
El juego que nos ocupa en esta ocasión es una rara avis. Un juego publicado bajo el sello Future Stars, el cual tendría una vida muy efímera. De hecho únicamente se publicarían 2 títulos más: Krypton Raiders y Ali Bebe, probablemente de menor calidad que Tommy. Como se explica a continuación se trató de un intento de dar a conocer en el mercado a la cantera de programadores españoles. Lamentablemente la idea no fructificaría. Tuvo un recorrido de apenas dos meses entre marzo y abril de 1986.

El origen del sello parte de la mítica Dinamic. En palabras de los Ruiz (Ocho quilates: la edad de oro del software español 1ª parte) al recibir juegos que consideraban que no tenían suficiente calidad pero mostraban el recorrido que podían llegar a tener sus autores optaron por, en lugar de descartarlos, crear un sello budget y lanzar los juegos a la mitad del precio de la época. De hecho se intentó asegurar el éxito de la iniciativa publicitándola en las revistas de la época e incluso se contó con las ilustraciones de Azpiri para dar más empaque a la iniciativa. Lamentablemente después de la publicación del tercer título, Krypton Raiders, ante la falta de respuesta del público y la falta de tirón comercial se abandonó esta idea.
Paradójicamente, y precisamente ante la escasa difusión que tuvieron en la época, se han convertido en la actualidad en preciosísimos objetos de coleccionista.

Tommy es una historia a caballo entre dos mitos. Por una parte se inspira en las aventuras por el instituto a lo Skool Daze de Microsphere (1984) y por otra parte presenta un apecto visual y un concepto de juego que nos recordará a la mítica saga británica Wally de Mikro-Gen. Los autores son Alberto Suñer y Cristina Marcos. Podemos encontrar una entrevista al propio Alberto Suñer en la Microhobby 71 en la que reconocía la influencia de los títulos de Mikro-Gen.
Estamos ante un juego que pertenece al género de las videoaventuras. El argumento consiste en que debemos ponernos en la piel de Tommy y recorrer el instituto en busca de las notas de las diferentes asignaturas para depositarlas en el aula de viaje de estudios. Pero no será tarea fácil pues la mayoría de las aulas se encuentran cerradas y únicamente una determinada combinación de objetos (tan solo podemos portar dos con nosotros) nos permitirá el acceso. Otros objetos en cambio se encuentran por los pasillos del centro sin ningún tipo de protección.
En cualquier caso se trata de una serie de requisitos tan complicados que en las instrucciones del juego la gente de Dinamic tuvo el detalle de prácticamente dejar resuelta la aventura y siguiendo las indicaciones que encontraremos en ellas podremos salir airosos y obtener nuestro billete para el viaje de estudios.

La jugabilidad no presenta grandes complicaciones. Con pocos enemigos que nos puedan restar vida (representada por un billete de 1000 pesetas en la esquina inferior derecha) se trata de armarse de paciencia e ir buscando, con la ayuda imprescindible de las instrucciones del juego, las notas de las diferentes asignaturas. Dichas notas se obtienen a partir del acceso a las aulas con los objetos oportunos. No obstante no se trata únicamente de esto. Habrá que irlas colocando en el aula de viaje de estudios en el orden adecuado ya que existen diferentes combinaciones en función del destino del viaje. De nuevo las instrucciones del juego acuden en nuestra ayuda para proporcionarnos las diferentes combinaciones posibles. Al completar la combinación correcta, junto al billete de 1000 pesetas, aparecerá la postal de nuestro destino.

El apartado gráfico del juego es sin duda lo más destacable. El programa cuenta con un sprite del personaje muy bien definido y de tamaño más que considerable y unos escenarios coloristas que cuidan los detalles con bastante mimo. Tendremos la sensación de volver al instituto asegurada. Es cierto que la animación del personaje es mejorable y los escasos enemigos que encontraremos tampoco son de destacar. En cualquier caso estos detalles no empañan un trabajo en este ámbito más que notable.

El velocidad a la que se ejecutan los movimientos es buena aunque como comentábamos la animación del protagonista, que en muchas ocasiones es el único personaje en pantalla es algo rudimentaria. La transición entre pantallas también es correcta.
En cuanto al apartado del sonido, el tema ochentero que podremos escuchar al inicio y final del juego, “Haway, Bombay” de Mecano, no puede ser más oportuno. Además de esta melodía, durante el juego hay diferente efectos de sonido para el movimiento, al coger objetos o al entrar en contacto con nuestros enemigos.

Hay vaias curiosidades relacionadas con el título a comentar. Future Stars no fue el único intento de crear un sello budger por parte de Dinamic. Poco tiempo después se crearía 100% by dinamic que tuvo si cabe peor acogida pues únicamente publicaria un título, Delfox (1988).
Jesús Alonso, director comercial de Dinamic, declaró en El País acerca del fracaso de Future Stars “Aprendimos que en España nadie compra barato”. Un hecho que poco tiempo después se encargaría de desmentir la bajada de precios impulsada por Paco Pastor en Erbe.
Los títulos de Future Stars formaron parte de un concurso en combinación con Microhobby que consistía en la resolución de un crucigrama de temática informática publicado en la revista que debiamos enviar debidamente resuelto junto con las instrucciones originales de los juegos. A mayor número de instrucciones enviadas mejor premio, pudiendo optar a un ZX Spectrum 128k equipado con un Interface 1, un microdrive y un monitor a color.
Aunque los títulos de Future Stars fueron ideados inicialmente para ser lanzados únicamente para Spectrum existe un juego idéntico a Tommy en versión Amstrad CPC titulado “Viaje de fin de curso” obra de Juliet Software (1986).

En las revistas de la época Tommy contó con una calurosa acogida. En la Microhobby 71 (marzo 1986) se le dedicó una amplica cobertura (dos páginas completas con mapa del juego incluido) además de la entrevista al autor que hemos comentado anteriormente. En estas páginas se le califica como “un gran programa, bonito y muy adictivo”. Las calificación global es de un 7,5, cosechando un 8 en originalidad, gráficos y dificultad y un 7 en movimientos, sonido y adicción. Tommy volvería a aparecer en alguna que otra ocasión en Microhobby. Aparecería en la sección “Micromania” de los ejemplares número 78 y 98. También aparecería en la sección “Tokes y Pokes” de la revista 120. En cuanto a MicroMania (1a época: número 11 de mayo de 1986) la valoración fue todavía mejor, calificándolo de “juego muy atractivo que se ve mejorado aún mucho más por sus excelentes gráficos” otorgándole una calificación 8/10.
En publicaciones actuales podemos encontrar diversas referencias a Tommy. En “Ocho Quilates. Una historia de la edad de oro del software español (I)” se destaca, no en sentido peyorativo, que la idea era “pueril y marciana a partes iguales”. En “Génesis. Guía esencial de los videojuegos españoles de 8 bits” se destaca la clara influencia de la saga Wally de Mikro-Gen.
Aunque en las últimas reviews me ha gustado incorporar una estimación del precio que puede tener el juego en el momento en ese momento, en el caso de Tommy es muy complicado. Se trata de un juego escaso y muy preciado por los coleccionistas. En cualquier caso seguro que no me equivoco al afirmar que no resultará económico.
En definitiva, Tommy representa la esencia de los primeros juegos de Spectrum. La imagen del programador/programadores amateurs haciendo su propio juego de manera autodidacta. El resultado no es para nada desdeñable y nos permitirá volver por un momento a revivir nuestros días de instituto cuando lo más importante para nosotros era que nuestros padres nos comprasen un Spectrum para estudiar y obtener buenas calificaciones antes de marchar de viaje de estudios.
Firma: jepifidel.
Historia a caballo entre Skool Daze y los juegos de Wally
Gráficos - 80%
Movimiento - 70%
Sonido - 60%
Jugabilidad - 80%
Adicción - 80%
74%
Tommy representa la esencia de los primeros juegos de Spectrum. La imagen del programador/programadores amateurs haciendo su propio juego de manera autodidacta.
Qué juego el Tommy… la de buenos ratos que me hizo pasar. Recuerdo que con la cinta venía un cupón para sorteo de un . Y me tocó!!! Le tengo cariño a este juego por lo simpático que es y por haber ganado el balón de basket. Jejeje! Saludos!!