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Retroinformática: FUTURO Y PASADO desde el PRESENTE

¿Tiene futuro lo Retro?. Ni idea. ¿Queremos que lo tenga?. La respuesta es rotunda: . Pero ¿Cómo? Cuando muchos comparten una afición se forma una comunidad. Esta comunidad se caracteriza por intercambiar material y todo tipo de información. Se crean eventos, que a su vez generan su propia historia, aparecen gurús, ´listos de pacotilla´, exhibicionistas, coleccionistas, macarras, babosos, pandilleros, conspiradores, especulación y toda la sal y pimienta que son los ladrillos de un universo en miniatura. Si los integrantes de este mundillo tienen suficiente edad, difícilmente desaparecerá, como mínimo hasta que ellos mismos casquen. ¿Cómo pronunciaremos la palabra «Spectrum» cuando no tengamos dientes, si llegamos a viejos?

Hemos vivido ya las pasiones pasajeras de adolescencia y pre-adolescencia, pero el recuerdo de grupos musicales como Bananarama, Big Fun o New Kids On The Block nos arranca ya poco más que una sonrisa. Queremos creer que el Spectrum tuvo y tiene algo especial, en este caso no nos conformamos con la sonrisa que comentamos antes. Es cierto: Si nos empeñamos cualquier recuerdo puede ser endulzado e infiltrado por los horrorosos andamios de la nostalgia naïf y las teorías frikis. Es difícil saber cómo o por qué algo en nuestras vidas nos llega dentro. Pero ocurre y en ocasiones nos dejamos llevar por lo subjetivo en vez de por lo objetivo.

Lo Retro tiene futuro, desde luego. La cuestión es si ese futuro estará vivo o suspendido en ámbar. Si sólo existiese esta página de EMS, y se quedase congelada en este momento, ya tendríamos recopilada una enorme cantidad de material sobre el Spectrum que despertaría la curiosidad de cualquiera, sin importar que pasen cien años. La razón es simple: Aunque se llegue a considerar anecdótico el momento histórico o el tema del cual se trata, el retrato es tan minucioso y son tantos y tan relevantes los personajes entrevistados, que ello en sí tiene un gran valor documental. Mucha información reunida y ordenada sobre un tema, por trivial que pueda parecer ese tema, es valiosa per se. Los usuarios de Spectrum contamos, por otra parte, con una base de datos sobre más de 24.000 programas, única en cualquier sistema antiguo, que sigue creciendo con la incorporación de nuevos programas y el rescate de los desaparecidos en combate. Otro tanto a favor para considerar especial al Speccy.

Otros sistemas de 8 bits, ya sean Amstrad CPC, MSX o Commodore 64, -o las consolas- tienen sus seguidores y páginas fantásticas. Son también parte de este mundo que etiquetamos como «retro», que engloba -para empezar- a la informática doméstica que nació durante finales de los setenta y principios de los ochenta. Esos mismos usuarios adolescentes que discutían a ver quién la tenía más larga en cuestión de ordenadores ahora aunan esfuerzos para hacer posibles eventos como RetroMadrid, RetroBarcelona y muchos otros. La rivalidad de los 8 bits se ha transformado en una familia. Es la experiencia conjunta de haber vivido una época concreta, aquella que significó la entrada de los ordenadores personales en nuestras casas en un contexto virgen que incitaba a aprender a programar y donde un videojuego era un auténtico viaje a lo desconocido, a un mundo nuevo.

Aquí aparece el primer detalle delicado, pues hay quien considera únicamente retro todo lo que salió antes de la primera Playstation de Sony. ¿Quién tiene el cánon de lo que es o no retro?. ¿Tiene menos valor un Sinclair ZX-81 que una Nintendo Gamecube? Si da lo mismo. Nuestros hijos considerarán prehistoria al Speccy; dentro de nada saldrán la PS8 y la XBox 16 y ellos se mondarán de la risa con los gráficos de las viejas máquinas. La cuestión será si miran con simpatía esa prehistoria o simplemente la ignorarán por mucha historia de la informática que sea.

Llegados a este punto nos preguntamos si vivimos una moda. Quizás lo sea para algunos pero francamente, parece una gilipollez ir por ahí diciendo que algo te gusta, o que eres un experto, si en realidad no tienes puta idea o no has tocado un Spectrum en tu vida. Para empezar, quien sabe mucho de algo no suele ir cacareando, y los aficionados sensatos, por alto que sea su nivel, no pontifican. Contando con los fans por moda, los expertos y los aficionados, existe un cuarto grupo de integrantes del mundillo: «Los Simpatizantes». En ellos, probablemente, está la clave de la supervivencia de lo retro. La mayor parte de la gente interesada por este asunto, y por casi cualquier tema, son tranquilos y pacíficos observadores. Los simpatizantes no tienen extensos conocimientos, ni aspiran a ello, pero saben de otras cosas -ojo, en una tribu todo es útil- y dedican el tiempo libre a lo que les apetece. Cualquiera puede ser simpatizante, no lo olvidemos.

La supervivencia de lo retro, es cuestión de sentido común, está ligada a la capacidad que tengan los que más saben para hacer que este tema sea atractivo a un número cada vez mayor de gente. Si alguien con un mínimo de cariño por estos juegos y máquinas se acerca al mundillo y sólo encuentra un puñado de hipsters onanistas o abuelos Cebolleta que abominan de lo actual, se marchará de inmediato. Por suerte la realidad está lejos de ser así. Hay que procurar que, además, de gusto llegar e intentar aportar lo poco o mucho que se tenga. Los «retroinformáticos» de moda se aburrirán, los expertos y los buenos aficionados se harán mayores, pero simpatizantes no deben faltar; es el vivero de más expertos y más aficionados. No hace falta conocer los detalles de la ROM del Spectrum, ni el abracadabra del código máquina, para saber que cualquier afición que termine consistiendo en reunirse alrededor de un gurú y decir «Oooh, cuánto sabes», o desaparece o se convierte en una secta.

Otro asunto fundamental es el interés de las nuevas generaciones. ¿Difícil que se interesen por el Spectrum o los ordenadores de 8 bits?. Se requiere un esfuerzo didáctico y de programación por parte de la comunidad (Hablamos como absolutos desconocedores de la informática. Por ello no sé hasta qué punto es complicado lo que proponemos. Nos gustaría contar con la opinión de vosotros, los expertos.)

¿Sentir nostalgia del software clásico o apoyar los nuevos desarrollos? Los inicios de la informática recreativa se caracterizaron por la aparición de pequeños grupos de programadores prácticamente autodidactas. Los juegos fueron, además, el modo en que comenzaron carreras brillantes. En aquella época un sólo programador podía fabricar su producto casi en solitario. Es evidente que la informática de los inicios se movía en unos parámetros de complejidad menores respecto a los desarrollos comerciales actuales. El atractivo de algo consiste en su capacidad para enganchar, sin poner un muro infranqueable al que se inicia, y dejarle que aprenda con la mayor facilidad hasta donde pueda llegar.

Pero ya no estamos en esos tiempos, el homebrew o los desarrollos modernos para máquinas retro tienen peso para mantener viva una máquina, y en este contexto es importante el compromiso de programadores y usuarios. En este sentido fue un gran paso el de los Mojon Twins, con su motor gráfico de La Churrera. Todavía es difícil fabricar juegos, aunque su esfuerzo se agradece; es posible con un poco de paciencia, pero no resulta tarea para niños. Probablemente ahí está la clave: si un programa permitiese generar sin conocimientos previos juegos de 8 bits, para cuantas más plataformas mejor, y destriparlos hasta poder manipular el código máquina, estaríamos ante el «Santo Grial» que daría la vida eterna al mundo de lo retro. La cuestión sería permitir a los simpatizantes, o a cualquier niño, dar rienda suelta a la imaginación, y escalar en conocimientos hasta donde pudiera. Quizás esto requeriría la participación de empresas y un nivel de esfuerzo profesional, pero sin este tipo de herramientas el mundo de los 8 bits estaría destinado no a la desaparición, pero sí a la fosilización. La producción de nuevos títulos tendría fecha de caducidad.

Mucho ánimo a los modernos desarrolladores. Resulta inaudito, pero también se les critica desde distintos puntos de vista. En esto debemos ser tajantes. Ojalá hubiera muchos más. Esta gente que nos brinda su trabajo, creatividad e ilusión merece mil «sombrerazos». Resulta difícil enumerar a todos los que hay, principalmente en España, el Reino Unido y el conglomerado de países que antes formaban la URSS. Si algo hay reprocharles es una hazaña que probablemente sea imposible: ¿por qué no han conseguido que cualquier zoquete sea capaz de fabricar su propio Rainbow Island?. Es el clamor de muchos de los que un día tuvimos en las manos el Curso de Código Máquina de Microhobby y lo dejamos a la primera cabezada.


Mención aparte merecen los podcasts sobre el tema. El mismo EMS, Retroactivo, Fase Bonus, Retro Entre Amigos, La Posada del Gamer y, como ocurre con los desarrolladores, tantos otros que no se pueden enumerar. Algunos siguen, otros no, cada cual con sus historias y temáticas pues no sólo de pan vive el hombre. Todos tienen algo en común: hacernos compañía. Al universo podcast muchos les debemos el regalo de desengancharnos de la infame televisión y hacer más ameno el horario laboral en los casos donde es factible compaginar el trabajo y la escucha del podcast. Jamás podremos pagarles esto a todos los podcasters que en el mundo son.

¿Y las revistas concernientes a la informática lúdica antigua como Retrogamer, Yo tenía un Juego o Retromaniac? Una masa crítica de gente interesada en un tema es la base para que aparezcan publicaciones impresas, y todo lo que implica una profesionalización del sector. Hay opiniones encontradas sobre este punto. Todo cambiaría, eso está claro, y seguramente no para mejor. Es sólo una impresión. Esto ayudaría a que el mundillo retro continuase vivo sólo si se maneja bien, pero cuesta esfuerzo ser optimistas al respecto, a tenor de las experiencias más recientes. De cualquier forma la profesionalización de una parte no acabaría con el resto; hay razones para pensar que el campo amateur seguiría teniendo vida propia.

Ya que tenemos vivo al Spectrum en el presente y, quizás, en el futuro -a ver qué vida le espera-. ¿Qué tal ponerle prótesis, estirarle las arrugas, trasplantarlo, clonarlo, piratearlo, doparlo, trocearlo o, dado el caso, curarlo si enferma?. ¡Por las bragas de Mafalda, video en streaming para Spectrum!, ¡conectarlo a internet!, ¡cargar juegos desde tarjetitas sd!, ¿todavía se fabrican piezas?, ¿nuevos periféricos caseros?. Hay quien se entretiene sacándole los colores, trampeando las gloriosas miserias de sus circuitos y hasta difundiendo propaganda bolchevique.


Existen debates, a veces adustos, sobre lo que puede o no puede hacer un Spectrum. Los más exquisitos comentan que ciertas prácticas «desvirtúan la esencia» del Speccy y probablemente tienen razón. Seguro que tanta como los locos del cacharreo -hasta que no fabriquen una muñeca hinchable con procesador Z80 no pararán- o quienes se tiran de los pelos delante de un dibujito generado -o no…tatatachaaan- por un Spectrum. La verdad, es difícil saber si es sano sentir tanta pasión por algo. Quizás lo más inteligente es pensar como como Fray Guillermo de Ockham: sin pasión sana o malsana, la vida es tan pacífica, tan tranquila… «y tan insulsa». Todo puede ser interesante, incluso el empleo del dopping hasta cierto punto, siempre que mantenga cierta estética de Spectrum. También sería bonito tener la capacidad técnica para hacer esas barbaridades uno mismo, pero muchos tienen otras cosas que ocupan su tiempo se conforman con mirar. Es cierto que con el spectrum se han hecho experimentos que desvirtúan su esencia hasta lo grotesco, como un culturista ciego de esteroides o unos pechos operadísimos, pero también podemos verlo de otro modo. Un atleta puede llegar más lejos si se aplican técnicas modernas para mejorar su rendimiento. Es cuestión de opiniones. Es sorprendente que hoy siga habiendo gente que se ponga de vuelta y media por cosas así, pero… si estamos en un país libre (no sé por qué esta frase suena viejuna), ¿no?. Que cada cual se divierta como mejor le parezca, habrá muñecas y muñecos hinchables Z80 para todos dentro de ná. Un ejemplo es el cacharreo de la Raspberry Pi para fabricar nuestro propio Spectrum. Sin conocimientos previos se pueden conseguir cosas interesantes. Lo mejor no es si «eso» que te has trabajado es o no un Spectrum, sino las horitas de cacharreo con tu música, tu cocacolita y comentando la jugada aquí y allá. Relájense señores puristas, algunos sólo emulan y por ello no son menos dignos de entrar en el reino de los cielos, sepan que los días de vida de estos locos cacharros están contados, y no sabemos quién sobrevivirá a quien.


El Spectrum tiene un encanto especial. Fue sin duda el ordenador de los pobres. Grandes cerebros desperdigados por varios países le sacaron un rendimiento espectacular y, para nuestro asombro, su vida se prolongó más allá del momento de su fabricación. España fue uno de los países seducidos por este computador proletario, pero los camaradas soviéticos lo adoptaron hasta el punto de sobrevivir a la propia URSS. Tanto a nivel de software como de hardware (Leningrad 48K, Pentagon, Scorpion, Sprinter). No, no es cuestión de ser rojillo -ni tampoco lo contrario-, pero es más fácil sentir simpatía por los que exprimen lo poco que tienen, ya sea a nivel de ordenadores o en el camino de la vida misma. Es la dignidad de la sencillez bien entendida.

NOTA DE M.S.: Los eventos son mi asignatura pendiente, pues esta vida trashumante que llevo me impide saber siquiera con un mes de antelación dónde andaré. No podría perdonarme dejar de mencionar la próxima Retrosevilla. Todavía no sé si yo mismo podré pisarla, pero lo siento por las demás… ¿Acaso pensáis que alguien puede montar una feria mejor que la de Sevilla?.

Y esta vez a coro: ¡saludos spectrumeros!.

Firma: Manu Sevilla y Antonio Ortiz

El Mundo del Spectrum

El Mundo del Spectrum es un medio digital dedicado al Sinclair ZX Spectrum, a los 80 y al Retro en general. Nació como homenaje a Microhobby en 1996 en formato revista mensual evolucionando hasta esta cuarta época. Como medio audiovisual se publica regularmente el Podcast llamado El Mundo del Spectrum Podcast y material en vídeo en el canal de Youtube. Publicados dos libros de gran éxito editorial. Si te gusta el Retro y el Spectrum en particular, esta es tu web. Bienvenido/a.

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6 comentarios

  1. Ya en el colegio, cuando andaba con ordenadores, me miraban como 'el rarito'.
    No te quiero contar ahora treinta tacos después, cuando pido a los compañeros de trabajo una grabadora de EPROMs, a ver si tienen una en casa. O cuando les comento, todo ilusionado, que me acabo de pillar un juego de Dinamic en el rastro.
    Tenemos síndrome de Peter Pan, pero en versión 8 bits. XD

  2. Muy buen artículo, esto es lo que me impide dejar el retro, seguiré mientras todavía queda gente a la que le gusta de verdad y lo hacen todo por afición, y no son solo coleccionistas.

  3. No sé porqué usan esas máquinas los demás, solo sé porqué las uso yo, sea en real o en emuladores. Y mientras yo exista, seguiré haciendo lo que me gusta, sin importarme opiniones o clichés impuestos por otros. Y tampoco intentaré abducir a otros para que sigan mis pasos. Y a disfrutar con lo que me gusta. 😉

  4. Plas plas plas plas, bravo !!.. Un artículo de matrícula de honor, cargado de sensatez y reflexiones inteligentes. Lo de que este mundillo no parezca una secta, la alusión a los listillos prepotentes que se creen que lo saben todo o ese final " pero es más fácil sentir simpatía por los que exprimen lo poco que tienen, ya sea a nivel de ordenadores o en el camino de la vida misma. Es la dignidad de la sencillez bien entendida." me han llegado de verdad. No quiero mentar a nadie en concreto, pero es que desde que reenganché en este "mundillo retro" o como se le quiera llamar, me he encontrado con todo lo que en el artículo se expone. Hay ciertos iluminados que dan pena, porque en esa prepotencia solo veo cierta inseguridad personal. que no hacen más que entorpecer el inicio del camino para los nuevos y para los que como yo, con bastantes años en mi espalda ya, como para aguntar a ciertos personajes, nunca dejamos de ser simpatizantes, seguidores, quizás en ocasiones algo expertos, no sé, me es indiferente la etiqueta , todo depende del punto de referencia que quieras tomar y serás un u otra cosa. El quid de la cuestión es bien sencillo, disfrutar y enriquecerse con todo esto. POr supuesto no hablo de EMS donde de momento veo que la gran mayoría de los que pululan por aquí son gente con cierto grado de madurez, ergo sensatez. Tampoco entiendo (bueno realmente si lo entiendo pero mejor que cada cual llegue a sus propias conclusiones) como puede haber polémica con el tema de la churrera, o si el juego está hecho en basic, en logo o en sánscrito. Si todo lo que sea aportar , crear y encima compartir esos conocimientos, como es el caso de lo mojon twins con su taller y su churrera, debe ser apoyado y aplaudido una y otra vez.. Los que cuestionan su trabajo o el de otros que empiezan y como es lógico no dominan el santo grial del código máquina , normalmente, suelen ser los que menos hacen por los demás. Su actitud es de , de ..,que … ssssshhh..no quiero despertar a la bestia y sus acólitos 🙂

  5. Se olvidó mentar a los especuladores, a los piratillas del tres al cuarto, a los narcisistas que no aportan absolutamente nada pero critican absolutamente todo. Para todos ellos, hoy que me levante educado, AJO y AGUA, porque aunque como bien dice en el artículo forman parte de todo ecosistema, no hacen más que desvirtuar y destruir el trabajo de otros. Son la mosca "cojonera", la de la mierda que llaman en mi pueblo que son muy brutos :), que uno está deseando aplastar con dos dedos, pero se contiene por respeto al "medio ambiente"

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