
Lo primero que hay que decir es que ELITE es una puta obra maestra. Perdonad el lenguaje pero no se me ocurre mejor manera de definir este juego-simulador-universo en miniatura. Porque nació de las mentes de David Braben (aún en activo con su empresa Frontier y desarrollando juegos para PC y WiiWare) e Ian Bell en 1984, y para otro ordenador, el BBC Micro, la encarnizada competencia de Sir Clive Sinclair. El caso es que el mundo no había visto jamás un videojuego doméstico de semejante complejidad y mucho menos en 3D. ¡Y mucho menos para un ordenador como el BBC Micro! Su presentación causó en la época una auténtica conmoción.
ELITE fue portado a multitud de plataformas, en general con mucho éxito y fidelidad, y la de ZX Spectrum fue de las mejores consideradas. Si contabilizamos las ventas totales del juego en todas sus conversiones, nos saldrían unas 600.000 copias vendidas, lo cual es una auténtica barbaridad para un programa desarrollado por los autores como un hobby mientras eran universitarios veinteañeros en Cambridge.
Fue uno de los primeros videojuegos domésticos en utilizar gráficos vectoriales en la representación de las naves espaciales, hasta 10 modelos diferentes, y en otros elementos como las estaciones de aterrizaje que orbitan alrededor de los planetas. ELITE es ante todo un simulador de pilotaje estelar y comercial, con el atractivo añadido de poder elegir un rol determinado: desde guerrero implacable, hasta narcotraficante (luego volveremos sobre ello). Esto lo recalcaba muy bien la famosa publicidad del juego, con esa imagen de niños o ancianitas jugando en las cuales se recalcaba que no, que eran en realidad piratas espaciales o traficantes según la elección de cada cual.
En una época en la que muchos juegos nos llegaban sin instrucciones (ya sabéis) y estábamos acostumbrados a programas más elementales, enfrentarse a ELITE “a pelo” era ciertamente duro. Esto hizo que muchos usuarios se limitaran a dar unas vueltecitas con la nave y abandonaran el juego ante el susto de ver algo tan complejo para su tiempo. Menús un tanto austeros, muchos datos en pantalla, algo de inglés… El que optó por seguir adelante, desde luego vio compensado su interés sobradamente.
En la generosa caja del original destacaban una serie de cosas. Un manual muy profuso en información, una novela de ciencia-ficción llamada “The Dark Wheel” que nos introducía en el universo del juego, una plantilla para teclado e incluso un poster con todas las naves del juego (importante si queremos saber con quién nos jugamos los cuartos en el espacio profundo). Y ese diabólico objeto llamado “Lenslock”, que para mi vergüenza fui incapaz de manejar bien en su día lo que me hacía utilizar una copia pirata del juego la mayor parte de las ocasiones. ELITE pretendía acabar con los piratas, menos mal que dentro del juego podíamos adoptar el papel de uno de ellos, robando mercancía e incluso traficando.
Al principio del juego comenzamos con una nave bastante básica en cuanto a características y armamento, por lo que lo prioritario será comprar algo de mercancía y empezar a vender a los planetas más adecuados para obtener beneficios y reinvertirlos en una nave o equipo mejor. A este respecto podremos consultar los datos de 8 galaxias con cientos de planetas, cada uno con su sistema político o su propio desarrollo o economía. Así, en los tecnológicos podremos vender materias primas o comida a un precio interesante, y en los agrícolas obtener alimentos a precio de ganga. Los planetas con sistemas políticos anárquicos estarán plagados en sus alrededores por naves hostiles o piratas, lo cual puede ser nefasto o bien estupendo para aprovecharse de la situación y obtener un jugoso botín. Porque esta es una característica del juego: puedes hacer lo que te parezca más oportuno, dentro o fuera de la ley, aunque tendremos que asumir las consecuencias. Traficar con narcóticos será muy beneficioso pero pondrá a la Policía tras nuestros pasos (esto, por cierto, hizo muy poca gracia a los editores del juego dada la gran vinculación de los BBC a las escuelas británicas); destruir naves enemigas o piratas incrementará nuestro “rango” o fama, y nos dará acceso a nuevos extras.
El juego no es fácil de dominar, y ya el aterrizar en una estación orbital (nunca aterrizaremos en los planetas) requerirá práctica, aunque ésa es la salsa del asunto. Más adelante podremos acceder a nuevos complementos que nos harán esta tarea más fácil (pero, oh, más aburrida). Para que os hagáis una idea del procedimiento, no sólo tendremos que enfrentar perfectamente el acceso a la estación sino además acoplar nuestra rotación a la del objetivo hasta conseguir llegar mientras no nos pasamos de velocidad y no nos desviamos de la línea recta. Todo un reto.
El combate así mismo será tanto más satisfactorio cuanto mejor pilotemos y tengamos armas más potentes: para qué perseguir a escurridizas naves con el laser si existen los misiles teledirigidos (por cierto, los enemigos también los tienen, pero para eso están las contramedidas, ¿verdad? También puedes comprar de esas cosas). El combustible es otro factor a tener en cuenta ya que si bien viajar entre planetas cercanos no es un coste sí lo será el utilizar el hiperespacio, a veces imprescindible. La lista de posibilidades del juego aumenta sin cesar: puedes comprar contenedores de fuel que se llenan volando cerca del sol, pero también útiles para rellenarlos con material que flota en el espacio como por ejemplo restos de asteroides que antes hemos destruido y luego recogido para comerciar. O bien naves pirateadas… Aunque ser pirata es lucrativo, nos expone a la Policía y a cazarrecompensas, si bien siempre puedes optar por ser uno de ellos e ir en busca de naves buscadas por la ley y con un precio puesto a su cabeza.
Los aspectos técnicos del juego son impresionantes aunque siempre se le achacó la falta de colorido o lo inmensamente largas que pueden ser las partidas (no en vano se puede grabar o cargar). El sonido no es espectacular pero sin embargo es importante dominarlo porque cada «beep» del juego tiene su función: lasers que nos disparan, un sonido particular cuando disparamos sobre una nave con escudos, un misil que se abalanza sobre nosotros… ELITE, como veis, “es otro rollo”, es un sandbox estelar de 8 bits en el cual es fácil perderte si te dejas seducir. Yo lo haría.
En la (no especialmente bonita) página de Ian Bell podéis encontrar mucha información de este juego además de consejos, la novela, instrucciones, etc… La versión de Spectrum fue llevada a término por Torus, el mismo equipo responsable del Gyron o Hive, y muy fiel al original. David Braben no se involucró nunca directamente con el Speccy (lástima) y sólo nos revisitaría con VIRUS, otra adaptación de un programa suyo 3D principalmente desarrollado para los 16 bits en 1988 (y nuevamente editado por Firebird).
No pierdas tiempo: Press SPACE, Commander!!!!
No pierdas tiempo: Press SPACE, Commander!!!!
Gráficos - 92%
Movimiento - 92%
Sonido - 61%
Jugabilidad - 96%
Adicción - 94%
87%
TOP EMS
El mundo no había visto jamás un videojuego doméstico de semejante complejidad y mucho menos en 3D. Obra maestra. Un juego-simulador-universo en miniatura. Si no le has dado nunca una oportunidad ya estás tardando.
Enhorabuena al que ha escrito el artículo (no aparece). Elite es una de mis asignaturas pendientes, pues tal como está escrito más arriba, si no tenías instrucciones reseteabas y a otra cosa. Yo fuí uno de aquellos. Ahora es una buena oportunidad para probarlo. Gracias por recordarmelo!!!
Sí señor, así se empieza un artículo, con una contundencia de crónica deportiva apasionada. Ni cuando España ganó el mundial vi tanto entusiasmo…Lo has conseguido, chico, seguro que todos en cuanto hemos leido tu texto, nos hemos puesto a buscar el juego como locos en ebay…Me apunto en la lista de tareas pendientes la de revisar este juego, delante de perder peso y sólo detrás de aprender a planchar unos pantalones
Soy uno más del club de aquellos que no le pudimos sacar jugo a éste juego en su momento. Eso sí, tengo un colega que, sin instrucciones, llegó a jugar metiendole muchas horas.
También es uno de mis pendientes. Un verdadero pecado no haberle sacado partido a un juego así.
A mí ni si quiera me vino en una de esas cintas de 90 plagadas de juegos. Pero si me hubiera caído, habría hecho un reset a la primera de cambio. Eso no quita que con el tiempo sí tuviera noticias de él y de que era un grandísimo juego, aunque no va con mi concepto de diversión, pero eso no quita para que sea la pera limonera.
Me parece increíble cómo los conceptos de casi todos los juegos nacieron en esta época, cuando todo valía y había hueco para la innovación arriesgada. Elite al lado del resto de los juegos del momento era una rareza inaugurando un género que aún hoy sigue dando frutos.
Me gusta mucho la labor que hacéis en ElMundoDelSpectrum recordando y comentando juegos que puede que nunca haya jugado.
OBRA MAESTRA ABSOLUTA!!!
A primera vista no parece un juego muy llamativo, especialmente si no tienes las instrucciones a mano y paciencia para leerlas. Pero una vez que te metes en serio con él, tiene cuerda para rato, mucho rato. Tiene un poco de todo: estrategia, aventura, batallas espaciales…
Una de las cosas increíbles de esta maravilla es que se compone de 8 universos locales de 256 planetas cada uno, en el que cada planeta tiene sus propias características empezando por el nombre y continuando por los precios de las diferentes materias primas que se pueden comprar o vender. Meter toda esa información en solo 48k ya es una proeza en sí mismo.
En realidad, su único defecto era… la puñetera LENSLOCK!!!.
Otra de mis asignaturas pendientes pues fui de esos que consiguió el juego por cauces poc legales ;-P. En este caso eso era absolutamente dañino ya que pasé del juego.
Inofesivo,casi inofensivo,medio,sobre la media, competente (aqui te tirabas media vida),peligroso,mortal (aqui me quedé yo) y elite…..una maravilla de juego,aun recuerdo que lo dejé ya que en el momento que alcancé el rango de "mortal" nada mas salir de la estación espacial, unas 50 naves me atacaban sin tiempo ni a poner hiperespacio ni leches fritas…asi dia tras dia….pero aun así, de lo mejorcito a lo que he jugado.
Creo que estos mismos creadores lo intentaron luego con un juego llamado "sentinel", tambien una maravilla, pero no tan atrayente para mi…jejjeje
saludos spectrum maniacos!
Mortal!!! Pues ya tiene mérito porque yo me quedé en "peligroso" y se me hacía eterno. Por otro lado, las batallas a veces eran una locura, y ahora para mi desgracia he comprobado que no soy capaz de acertar ni a una mosca cojonera.
Creo que este juego es el padre de todos los simuladores espaciales posteriores. ¿Un sandbox que ocupaba un puñado de bytes en 1985 y te daba libertad para recorrer el universo comerciando y combatiendo? Eso se llama "Obra Maestra" de la programación.