a todo color en inglés, aunque se incluía también una traducción al español en un manual con una encuadernación bastante pobre, en blanco y negro, con una portada en rústica naranja sin ninguna ilustración. Por otro lado, se notaba perfectamente que la clavija de conexión a red del transformador había sido cambiada artesanalmente para adaptarla al estándar español, ya que las tomas inglesas son diferentes (habían puesto una clavija blanca que no hacía juego con el transformador y el cable negro).
    Una vez que llegamos a casa, nos dispusimos a probarlo. No sé cuál fue el primer juego que cargamos, pero sí recuerdo lo que sucedió al probar el Un, dos, tres, responda otra vez, que era precisamente el que yo había elegido. Ya no conservo este cassette (uno de los típicos casos en que alguien le deja algo a alguien y ya nunca más se supo…), pero se trataba de un juego con varias cargas, y que además incluía en la cinta comentarios de Bigote Arrocet. Mientras estábamos probando nuestro flamante Spectrum nuevo, mi madre pidió a mis hermanos mayores que fueran a hacer un recado: bajar a por dos Fantas de naranja a la tienda que había al volver la esquina (eran aquellos tiempos en los que las botellas eran de vidrio retornable, y cuando ibas a comprar, les llevabas las vacías). Aquel primer día de nuestro Spectrum, hasta ese momento, mis hermanos mayores estaban llevando la voz cantante en el manejo del ordenador (yo, a mis siete años, hacía poco más que mirar asombrado), pero cuando mis hermanos salieron a hacer el recado (que duraría unos pocos minutos), me dejaron a mí encargado del asunto, aprovechando uno de los momentos en los que aparecían comentarios de Bigote Arrocet. Durante el comentario, se quitaba la clavija EAR que conectaba el cassette con el Spectrum, y se debía volver a conectar cuando terminase el comentario, para continuar con la carga del programa. Así que mis hermanos me encomendaron la complicada tarea de conectar la clavija EAR cuando Arrocet dejase de hablar, para continuar cargando la siguiente fase del juego. Solo ante el peligro, llegó el momento de conectarla, pero a mis siete años, y siendo la primera vez que tocaba la clavija gris del cable de audio de mi Spectrum, yo no tenía mucho criterio, y la introduje dentro del conector del cassette con mucho cuidado, hasta que me pareció notar que tocaba fondo, pero sin apretar mucho, para no romper nada. Vamos, que no la conecté. Así que cuando volvieron mis hermanos y vieron que no se había cargado la fase correspondiente, me echaron la bronca por no haberlo enchufado (en realidad, creo que tampoco fue mucha bronca). El caso es que nos lo pasamos muy bien con el Un, dos, tres…, el Cazafantasmas, el Decathlon, y con todos los juegos que vinieron los días, meses y años posteriores (excepto con el Tir Na Nog, que no sé por qué lo cargaba una y otra vez, a pesar de que me aburría soberanamente). Y también hicimos nuestros pinitos en diseño (con el Artist de Dinamic) y en programación: llegué a hacer una versión del Street Fighter II que, cuando la volví a cargar recientemente, me sorprendió ver que tenía detalles que ni siquiera recordaba, como algunos movimientos especiales de los luchadores (eso sí, en general era bastante cutre).
    No me extiendo más, aunque tengo muchas anéctodas, unas antiguas y otras más recientes, sobre todo a raíz de coincidir con dos compañeros de trabajo que también pertenecen al gremio (Álvaro y David), quienes estamos otra vez dándole vidilla a nuestros Spectrum.
    Saludos y enhorabuena por vuestra página y vuestros podcasts, que nos hacen recordar, a la vez que descubrir cosas nuevas.

  24. Acabo de terminar de escuchar la primera mitad del podcast y no podía dejar de comentar 😛
    Excelente la entrevista, una de mis preferidas sin dudas!
    Además de todo el tema con la gente de Elite, me quedé con lo que comentó del randomize de West Bank. No estoy seguro si en los emuladores pasa lo mismo, pero recuerdo claramente que en mi speccy de vez en cuando pasaban cosas raras. "La invasión de mujeres" le decíamos con un amigo: no se terminaba de cerrar la puerta que aparecía otra y otra y otra, al punto que no podías rotar las puertas ni terminar la partida, y a veces terminabas sacrificando una vida para zafar de la situación.

    Con respecto a lo que comenta Cutreman, aquí en Argentina también había programas de radio que transmitían juegos de regalo. Estuve un rato estrujando el cerebro tratando de recordar qué programas eran. Estoy casi seguro que era software comercial, pero no recuerdo su estado (copyright pirata, copia no-legal o legal).

  25. Me ha encantado el podcast, la entrevista con Alvaro muy buena, y se nota que tiene muy buenas memorias de aquellos anyos, y que aun le tiene cierto carinyo a todo lo retro. Ojala se anime a hacer algun otro juego de Spectrum, un West Bank 2 seria la leche. De momento comente en WoS lo del bug de la cabaretera 🙂 a ver si algun guru de la programacion puede subsanarlo con algun Poke o historia similar. Por lo demas, me ha gustado mucho la serie de conversiones, ya sabeis que soy un fan acerrimo de este tipo de juegos en el Spectrum, provinientes de las maquinas arcade (solo recordad el concurso de recreativas espanolas!), y lo unico que tengo que decir, respecto a que no estoy de acuerdo, es sobre la review de Jesus sobre el UN Squadron, que a mi me parece una de las mejores jamas realizadas en Spectrum, rayando a un nivel sobresaliente en todo (no podemos estar de acuerdo en todo, JMV 😛 ) pero es lo bueno, que cada uno da su opinion, y de esta manera te dan ganas de probar juegos o de volver a retomarlos. Gran noticia que retomeis el analisis de juegos nuevos, y coincido con lo que apuntasteis sobre Ninjajar y Abbaye des morts, que son dos juegos geniales. Ah y que no se me olvide, gracias por desenterrar ese dato practicamente desonocido del juego de Alvaro Mateos, el que envio a MH. Ya he avisado en WoS para que se corrija el nombre actual dle autor por el completo. Y esas copias homebrew de Rocky, que buenas!

  26. Con ocho años las visitas a los salones recreativos (siempre acompañado de un adulto, por supuesto) eran todo un acontecimiento para mí. Es curioso comprobar que casi 30 años después las sensaciones que uno tiene en torno a los videojuegos siguen siendo muy similares, a pesar de que el tiempo no pasa en balde ni para nosotros, ni para las máquinas. Y no menos curioso es el hecho de que pequeños acontecimientos puntuales tengan la capacidad de cambiar nuestras vidas para siempre…

    Estaba de vacaciones visitando a mi familia. Ese día, un tío mío me invitó a pasar la tarde en su casa y, siendo él una persona que siempre estaba a la última en tecnología, ni lo dudé. Por la tarde, y ya en su casa, nos dirigimos hacia el salón. Y allí estaba aquello: un aparatejo negro con teclas blanduchas de color azul grisáceo y un extraño reproductor de casete a su lado, similar al que usábamos en casa para escuchar música. Mi tío se acercó a la librería del salón, trajo consigo una revista y un casete e introdujo este último en el extraño reproductor. Unos segundos después, aquellas hipnóticas franjas de colores y esos irritantes (y a la larga melódicos) sonidos hicieron acto de presencia por primera vez en mi vida. Tras unos minutos (que hoy me parecerían horas pero que entonces asumía con naturalidad) apareció en aquella pequeña tele de tubo de 14 pulgadas un divertido juego de aviones de la Primera Guerra Mundial. A este le siguió otro en el que te ponías “a los mandos” de un módulo lunar, teniendo que esquivar los asteroides (¿o eran cráteres?) que aparecían en tu camino. Y a éste, otro muy raro de una especie de huerta que ya por aquel entonces me pareció ligeramente surrealista…. Los minutos se convirtieron en segundos y las horas en minutos y la tarde pasó rápidamente entre biplanos y paisajes lunares :). Durante el resto de las vacaciones, habría más tardes como esa y poco a poco tuve incluso la ocasión de teclear algunos de los programas que venían en el manual de usuario del “aparatejo”.

    Como muchos de vosotros ya habréis deducido, aquel “aparatejo” era un ZX Spectrum, un “gomas”, como posteriormente pasaría a ser recordado por estos lares. La revista era la MicroHobby nº11 y aquellos juegos con los que pasé mis primeras tardes con un Spectrum eran “El barón rojo”, “Misión lunar”, y “El hortelano”.

    Esa fue la chispa que me llevó a conseguir, tras mucho insistir, un flamante Spectrum +2 gris en las navidades del 86 y con el que pasaría los siguientes 4 años pegado a juegos como ‘HyperSports’, ‘Green Beret’ o ‘Batman the movie’. Y con el que di mis primeros pasos en la programación de la mano de un simpático personaje llamado Arturo, protagonista de la serie de libros ‘Basic para niños’. Pero, sobre todo, esas tardes en casa de mi tío, descubriendo la magia que encerraba aquel curioso “aparatejo”, fueron la chispa de una parte importante de lo que soy a día de hoy, tanto personal como profesionalmente. Esta semana, casi 30 años después, he vuelto a comprar un Spectrum +2 como el que descubrí emocionado aquella mañana de Reyes del 87, y los recuerdos de aquella primera tarde con el "gomas" vuelven a mi memoria más que nunca: pequeños acontecimientos puntuales que tienen la capacidad de cambiar nuestras vidas para siempre. Es curioso.

    Enhorabuena una vez más por el podcast, un saludo para todos!!! 🙂

  27. ¡Segunda mitad escuchada!

    Genial la recorrida por las conversiones. Gracias por la mención de Tetris 2, pero bueno, si lo han jugado se habrán dado cuenta que merecía estar allí 😀 Cosa curiosa: a mí me ha ocurrido lo mismo que comentan con Enduro Racer. Lo jugué primero en el Spectrum y luego pude ver el arcade en persona, en una curiosa configuración que simulaba ser una motocross, y no me ha gustado del todo. Los gráficos eran superiores, claro, pero el movimiento parecía ser más brusco y el control de la moto más problemático.

    Con respecto a las conversiones que se han quedado afuera de la lista, recuerdo especialmente Exterminator, una muy curiosa consola de Gottlieb que tuvo la suerte de ser convertida por Keith Burkhill.

  28. Buenas,

    en primer lugar felicitaros por vuestro magnífico podcast, desde que lo descubrí… ¡no me pierdo uno!.
    En cuanto a mi primer contacto con el spectrum… me voy a tomar la licencia de copypastear un artículo que escribí hace unos años en mi blog personal (que por cierto lo tengo olvidado y desactualizado) y en el que cuento aquella experiencia.

    "Regreso al pasado a través del Spectrum"
    Tengo en mi lista de “algún día” aprender ensamblador del Spectrum, pero… ¿por qué narices alguien va a querer hacer algo así en el año 2011?, ¡es de locos!. Reconozco que puede parecer una locura, pero… ¿acaso no está loco el que colecciona mariposas o el que lee libros de aventuras o el aficionado al fútbol que dice alterado “el árbitro nos ha robado el partido” cuando hace décadas que no ha pegado ni una sola patada a un balón?

    Mi contacto con la informática empezó creo que sobre los 8 años, no recuerdo muy bien la edad que tenía, pero sí recuerdo bien cuando desembalamos el ordenador e improvisamos un escritorio sobre la mesa del salón con una pequeña tele que teníamos en el cuarto (electrodomésticos nos sobraban, ya que mi padre tenía una pequeña tienda en aquella época, ahora que pienso… quizá mi afición por los “cacharros” venga de entonces). Junto con el ordenador mi padre trajo un par de juegos de los que empezaba por aquel entonces a vender en la tienda y que venían en cinta. Uno de ellos era por supuesto de fútbol, se trataba del Match Day. Me llamó mucho la atención que para jugar había que “cargar” el juego y que aunque no tenía una apariencia como la de las recreativas de 25 pesetas ¡era muy divertido!. Pero aquel LOAD “” que había que poner para cargar el juego era todo un misterio para mi…
    Viendo mi interés por aquel pequeño ordenador, ese mismo verano mis padres me apuntaron a un cursillo para aprender a usarlo para algo más que jugar. En aquella academia me enseñaron lo que era el Basic: el primer verano desde un Commodore 64, un Amstrad CPC el segundo y un PC XT en el tercero. Lamentablemente aquella academia cerró y tuve que seguir aprendiendo por mi cuenta.
    Por aquel entonces mis padres nos sorprendieron con otro nuevo aparatito para jugar, la Sega Master System I. Los impresionantes gráficos que tenía y la velocidad con la que cargaba los juegos hizo sombra a mi querido Spectrum.
    Aun así la programación seguía llamándome la atención, aprendía lo que podía con libros de la biblioteca y las revistas Microhobby que ocasionalmente compraba. Pero aunque tenía muchos amigos con Spectrums, nadie más hacía sus propios programas y jamás pude conseguir el software con el que poder ensamblar programas a código máquina.
    Al final fue lo que comenzó la historia, otra nueva sorpresa de mis padres con un flamante 486, la que puso el punto y final a mi Spectrum.

    No se si esta melancolía es por la crisis de los 30, pero tengo esa espinita clavada. Por eso quiero darme el gustazo de aprender lo que no llegué a hacer por las circunstancias de la época.

    Mi primer paso y el primer inconveniente ha sido la elección de emulador, me ha gustado especialmente FUSE ya que dispone de un debugger y un visualizador de la memoria. Pero no se encuentra empaquetado para Ubuntu Lucid 10.04, por ello he usado los fuentes existentes para Debian realizados por Alberto Garcia, los he empaquetado y los he dejado aquí para su descarga por si a alguien le es útil. Si hago algo interesante lo iré posteando.

    Salud y larga vida al Spectrum!

  29. 3 años 3 tuve que esperar a que los reyes magos me trajesen mi ZX Spectrum +.

    Allá por el año 1985 fue la primera vez que accedí a acariciar un Spectrum propio por mi mismo después de observar las máquinas de vecinos, amigos y conocidos.

    Amor a primera vista y primera de muchos días y noches en vela introduciendo todos los programas en BASIC del manual de uso. Búsqueda incansable de información sobre el sistema y primeras experiencias creando lo impensable en un universo sin límites en BASIC primero y código máquina después.

    Inolvidables jornadas de juventud bien empleadas aprendiendo a modelar el mundo en términos de programación e ingeniería de software.

    Tengo la suerte de conservarlo en funcionamiento, haber ampliado la colección a todos los modelos de la familia y alguna incorporación de otros sistemas de 8 bits de la época. Ellos y yo nos juntamos a menudo buscando aquellos tiempos que ya no volverán.

    Mi ZX Spectrum + tiene toda la responsabilidad de haber propiciado que me encontrase con la profesión que da sentido a mi vida y que tantas satisfacciones me ha proporcionado y me sigue proporcionando.

    ¿Que mas puedo pedir?

  30. A mi siempre me han gustado las recreativas, y la idea de tener mi propia recreativa en casa siempre me ha seducido.
    Así la primera vez que vi un spectrum funcionando en casa de un amigo fue amor a primera vista.
    Recuerdo que los primeros juegos que puede deleitar fueron de la primera hornada de Ultimate, ¡menudo comienzo! . Las navidades del 86 trajeron a mi casa un +2 junto al pack 4 super 4 de dinamic, y desde ese momento, el spectrum ha sido un parar.

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