
Parece una buena idea, pero no lo es en absoluto. La experiencia lo demuestra. Y es que dejar a un superordenador como máximo responsable suele terminar en desastre. Usualmente estos aparatos ultratecnológicos y sofisticadísimos acaban convirtiéndose en desquiciados y computerizados megalómanos que intentan aniquilar cuanta vida humana esté a su alcance. Aunque en ocasiones, como el caso de este Cray-5, su animadversión hacía todo lo que se mueve ha sido producida por un hecho fortuito; un asteroide lo ha averiado. Como resultado programó la secuencia de autodestrucción que sólo tú, uno de sus principales diseñadores, está capacitado para reparar.
Si la situación no era ya suficientemente comprometida, lo hace peor el saber que este supercomputador está al cargo de un gigantesco arca que intenta salvaguardar de una tierra moribunda sus ecosistemas, y que su destrucción no acabará sólo con tu vida, algo ya de por si bastante malo, sino con lo que queda de la flora y fauna de nuestro maltrecho planeta azul. Una cuenta atrás para tan triste final pone el resto para que la acción se dispare y tengamos que salir, zumbando que pita, de nuestro normal estado ocioso y poner orden en semejante entuerto.
El argumento parece extraído de la película”Naves Misteriosas”, que a pesar de ser una obra menor en el cine parece haber sido al menos lo bastante impactante para que el mundo de los videojuegos busque en ella ideas. Como ejemplo, aparte de este Cray-5, el más que sospechoso parecido de uno de los robots de la película con el protagonista de “Pssst” de Ultimate.
Cray-5 fue inicialmente creado por Topo Soft en 1987 y hasta ahora había sido una exclusividad para Amstrad CPC. Retroworks recoge el testigo que Topo dejara para realizar una versión Spectrum potenciándola, si no a la enésima potencia si a un numero muy elevado. Fiel al espíritu de los lanzamientos de la compañía, Retroworks nos presenta en su último trabajo un acabado pulido. Es toda una delicia, con un control soberbio, una exquisita banda sonora y una mecánica que te atrapa irremediablemente en sus engranajes. La labor de Benway, Pagantipaco y Wyz es sobresaliente. Nada nuevo.
Muestra de ello es la melodía de la pantalla de presentación, más que sobrada recompensa por la espera de la carga de la cinta. Pero mejor aún es la que sonará durante el desarrollo de la acción, todo un despliegue técnico que la hace insinuante y misteriosa a la vez que cañera. A nivel visual la obra de Retroworks se nos despliega en pantalla con unos gráficos fenomenales, grandes, bien animados y con un movimiento fluido.
Una de las principales características de nuestro protagonista es que cuenta con un Jetpack para sobrevolar las habitaciones. “Jetpac”, parece haber sido una palabra clave en el desarrollo del juego, tanto por ser un elemento fundamental a la hora de controlar nuestro personaje como por su parecido con el protagonista de la mítica obra de Ultimate . Su desarrollo, no obstante, estaría más cercano a “La Armadura Sagrada de Antiriad” de Palace Software pero con una mucho mayor complejidad de mapeado. En Retroworks sabían que si el control funcionaba el juego funcionaría, y así ha sido. Su precisión convierte el reto de superar enemigos, trampas electromagnéticas e imanes en una experiencia siempre divertida.
Los enemigos y obstáculos están presentes en cada pantalla pero no dan sensación de agobio. No se abalanzan sobre ti en tropel para desangrar tu barra energética tan rápido como sea posible. Permite cierta reflexión a la hora de abordar el reto de superar cada pantalla. El controlar la propulsión de nuestra armadura y calcular nuestros disparos son los principales requerimientos para avanzar sin perder demasiado trozo de nuestra apreciada vida. Pero la exploración y buena memoria serán dos armas mucho más útiles. Pues la inclusión de llaves y puertas de diversos colores para abrirlas le da un toque de puzzle que le sienta fenomenal, pero nos dará más de un quebradero de cabeza. Para acabar de enredar las cosas encontraremos que el mapeado está dividido en varios niveles a los que accederemos mediante un trasbordador que creará todo un laberinto de pantallas.
No es demasiado difícil y el mapeado no es demasiado largo pero sí muy enrevesado. Pasaremos varias veces por las mismas pantallas intentando recordar dónde demonios habíamos visto aquella llave que necesitábamos, cuando la encontremos habremos olvidado qué puerta queríamos abrir. Ya en las primeras partidas llegaremos lejos pues Cray-5 es una lucha de desgaste; desgaste de la energía que poco a poco los enemigos nos van restando y desgaste en el tiempo que se consume inexorablemente. Quizá como reacción a la elevadísima dificultad de los juegos clásicos, los programadores modernos suavizan demasiado la dificultad por miedo a cometer el mismo error pero creo que le hubiera sentado muy bien subir un punto la dificultad general.
Cray-5 es una obra cuidada que se nos presentó en formato físico durante al Retroencounter del 2011. Pude disfrutarla allí mismo y aquella primera buena impresión no ha desmerecido habiéndola jugado en profundidad. Un gran juego, muy en la línea de calidad de la compañía.
85/100
Firma: Falsworth
Gracias Falsworth por mencionar el apartado musical entre la calidad del código de Benway y los gráficos del ARTISTA Pagantipaco.
Como nota curiosa comentarte que la melodía del menú es una versión muy personal inspirada en la original del Sr. César Astudillo.
Tendré que informar a Iggy Rock sobre esto ;D
(Offtopic)
Si alguno tiene cuenta de youtube quizás queráis comentar (en inglés) en este video, ya que el autor, un americano más familiarizado con el C64, hace un análisis del ZX Spectrum con las siguientes perlas:
– Gráficos que solo suelen tener dos colores en pantalla (!)
– Sonidos que suenan como pedos (esto es una coña, pero…)
– Sistema solo de UK (!)
– Los 5 mejores juegos según él son Chase HQ, R-Type, Rainbow Islands, Sim City (!) y Chaos.
En fin, yo tenía un Amstrad pero muchos colegas tuvieron el Spectrum e incluso yo lo tuve unos meses años más tarde, y, aparte de los piques, creo que es un sistema mucho más importante de lo que piensa el autor del vídeo y que merece algo más de respeto del que le da.
¡Sin piedad!
Se me olvidaba…
Aquí está el vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=9J-dotjzWk0
Gracias por el análisis, el trabajo se ve recompensado cuando un producto gusta y Cray5 tiene la característica de haber sido muy cuidado en todos sus aspectos. Como siempre digo, cuando un producto se hace con cariño al final se nota y es como si lo comunicara cuando lo ves, aunque no se puede agradar a todo el mundo, por supuesto.
Lo que tengo claro es que Cray5 no sería un buen juego sin la jugabilidad (Benway) y sin la música (Wyz). Los gráficos no lo son todo.
Pos yo me lo compré hace unos meses y muy buenos raticos que he echado.¿Puedo poner una pequeña pega? Lo compré junto al Genesis -Dawn of a new Day- del me encantó la caja y la presentación con su mini cd de este último, cosa que eché a faltar en el Cray-5, que venía solo con el cassette.A pesar de esta tontería de puntilloso, mis felicitaciones a Retroworks por lo chulos que están los dos programas y mil gracias por seguir desarrollando juegos para Spectrum
Sorceneger, algunos juegos los editamos en una edición u otra dependiendo del tiempo para elaborarla, decisiones del creador y coste (siempre el dinero).
Viendo la acogida del formato, lo tendremos en cuenta para la próxima vez que encarguemos copias de los siguientes juegos.
Gracias por comprarlo y por expresar tu opinión.
Me lo acabo de terminar… ¡en mi primer intento! Un poco demasiado fácil. Como adaptación del original de Amstrad está muy bien, pleno de colorido y los movimientos de nuestro personaje son muy fluidos. El problema reside, creo yo, en el planteamiento del juego original, que tiene una mecánica de llave-puerta demasiado obvia y algo aburrida. Pero claro, de eso no tienen culpa los autores de esta versión, que cumplen con su parte de manera brillante.