
Llega el verano y con él un repaso más sobre algún título del catálogo. Esta vez asimilo los rigores de la época estival para viajar a África en busca de un lugar especial que quizá nunca encuentre. En el camino seréis testigos de un sinfín de peligros, naturales o humanos, en pos de un tesoro pocas veces igualado. Por desgracia no seremos los primeros en intentar tal hazaña, antes que nosotros muchos perecieron en el intento, como por ejemplo nuestro aventurero padre, cuya sangre corre por nuestras venas y nos incita a continuar la búsqueda donde él la dejó, una búsqueda que, publicada en 1989 por System 3, nos dejaba en formato videoaventura un juego creado por Bob Pape (uno de los autores del recién repasado Rampage) y Mark A. Jones a los gráficos. De tal grupo de trabajo no podía salir nada malo y de hecho aquí tenemos lo que aconteció: Tusker.

Los mitos y las leyendas fueron un tema recurrente en los juegos de 8 bits. System 3 supo jugar bien con ambos. En lo que a mitos se refiere seguro que la mayoría de vosotros apostaríais por Myth: History in the Making como su mejor entrega, decisión más que lógica. Ahora bien, en cuanto a leyendas System 3 dedicó uno de los títulos de su poco extenso catálogo spectrumero a la de los cementerios de elefantes. Durante un no corto periodo de tiempo se creyó que los elefantes, considerando que su ciclo vital llegaba a su fin, se desmarcaban de la manada para ir a dar con sus huesos a un osario secreto en el que postrarse para un último descanso junto a viejos ancestros. África fue el foco de dichas narraciones orales así que imaginemos por un momento la “fiebre del oro” que despertó entre miles de cazadores europeos durante el siglo XIX, momento en el que Europa se repartió a escuadra y cartabón el continente africano. Y es que encontrar dicho cementerio suponía el hallazgo de kilos y kilos de un material de altísimo valor en la civilización occidental: el marfil.

Tusker nos pone en la piel de un hombre con intereses literarios que tras encargarse de documentar todos los logros de su padre en pos de la leyenda africana del cementerio de elefantes decide tomar las riendas para llegar donde su progenitor no llegó al descubrir su diario secreto; una fuente de datos precisos, mapas, cultura popular del continente negro, puntos de referencia y una escueta nota a pie de página en casi todas las hojas: ”sin suerte hasta ahora”. Por desgracia el diario echa en falta un par de hojas arrancadas pero la suerte nos pone en el camino parte de un nombre: Nyahur. Atlas en mano buscamos cualquier nombre que pudiera estar relacionado y la localidad keniata de Nyahururu nos da un lugar por donde empezar lo que puede ser una búsqueda hacia la gloria. Hace más de tres años que el mutilado cuerpo de nuestro padre apareció en una balsa en un río de Kenya. Su sueño se convirtió en su obsesión, y ahora ese sueño es el nuestro.
Pues este prólogo da paso a un juego planteado en forma de videoaventura con algo de acción en el que nuestro intrépido aventurero tendrá libertad de movimientos dentro de escenarios planteados lateralmente pantalla por pantalla. La dirección a seguir es a nuestra elección si bien una vez recorridos un número de pantallas volveremos al punto de partida por el otro lado (excepto en algunas partes del juego). En ocasiones el jugador también podrá adentrarse en alguna estancia o subnivel. El juego consta de tres niveles, el desierto, la aldea y el templo y en ellos se encuentran diseminados varios objetos con los que tendremos que ir avanzando y abriendo accesos, algunos evidentes, otros no tanto. No desespereis, tanto las instrucciones como el propio juego proporcionan pistas para ir avanzando, algo que se agradece; y es que este Tusker es de esos juegos donde tienes que poner tu personaje en el lugar exacto y de la pantalla y presionar la combinación precisa de teclas para hacer que las cosas funcionen. Por suerte las teclas son redefinibles y tanto los controles como el movimiento funcionan bastante bien.

Nuestro aventurero se desplaza con un movimiento sorprendentemente suave y fluido y lo puede hace tanto diagonal como horizontal o verticalmente. Además la variedad de movimientos se agradece. La parte superior de la pantalla cuenta con dos displays, uno para el arma que estemos utilizando en ese momento, y otro para los objetos que iremos recogiendo/descubriendo a lo largo de los niveles. El arsenal con el que el jugador contará consta de cuchillo, machete y pistola; también podemos usar nuestros pies y manos para batirnos cuerpo a cuerpo aunque obviamente un arma tiene mucho más poder destructivo. Cuidado con la pistola porque la munición no es infinita. Por suerte podremos ir recogiendo algunas balas por el mapeado, tampoco muchas porque si no el combate con los enemigos sería pan comido. La salsa está en batirse a cuchillazos o machetazos. Los obstáculos que tendremos que afrontar no son solo humanos, criaturas de la naturaleza y otras fantásticas también tienen su papel en Tusker, al igual que fenómenos naturales (tormentas de arena o desprendimiento de rocas por nombrar algunas).

Algo que se atraganta a veces es el sistema de combate, no porque esté mal planteado sino porque nuestros ataques a veces no responden lo rápido que quisiéramos. Ello hace que nuestros enemigos, especialmente a partir del segundo nivel, no dejen que reaccionemos a tiempo. En ocasiones dichos enemigos entran en un frenesí de golpes que hace difícil que podamos contraatacar con la consiguiente pérdida de energía, sobre todo si tenemos a dos enemigos encima a la vez. Quizá sea este uno de los puntos negros del programa, aparte de las escasas tres vidas con las que contamos. A ello se le suma el multicarga que hace la experiencia algo más frustrante. Por suerte los creadores del juego decidieron incluir un objeto que nos permitiera recuperar energía a medida que el protagonista avanza en la aventura y ese no es otro que la cantimplora. Disponemos de una tecla para saciar nuestra sed y convertir el agua (barra azul) que bebemos en energía (barra roja). El problema aparece cuando no nos queda ni gota de agua así que habremos de estrujarnos los sesos para extraer agua en determinados lugares del recorrido, algo bastante ingenioso.

A pesar de su notable dificultad estéticamente Tusker resulta un programa con gusto. Gráficamente trabajado, con escenarios muy vistosos y detallados y con un uso del color correcto. El primer nivel por ejemplo nos deja unos pantallazos atractivos en los que abundan los colores claros de los exteriores mientras que en las cuevas y estancias la oscuridad es más palpable. Los cactus están desperdigados por todo el nivel y en algunas ocasiones los que están en primer plano tapan la posición del protagonista. Esto será una constante a lo largo del juego y aunque parezca una tontería consigue introducirnos de lleno en la atmósfera del mismo. Un punto más a favor es el tamaño de los sprites, grandes y conseguidos. A lo largo del recorrido zonas desérticas, cuevas, aldeas, fortificaciones así como cabañas o estancias templarias serán los escenarios donde nuestro protagonista se moverá. En lo referente al sonido Tusker tampoco va desencaminado aunque por otro lado creo que siendo un juego multicarga podría haber incluido pasajes melódicos para cada nivel. Al menos los efectos sonoros de los que hace gala son acertados.

Crash en su número de noviembre del 89 destaca la reminiscencia a Indiana Jones y señala “estar más a la altura del espíritu de la saga que La Última Cruzada de U.S. Gold”. No solo eso: “El gameplay es absorbente, si disfrutas de la exploración que requiere un poco de cerebro Tusker es muy recomendable”. En Sinclair User también apreciaron las virtudes del programa de System 3 a pesar de advertir que los adictos a lo arcade quizá no se sientan totalmente satisfechos con él. Con todo y con eso se lleva un 82/100: “Un Indiana sin licencia con un potencial descomunal”. Idéntica nota se lleva Tusker en Your Sinclair, y también, una nueva referencia al intrépido arqueólogo de Spielberg. Pero no acaba aquí la comparación pues el redactor afirma que se trata “de una especie de Last Ninja 2” y no le falta razón si bien aquel disponía de una perspectiva isométrica y carecía de color, el juego en sí es muy parecido a Tusker en lo que a mecánica se refiere. Por último Microhobby en su edición de febrero de 1990 definió a Tusker como una “maravillosa videoaventura […] en la que se ha conseguido la mezcla perfecta entre un argumento muy interesante y un desarrollo entretenido y rápido”. Por cierto la de Microhobby es la única review donde no aparece Indiana, eso sí, pensaroslo antes de leer el artículo porque destripa buena parte del juego.

Poco más que decir sobre esta videoaventura con toques de acción y puzzles, combinación siempre resultona. La verdad que las continuas referencias a Indiana Jones estuvieron justificadas en su momento, el final de una década que veía como la adaptación a los 8 bits de una gran película (quizá la mejor de la saga) naufragaba estrepitosamente cuando este Tusker tenía más de Indiana Jones que el gris título de U.S. Gold. Más allá de comparaciones el programa de System 3, que iba a ser uno de sus últimos trabajos para Spectrum, seguía destilando calidad y adicción a partes iguales, y digo seguía porque esta casa aportó pocos pero grandes títulos al catálogo. Aunque aquel aceptable International Karate que supuso el punto de partida queda lejos, la casa fundada en 1982 por Mark Cale sigue a día de hoy al pie del cañón publicando juegos para varias plataformas y llevando el ocio y el entretenimiento a nuestros hogares. El elefante sigue la manada, quizá algún día se desvíe y busque ese lugar especial para descansar, pero aún ese momento no ha llegado. Hasta la próxima chic@s. Salud y píxeles.

Más de Indiana Jones que el gris título de U.S. Gold.
Gráficos - 85%
Movimiento - 85%
Sonido - 70%
Jugabilidad - 75%
Adicción - 85%
80%
A pesar de su notable dificultad estéticamente Tusker resulta un programa con gusto, que calidad y adicción a partes iguales.
Nunca supe lo que habia que hacer. Ni objetivo ni nada. Era pequeño y tenía alergiaa de las instrucciones :))
Jej lástima que no las leyeras, venían algunas pistas para pasar el nivel 1 😉 Un saludo!
Nunca lo jugué y eso ke le tenía ganas… me llamaba la atención cuando vi su review en la MicroHobby.
No supe el por ké no lo traían a la tienda en donde solía comprar los juegos. La de veces ke les pedí este juego y el PAW.
Lo vi anunciado en su día, pero igual que el compañero no estaba en la tienda habitual de videojuegos. ¡Tengo ganas de probarlo!
Juego totalmente desconocido por mi. Por fecha ya me pilló de retirada (momentánea) del Spectrum. Habrá que probarlo!
Enhorabuena por la completa review!!!!
Gracias Jepifidel. Tuve la suerte de comprarlo por 595 ptas en su momento y lo disfruté mucho aunque recuerdo que tras toparme con el nivel 2 y el multicarga poco a poco lo fui dejando. Afortunadamente a día de hoy el juego sigue luciendo muy bien y se deja jugar.